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E&R dice que es preferible que ajuste el Gobierno (antes que el mercado)

“Sin hacer lo que hay que hacer, tendremos más inflación y peor nivel de actividad por más tiempo aún", advierte desde E&R

03 junio de 2018

El último informe de la consultora Economía & Regiones (E&R) sostuvo que el ajuste fiscal es una necesidad y una especie de mal necesario e inevitable, ya que si no se realiza de cualquier forma lo realizarán las variables económicas. “Sin hacer lo que hay que hacer, tendremos más inflación y peor nivel de actividad por más tiempo aún. En pocas palabras, no hay peor escenario que no ajustar y dejar que ajuste el mercado”, dijo.

Desde el punto de vista de la consultora dirigida en lo económico por Diego Giacomini, el ajuste tendrá que ser mucho más que una serie de señales de buena voluntad que achiquen los gastos de la Administración Pública en golosinas y viajes en avión. Afirmó: “Un ajuste fiscal basado en la reducción de los gastos de la Administración Nacional es insuficiente. El recorte de choferes, pasajes en business, viáticos, el congelamiento de los nombramientos, el ordenamiento salarial y la auditoria de la Biblioteca del Congreso son señales en el sentido correcto, pero no pueden transformarse en los pilares del ajuste fiscal. Se necesita un ajuste fiscal con pilares más sólidos y voluminosos”.

Recorte profundo

Y agregó: “El PEN debería encarar una reforma del Estado suprimiendo ministerios, secretarías y subsecretarías. De acuerdo con nuestra visión, una importante reducción del organigrama y el cambio de funcionarios jugarían a favor de la credibilidad y la gestión del ajuste. Por el contrario, si el ajuste fiscal es diseñado, coordinado y aplicado por los que nunca creyeron en él, su credibilidad será débil y el fracaso está a la vuelta de la esquina”.

Y es que para E&R ahora el Gobierno tiene que encarar un ajuste que en realidad nunca habría querido hacer realmente en la forma en la que correspondía. Es decir, que las necesidades políticas y eleccionarias hicieron que no se achicara un gasto en la medida en la que se debía y que eso llevó a perder una oportunidad de ajustar sin afectar al crecimiento.

“No haber hecho lo que se debía hacer en el momento que se tenía que hacer (2016) tuvo costos. O sea, hacer tarde y a los apurones lo que se debería haber hecho antes y bien, no conlleva a los mismos resultados, sino a peores. Puntualmente, el ajuste fiscal era expansivo en 2016, pero ahora es recesivo en 2018; aunque no queda otra que hacerlo”, resaltó.

Equilibrio

La clave de un nuevo programa fiscal exitoso, según Giacomini, es que presente metas que lleven al equilibrio fiscal primario en 2018 y 2019. Es decir 0% de rojo para lo inmediato. “¿Cómo lograrlwo? Recortando conjuntamente las transferencias a provincias (1,1% del PBI); la obra pública (2% del PIB), los subsidios económicos (2,2% del PIB) y el organigrama del PEN. En este sentido, hay que recordar que el sector público nacional tiene un gasto salarial de 3,2% del PIB y el PEN tiene el 85% de la planta total de empleados”, detalló.

Y también le apuntó a la política monetaria por su laxitud: “Habría que virar hacia un sistema de metas de agregados prohibiéndose la asistencia al Tesoro y la compra de dólares al Tesoro. Paralelamente, habría que desarmar la bomba de las Lebac con un canje voluntario por bonos largos del Tesoro”.

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