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El préstamo del FMI apenas cubre el 30% de las necesidades de 2019

“Desde febrero habría que recurrir otra vez a los mercados financieros para hacerse de fondos extra”, dicen desde LCG

02 agosto de 2018

El acuerdo con el FMI suscripto por el Gobierno, ciertamente, fue por un monto muy superior a lo esperado. Vale recordar que las primeras versiones hablaban de US$ 20.000 millones y el número final fue dos veces y media: US$ 50.000 millones. Pero Argentina es un motor V8 aspirando dólares y, por ende, la pregunta es hasta cuando alcanzará.

Si bien el paquete y el primer desembolso aportaron alivio (por el momento y no sin otras medidas fuertes) a las variables financieras en momentos de estrés y supone, además, financiamiento “barato” difícilmente y disponible, un informe de LCG, difundido ayer, sostiene que “no soluciona los problemas de fondo y tampoco evitará la necesidad de salir nuevamente al mercado para conseguir fondos que cubran la brecha fiscal (aun con un sendero de reducción más agresivo) y para afrontar los pagos de deuda”.

A los números

Para todo 2018, las necesidades de financiamiento suman casi US$ 76.000 millones. En criollo, es lo que se necesita para cubrir el déficit fiscal, los pagos de deuda (amortizaciones e intereses) y otros compromisos asumidos como el saneamiento del balance del BCRA. De ese total, el 54% se necesita en dólares (US$ 41.300 millones) y el resto en pesos (US$ 38.900 millones, medidos al tipo de cambio vigente y/o estimado de cada mes).

A priori, el ejercicio de LCG supone que el Gobierno cuenta con la posibilidad de refinanciar automáticamente algunos vencimientos, por ejemplo, las Letras de corto plazo del Tesoro (US$ 30.000 millones sumando los títulos en pesos y en dólares), con organismos internacionales (unos US$ 5.000 millones) y con instituciones intrasector público (otros US$ 2.500 millones). Así, las necesidades a financiar se achicarían a US$ 38.800 M en todo 2018: US$ 14.600 M en dólares y US$ 24.200 M en pesos.

“Sin considerar los potencialmente renovables, cerrado julio el Gobierno emitió deuda por US$ 27.100 M. Pero como no logró renovar el total de los vencimientos de las Letes (aproximadamente US$ 1.500 M), lo que resta cubrir todavía suma un total de US$ 13.100 millones”, advierte el informe firmado por Melisa Sala.

El préstamo Stand-By con el FMI tiene un desembolso es gradual y está sujeto a condiciones. “Hasta el final de su mandato, Mauricio Macri podrá contar, como máximo, con US$ 30.000 M de los US$ 50.000 M comprometidos. A los US$ 15.000 M desembolsados en junio, se sumarían cuotas trimestrales de US$ 3.000 M empezando en septiembre”, señalan en LCG.

Pero, además, hay que tener en cuenta que de los US$ 15.000 millones ya recibidos, el Gobierno solo podrá disponer de US$ 7.500 millones para cubrir necesidades de gasto, porque el resto se destinó directamente a las arcas de Reconquista 266 para engrosar el stock de reservas internacionales. Así, el desembolso de junio redujo a US$ 5.700 millones las necesidades remanentes y los US$ 6.000 millones que se desembolsarían en septiembre y diciembre alcanzarían para cubrir las obligaciones de 2018 “y hasta dejar un remanente para 2019”.

“Sin embargo, hay que tener en cuenta que el supuesto de que el Gobierno logre renovar el 100% de los vencimientos de Letes luce cada vez más desafiante”, advierte LCG. Aunque recuperándose gradualmente, en las últimas cinco licitaciones (coincidentes con la mayor turbulencia financiera) se ha renovado apenas el 60% de los vencimientos, aun cuando se convalidaron tasas más altas. En lo que resta del año (agosto-diciembre) vencen US$ 10.100 M de Letes en dólares. Si se lograra renovar sólo el 80% (como en la última licitación), aun con los desembolsos previstos desde Washington, restarían cubrir US$ 1.700 M.

El 2019 arranca con necesidades financieras netas nuevamente en torno a US$ 40.000 millones (aproximadamente 50% en dólares), asumiendo el cumplimiento de la meta fiscal de 1,3% del PIB (que se puede flexibilizar a 1,5%) y un tipo de cambio de $38,8 a diciembre. “Los desembolsos del FMI alcanzarían a cubrir apenas el 30% de estas obligaciones y, dado el perfil de vencimientos, desde febrero habría que recurrir otra vez a los mercados financieros para hacerse de fondos extras. Y esto suponiendo que siguen renovándose el 100% de las Letes, que hoy suman un total casi US$ 16.000 M”, agrega Sala.

“Haber acudido al FMI es una buena medida y sirve sólo para estabilizar la coyuntura pero, aun cumpliendo con las exigentes metas fiscales, el préstamo no alcanzará para cubrir todas las necesidades en algún momento el Gobierno volverá a depender de los mercados para acceder a nuevos fondos”, dicen en LCG. “Debe mantenerse el sendero de ajuste fiscal porque además de la vulnerabilidad que implica depender de la disponibilidad de financiamiento, es necesario estabilizar los niveles de la deuda que, ya hacia fines de año, se ubicará en 77% del PIB”, dice y agrega que 35% está en manos privadas.

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