El Economista - 70 años
Versión digital

vie 19 Abr

BUE 19°C

Dólar a $32,05: el BCRA vendió US$ 200 M pero el peso se devaluó 1,6%

La autoridad monetaria volvió a subastar reservas, no logró aplacar la tensión cambiaria y cosechó críticas de los analistas. El tipo de cambio mayorista subió 38 centavos a $31,35

28 agosto de 2018

Por Juan Strasnoy Peyre

La tensión cambiaria se recrudece y el BCRA sigue sin encontrar respuestas. Hoy, la autoridad monetaria volvió vender US$ 200 millones de las reservas (realizó dos subastas por US$ 300 millones y adjudicó US$ 100 millones en cada una) pero no logró contener la devaluación. El tipo de cambio minorista saltó 51 centavos (1,6%) y cerró a $32,05. Mientras crece la preocupación por un (aun) mayor traslado a precios y por su impacto en la actividad económica, los analistas cuestionaron la política monetaria desplegada por Luis Caputo.

En el MULC, el dólar mayorista avanzó 38 centavos a $31,35. Impulsado por las licitaciones oficiales, el volumen operado en el segmento de contado subió 17% a US$ 791 millones. De esta manera, el peso se devaluó en lo que va de agosto 14,37% y en el año ya acumula un retroceso del 68,1%, con lo que volvió a ubicarse en la cima del ranking de monedas con peor desempeño en 2018 por sobre la lira turca. En 12 meses, la depreciación ya ronda el 80%.

El BCRA licitó en dos llamados distintos con ofertas por US$ 300 millones. En ambos adjudicó US$ 100 millones: en el primero, a las 13:12, a un precio promedio de $31,26, y en el segundo, a minutos del cierre, a $31,44 en promedio, a pesar de que en el Banco Nación el mayorista finalizó a $31,35. Algunos especialistas señalaron que la entidad dejó flotar el tipo de cambio en el comienzo de la rueda para acompañar la caída de otras monedas de la región: el dólar se apreciaba 1,1% en Brasil, 1,2% en México y 1,7% en Colombia.

En el año el peso acumula un retroceso del 68,1%, con lo que volvió a ubicarse en la cima del ranking de monedas con peor desempeño en 2018 por sobre la lira turca

Pese a recibir con fragilidad coletazos externos en determinados momentos (efecto Turquía y efecto Brasil antes; presión sobre emergentes hoy), que aceleraron la suba del tipo de cambio, la dimensión de la escalada dejó en evidencia que existen problemas de fondo que son locales. La desconfianza de los mercados a la capacidad del Gobierno de afrontar los vencimientos de deuda (pese al stand by del FMI por US$ 50.000 millones) impulsó una corrida contra los títulos argentinos que disparó el riesgo país y dilapidó las posibilidades de conseguir financiamiento externo para cumplir con esas mismas obligaciones. Pero, claro, esa tensión extra por la desconfianza se montó sobre los problemas estructurales: una demanda de divisas -para atesoramiento, importaciones, turismo- superior a la oferta -exportaciones, turismo, inversiones- que genera una sangría incesante de dólares.

En ese marco, los analistas salieron a cuestionar el accionar de la autoridad monetaria. "Las dos subastas realizadas por el BCRA y sus ventas en los plazos más cortos de los mercado de futuros no impidieron otro salto del dólar", apuntó Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio. Por su parte, Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios, sostuvo que "este sistema de licitaciones es previsible para los operadores del mercado y hace que se opere mayor volumen del que genuinamente se necesita y los 'traders' siguen haciendo su negocio".

En la misma línea, el expresidente de la autoridad monetaria Martín Redrado planteó que "vender dólares a cuentagotas y en montos preanunciados y predecibles es perder reservas sin sentido. El BCRA debe tener capacidad y músculo para poder pasar sobre las expectativas del mercado". Coincidió el economista jefe de Radar, Martín Alfie: "No se entiende muy bien la estrategia de subastar y después dejarlo correr. O mostrás firmeza y defendés un valor con una política cambiaria consistente o dejás que ajuste. Esta pérdida por goteo lo único que genera es que cada venta del BCRA sea dilapidar reservas".

Los analistas salieron a cuestionar el accionar de la autoridad monetaria

En tanto que el analista financiero Christian Buteler criticó la aplicación discrecional de las herramientas que tiene a mano la entidad: "Si van a dejar que el dólar siga subiendo brutalmente como ya lo hizo, bajen la tasa. ¿Para qué querés una tasa al 45%, que ya demostró no poder parar al dólar y que encima te arruinó la economía real? Ahora, si alguna vez te decidís de verdad a frenar la brutal suba del tipo de cambio (80% en 12 meses) ahí sí utilizá todas las herramientas: venta de dólares, tasa, futuros, encajes. Pero mientras sigas desojando la margarita, dale respiro a la actividad por lo menos".

Alfie señaló que hay un círculo vicioso. "Como hay dudas sobre su capacidad de pago, el mercado se cierra más. Como el mercado se cierra más, crecen las dudas sobre su capacidad de pago. En eso estamos estas semanas. Por eso, el Gobierno estaría buscando fuentes adicionales de financiamiento. De esa forma: a) blindaría sus necesidades aun si el mercado sigue cerrado; b) despejaría las dudas de incumplimiento de pagos, lo que podría generar que se reabra el mercado", explicó. Aunque aclaró: "Si logra esto, podrían reducirse las presiones y le podría dar más aire al Gobierno. No deja de ser una solución temporal, y los problemas estructurales seguirían presentes. La recesión y la aceleración inflacionaria para los próximos meses también".

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés