El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 26°C

Crecen los despidos y el desempleo superaría 10%

Según analistas, los despidos aumentarán, pero el mayor problema es el freno en las contrataciones

11 septiembre de 2018

Por Juan Strasnoy Peyre

General Motors eliminó un turno y suspendió hasta febrero de 2019 a 1.500 operarios de su planta de General Alvear, que trabajarán 15 días por mes y percibirán el 70% de su salario neto. En las afueras de Rosario, temen despidos en masa. A unos pocos kilómetros, en Fray Luis Beltrán, la Fábrica Militar despidió a casi 50 trabajadores y prendió la mecha del paro que frenó la producción y la actividad estatal en todo el cordón industrial rosarino la semana pasada. Denuncian más de 1.000 despidos sólo en esa zona durante los últimos dos años. La sastrería Agrest, que producía para Pierre Cardin y Christian Dior entre otras marcas, cerró sus puerta y dejó en la calle a 196 personas. Freddo, la principal cadena de heladerías del país que hasta hace poco fuera del exvicejefe de Gabinete Mario Quintana, dejará de producir sus helados en su propia planta y planea franquiciar sus sucursales: al menos 60 empleados ya no tendrán trabajo y corren peligro otros 220. En la construcción, el gran motor de la recuperación del empleo en 2017, la crisis y el ajuste ya se traducen en la pérdida de puestos de trabajo. Con el parate en la obra pública ?que en 2019 tendrá un recorte cercano al 50%?, sin avances en las obras de PPP y con el estancamiento de la construcción privada, Gerardo Martínez (titular de la Uocra) avizora “una caída estrepitosa” y Gustavo Weiss (presidente de la Cámara de la Construcción) reconoce que en los próximos meses “es posible que haya 40.000 despidos o incluso más”, alrededor del 10% de los empleos registrados en la actividad.

La lista podría continuar con los 357 despedidos en Télam y los 565 en Agroindustria, en el marco del ajuste rumbo al déficit cero. Son sólo algunos ejemplos del avance en las cesantías masivas durante las últimas semanas al calor de la crisis. Los analistas explican que aún no se puede hablar de una ola de despidos, pero el congelamiento de las contrataciones ya abre un escenario preocupante, que va camino a agravarse en los meses venideros. Así, es de esperar que desempleo supere el 10% en 2018.

En un mercado laboral con leve tendencia a la baja desde comienzo de año, la corrida cambiaria acentuó la caída desde el segundo trimestre: según los datos del SIPA, entre marzo y junio se destruyeron cerca de 100.000 puestos asalariados privados.

CEPA presentará en los próximos días su relevamiento mensual de despidos. Su director, Hernán Letcher, le adelantó a El Economista que el dato de agosto rondará las 6.000 cesantías, una continuidad de las 6.588 de julio. “El número de agosto sigue los indicadores de julio, cuando la corrida fue más leve. Por eso, estimo que la caída del empleo será mayor en septiembre”, proyectó. La diferencia: en julio cerca del 90% de los despidos se dio en el sector privado; en agosto el sector público aportó un tercio. Además, el analista afirmó que, si de confirmarse su previsión para septiembre, en los últimos seis meses se habrían destruido unos 150.000 puestos formales privados. “Hoy estamos por debajo de los niveles de mediados de 2015; es una caída importante porque estamos hablando de tres años después, con una población que crece más de 1% por año”.

Para Letcher, la clave es la rotación. “Y justamente julio y agosto tienen despidos casi sin contrataciones”, remarcó. En eso coinciden todas las consultoras de recursos humanos y la propia Encuesta de Indicadores Laborales de julio que realizó el exministerio de Trabajo. Según la EIL, la tasa de entrada al mercado laboral (es decir, la generación bruta de empleo) retrocedió al nivel más bajo desde la crisis de 2002.

El economista Guido Lorenzo (ACM) sostuvo, en diálogo con este diario, que aún no hay despidos a mansalva, pero sí un avance de las salidas por goteo. Resaltó que “con todos los que hablás te cuentan que están echando gente o pararon de buscar, que se va alguien y no se lo repone”. Y estimó: “En el primer trimestre la tasa de desempleo fue de 9,1%; en algún momento del año va a tocar los dos dígitos, viendo los niveles de producto en los que estamos”.

En esa línea, Martín Alfie (economista jefe de Radar) apuntó: “Generalmente en las situaciones de crisis laboral el problema reside más que nada en la creación de empleo. Seguramente la crisis implique también despidos y cesantías, pero el principal problema es la falta de contratación. La rotación es normal en un mercado de trabajo. El tema es que si no hay creación no se absorbe el crecimiento de la población económicamente activa y no se absorbe los que son despedidos”.

El panorama empeora. Las consultoras estiman que la recesión podría prolongarse por dos años. Así, el “hoarding”, aguantar hasta que mejore, empieza a quedar atrás. Los tres analistas consultados por El Economista coinciden en que la caída del PIB inclinará la curva del empleo aún más hacia la baja en los próximos meses.

Letcher agregó que la realidad del sector informal es aun más grave. “En agosto y septiembre hay un fuerte impacto en el sector informal donde, en un momento en el que se te paró la actividad económica, mucha gente voló por los aires”.

En ese marco, crece la conflictividad. A las medidas de fuerza regionales del Gran Rosario y Códoba de la semana pasada, esta semana se suman una huelga de estatales de 24 horas y una de 48 horas de docentes bonaerenses y porteños. La semana que viene llegarán los paros generales de las CTA (36 horas el lunes y el martes) y la CGT (de 24 horas el miércoles), que también tedrán la participación de los movimientos sociales. Con ese escenario, ayer el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, dijo que convocará a la cúpula de la principal central obrera para “mantener los canales de diálogo” antes de la protesta del 25 de septiembre.

Desde la Secretaría de Trabajo, admitieron que “hay un freno en el crecimiento y algunos sectores empiezan a mostrar una leve tendencia a la baja” pero aseguraron que “no se ve una tendencia de despidos masivos ni nada por el estilo. Vamos poner todas las herramientas que se tiene a disposición”. ¿El ajuste no afectará esas herramientas de protección del empleo?, preguntó este diario. “Obviamente que los recursos son limitados, eso es cierto, y hay que utilizarlos de la mejor manera pero, por lo menos por ahora, no hubo un recorte”, respondieron.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés