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Luego del “Pata” Medina, la construcción en La Plata recuperó la tranquilidad

El diagnóstico en la intendencia y en sectores empresarios locales es que se trabaja en paz desde que el gremialista está preso

26 septiembre de 2018

Por Javier Fuego Simondet 

Juan Pablo “Pata” Medina cumple hoy un año preso, acusado de extorsión y lavado de activos, entre otros cargos que nutren su prontuario. Fuera del poder que manejó con mano de hierro en la seccional La Plata de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), la última noticia de impacto sobre el gremialista que cayó preso el 26 de septiembre de 2017 fue la de una pelea que tuvo en la cárcel de Ezeiza con otros presos kirchneristas, como Fabián De Sousa y José María Núñez Carmona.

La situación judicial del ex jefe de la Uocra La Plata es muy complicada. Para el ambiente de la construcción platense, en cambio, la realidad es de tranquilidad desde que Medina salió de la escena. Se respira otro aire y se vive un cambio rotundo de clima. En ese punto coinciden el gobierno de La Plata y el sector empresarial.

El intendente de La Plata, Julio Garro, afirmó a El Economista que “se respira otro aire” desde que Medina está preso. “Se han generado reglas de juego claras. El Municipio se modernizó, entregamos prefactibilidades en 48 horas. Muchos vuelven a mirar hacia nuestra ciudad. Nadie quería invertir en La Plata, porque era más de 30% más caro (por las exigencias de Medina). IRSA presentó un proyecto para un emprendimiento de más de US$ 130 millones”, graficó el jefe comunal al destacar una iniciativa de la empresa de Eduardo Elsztain, que proyecta levantar un espacio comercial premium, un sector residencial, oficinas y un hotel.

“El cambio fue rotundo. Entre 2013 y el año pasado, en la ciudad había falta de inversión y de trabajo en la obra privada. Era imposible trabajar. Las obras volvieron a ser de los profesionales y de los trabajadores”, destacó Jorge del Río, presidente de la Asociación de Pymes de la Construcción de la Provincia de Buenos Aires (Apymeco), entidad con sede en La Plata, en diálogo con El Economista.

A Del Río le sobran malos recuerdos de Medina. “Te decían (en la Uocra platense) que, de quince personas, tenías que tomar a siete de ellas. Los traían como oficiales especializados y no sabían ni agarrar una cuchara. Paraban todo, el día que tocaba hormigonear. Ni el Ministerio de Trabajo ni la Justicia tomaban cartas en el asunto. Hoy, el ministerio hace las inspecciones como las tiene que hacer y, si hacemos una denuncia, la toma; antes, le avisaba al gremio”, resumió el titular de Apymeco.

La Uocra de La Plata está desde hace un año al mando de Carlos Vergara, un “delegado interventor”. Garro calificó de “muy buena” la relación entre la municipalidad y el sindicato. Aunque en el gremio de los albañiles platenses hace un año que no manda “El Pata”, el intendente contó que “por supuesto que su gente se sigue juntando, pero la Justicia está muy atenta por si se intenta volver al escenario de una Uocra como máquina de impedir”.

“Hace poco hubo una pelea entre dos bandos de los Medina. A veces, llegan a algunas obras pero se los denuncia. Hoy no tienen más poder”, sentenció Del Río. En junio, hubo un enfrentamiento en Berisso y, hace diez días, otro tiroteo en Punta Lara, donde fue herido el hijastro del “Pata”, Agustín Medina Pagnoni. Hay dos grupos familiares enfrentados.

La tranquilidad para el trabajo en la construcción sin Medina en la calle, sin embargo, no es total. La crisis no aporta la misma calma. “Podríamos tener más construcción pero, con una tasa de interés tan alta, se apuesta por poner la plata en plazos fijos en lugar de ladrillos. En La Plata, el 99% de los edificios se construían con inversores locales. Con la metodología del pozo, la gente pagaba una cuota mensual y se hacía de un departamento. Cuando pasa lo de Medina (por la detención), eso se empezó a reflotar. Había empresas que se habían ido a otras ciudades de la provincia, o a la Capital. Cuando se empezaba a reactivar, cae esta situación económica. Pero las pocas cosas que se hacen, se hacen al costo real”, sostuvo Del Río.

Acorralado

Para “El Pata”, el futuro judicial no es auspicioso. En el año que lleva preso, el Juzgado Federal de Quilmes acumuló pruebas en su contra por lavado de activos y extorsión. Según pudo saber El Economista de fuentes judiciales, el caso no se elevó aún a juicio oral porque a la causa que se tramita en Quilmes se le agregaron, por conexidad, tres que llevaba la Justicia provincial, en La Plata. Una de ellas disparó nuevas medidas para comprobar el lavado de activos, con familiares y allegados de Medina involucrados. Las otras son por extorsión.

La intención en el juzgado quilmeño, a cargo de Luis Armella, “es ahondar en la situación patrimonial de los responsables que aparecen en la causa que vino de La Plata” y “si se dilata mucho el proceso, enviar la causa parcialmente a juicio oral”, adelantó una fuente judicial. Consideran “contundentes” las pruebas contra Medina y manejan indicios que llevan a bienes en Miami y en Uruguay.

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