Las vacaciones de invierno dejaron números relativamente positivos en la comparación con el 2017: según un informe de CAME, se movieron 2,2% más de turistas que, sumados a los excursionistas que hicieron pequeños viajes de un día, gastaron 31,2% más. Es decir, la facturación empató con la inflación, lo que da cuenta de un resultado relativamente chato, pero mejor de lo esperado en un marco recesivo. El tipo de cambio más competitivo y la mejor conectividad aparecen entre las causas de unos números que dejaron buenas sensaciones.
Sin ir más lejos, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, celebró los datos en Twitter: “Más de 5 millones de turistas viajaron por el país en julio, generando un gasto de $23.000 millones. Gracias a la mayor conectividad en vuelos de cabotaje se logró superar el mes de julio de 2017 que también había sido récord. Por ejemplo, la ciudad de Iguazú aumentó en 19.400 asientos su conectividad, por lo que el Parque Nacional de Iguazú pudo recibir 3,4% más de visitantes”.
El economista Pablo Gerchunoff apuntó hacia otro lado a la hora de encontrarle explicaciones al resultado relativamente positivo y se preguntó: “¿Y si fue el tipo de cambio?”. De hecho, si algo sí se esperaba era que la devaluación de casi 50% en lo que va del año tuviera efectos tanto limitando los viajes al exterior por parte de los residentes locales como mejorando el turismo interno. Resultados similares a los que se esperaban para las importaciones, lo que ya se verificó en el ICA de junio.
Chato pero positivo
En la cantidad de turistas se verificó, según CAME, una mejora de 2,2% y pasaron a ser 5 millones, con una estadía media de 4,4 días (había sido de 4 días en 2017). El gasto diario fue de $ 810 por personas, lo que implicó que en total gastaron $ 17.825 millones. A eso se le pueden sumar los excursionistas, que fueron 9.100.000 personas. El informe caracterizó a ese resultado como “un boom de excursionistas que le sumó color al invierno”. En 2017 habían llegado a 8.500.000 personas. Este año, además hicieron un desembolso promedio de $ 350 y totalizaron $ 3.199 millones, siempre según CAME.
Si se suma a los turistas y a los excursionistas, se llega a que entre ambos 14.000.000 de argentinos viajaron por el país. Y gastaron en forma directa $ 21.024 millones durante las vacaciones de invierno. Eso implica una mejora nominal de 31,2%, dato que a priori empataría con la inflación interanual de junio, suponiendo que sea de 3%.
En rigor, si bien según CAME a precios constantes hubo una mejora de 1,6%, la inflación interanual de junio (la última disponible) dio 29,5% pero es esperable que el número crezca en julio. Si se confirma la proyección en torno a 3% para la suba del IPC, sobre la que parece haber algún consenso (aunque hay dispersión alrededor de ese número), la interanual cerraría en 31,2%. Idéntico número al que publicó ayer CAME como mejora de las ventas para las vacaciones de invierno. El analista de ACM, Guido Lorenzo, opinó: “El número es más o menos chato, lo cual no está mal considerando que no estamos en un buen momento”.
Desde CAME afirmaron: “El gasto promedio diario por persona fue sólo 15,7% superior al 2017. Es que muchas familias se alojaron en casas de amigos, familiares o vínculos cercanos para abaratar. Igualmente, a todo esto hay que sumar el efecto multiplicador que generaron esos ingresos, lo que confirma la fuerza que tiene el turismo como motor de las economías regionales”.
Celebra la CAT
La Cámara Argentina de Turismo (CAT) celebró el desempeño del sector durante julio. Su presidente, Aldo Elías, afirmó: “Fue una excelente temporada de invierno en los principales destinos turísticos del país. Los centros de esquí se destacaron con una ocupación que superó las previsiones que teníamos. El impacto fue superior a 2017 y estamos muy conformes con el movimiento que alcanzamos gracias a la mayor conectividad aérea”.
Además, un informe de la CAT destacó: “Entre los destinos más visitados se destaca Bariloche. Allí el Cerro Catedral registró 20% más de visitas respecto a 2017. En promedio se contabilizaron unos 10.000 esquiadores por día. En la ciudad estiman que la ocupación superó el 90%, beneficiada por unos 276 vuelos semanales a lo largo de este período”.
