El Economista - 70 años
Versión digital

vie 19 Abr

BUE 17°C

LCG, a contramano del mercado: “La economía puede crecer en 2019”

“El 2019 será un año similar a 2003”, dice LCG: el agro, la construcción, Brasil y el nuevo dólar, las claves del escenario proyectado

Alejandro Radonjic 17 septiembre de 2018

Por Alejandro Radonjic

La sorpresa que trae el nuevo informe de LCG (la consultora creada por Martín Lousteau y Gastón Rossi, y hoy dirigida por Javier Okseniuk) es que la recesión en curso (que es pronunciada, admiten), puede terminar antes de lo previsto por el mercado y 2019 podría ser un año no tan malo, como se teme hoy. Ciertamente, un pronóstico casi solitario por estos días de lápiz rojo en las consultoras del mercado, pero, como de costumbre, muy bien fundamentado. Vayamos por parte.

“Las condiciones para una recuperación estarán otra vez sobre la mesa”, agregan, sobre 2019, cuando se desarrollará el ajuste externo y fiscal de las Macrinomics. Pero aclaran y matizan: solo si se logra “domar la incertidumbre financiera remanente” y se “maneja bien el overshooting cambiario, evitando la tentación a volver a una paridad anterior”, dicen. La “tentación” refiere a su poder desinflacionario y su capacidad para generar un veranito de consumo.

Más acuerdos

Como sugerencia, además, dicen: “Los acuerdos políticos no serán necesarios sólo para la configuración presupuestaria, priorizando asistencia social urgente y equilibrio social. También serán indispensables para la toma de conciencia de que el poder adquisitivo de los salarios formales no puede volver a una situación previa, sin que antes se haya evidenciado un incremento sensible y duradero de la productividad”.

Para los más memoriosos, dicen: “El 2019 será un año similar a 2003”. Se lograría, fundamentan, frenar la corrida contra el peso y se habilitaría un proceso de baja de tasas de interés. Hoy, recordemos, la de referencia está en 60%. “Los bancos se mantienen sólidos y líquidos”, señalan y, además, “la política ayuda y el contexto internacional también”. Entonces, concluyen, “el trabajo sucio se habrá hecho en 2018 y 2019 podría ser cualitativamente similar a 2003”. Aunque, atemperan, no mostraría tasas chinas, como entonces.

Los drivers serían cuatro.

El agro (ya sin sequía), cuya cosecha sería 25% mayor y similar a la de 2017. Eso solo suma 1,5 punto más para el PIB.

Crecimiento vigoroso de la construcción por abaratamiento de los costos en dólares (aunque sujeto a disponibilidad de demanda). Avizoran una suba de 13%, es decir, 0,4% del PIB.

Recuperación de la industria por efecto derrame del agro, la construcción, la demanda brasileña y La sustitución de importaciones. Eso sumaría 0,3 punto para el PIB.

Mayor dinamismo de las exportaciones por mejora de la competitividad y recuperación de Brasil. En rigor, las ventas externas podrían crecer 15% y volvería el otro superávit gemelo perdido: el comercial.

Por todo eso, y bajo los supuestos de que la política no estropee la economía, “somos optimistas en cuanto a la posibilidad de recuperación el año que viene”.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés