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Como en las eliminatorias, otra vez contra las cuerdas

Argentina perdió 3 a 0 contra Croacia y la clasificación ya no es algo tan cercano como parecía. Será clave el duelo de mañana entre Nigeria e Islandia

21 junio de 2018

Por Manuel Pérez Berro

Cualquier hincha que haya visto el partido completo, sabe que la victoria por tres goles de Croacia fue justa. Argentina tuvo un pésimo partido en todas la líneas. La poca claridad en el ataque y las inseguridades en la defensa se coronaron con la falta de reacción tras el primer gol en contra. Si bien Argentina como equipo no pudo encontrarle a la vuelta al partido, es posible explicar la derrota por un par de actuaciones de bajo nivel.

Sin dudas el villano de la noche fue Wilfredo Caballero que no dio seguridad en todo el partido. En el primer tiempo, junto con el defensor Nicolás Tagliafico, estuvo muy cerca de perder la pelota. No contento, en la segunda mitad intentó otro pase arriesgado y la jugada concluyó con un gol en contra. En el nivel de juego que hay en los mundiales, cometer un error, puede ser muy caro. Cometer dos veces el mismo, muchísimo más.

El equipo sintió el golpe, y se notó dentro de la cancha. Los jugadores argentinos perdieron el orden. La paridad que se había mantenido hasta ese momento se quebró completamente. Las corridas individuales hacia adelante, las faltas cometidas, las amonestaciones, las protestas y los encontronazos con los europeos eran la muestra de que la selección no encontraba los caminos al gol.

Entre todas estas situaciones, Messi no apareció. Si bien es cierto que siempre que el 10 agarra la pelota tiene una o dos marcas bien pegadas, está acostumbrado a esa situación. Hoy no tuvo movilidad para recibir y estuvo impreciso en los controles y en las gambetas. El entrenador podrá hacer cambios, modificar el esquema, ver videos o hacer lo que se le ocurra para levantar el nivel, pero si Messi está apagado, todo se hace un poco más difícil.

El planteo de Sampaoli

Para este partido, el entrenador Jorge Sampaoli decidió cambiar el esquema táctico parando a tres defensores, cinco volantes y dos delanteros. La idea tenía que ver con poder tener más velocidad por las bandas con jugadores que pueden desequilibrar en ataque (Acuña, Salvio, Meza), pero también que ayuden a los defensores. Hoy Argentina tuvo la pelota mayoritariamente por las bandas. Con Messi por el medio, era normal que quede un poco lejos de la jugada y le haya sido difícil recibir.

Por otro lado, a diferencia del partido anterior, los cambios no estuvieron del todo acertados. El problema de la selección en este partido fue la generación de situaciones de gol, no la definición (Argentina pateó 4 veces al arco). Tanto Higuaín como Pavón -los dos ingresaron tras el primer gol-, son jugadores se ocupan de terminar la jugada. Al equipo le falto crear jugadas más elaboradas. Hoy, como el sábado hubo un sólo pase gol (Pérez a Messi en el primer tiempo).

Las fichas ya están jugadas, y ahora habrá que esperar para ver cómo sale Nigeria-Islandia. La clave será cómo el equipo de Sampaoli pueda revertir este golpe en ganas dentro de la cancha. Por los nombres del plantel, todavía hay posibilidades de crecer en lo futbolístico y avanzar a las siguientes fases. Lo que sí es primordial entender es que, por lo mostrado hasta ahora, este equipo no tiene el temple de los equipos campeones que son capaces de dar vuelta partidos aunque sea desde lo actitudinal. Esto no quiere decir que Argentina no esté a tiempo de ser la ganadora del torneo, pero tendrá que mostrar algo muy diferente con Nigeria. Sólo nos queda una ficha.

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