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El presente y futuro del mercado laboral

El empleo privado formal y el salario real vienen recuperando, pero aún no superaron los picos previos de 2015

03 enero de 2018

En un interesante post en Alquimias Económicas, la economista Roxana Maurizio -Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA-CONICET)- plantea cómo está el mercado laboral y qué puede pasar con la reforma que más temprano que tarde tratará el Congreso.

Recuperando (de a poco)

Después de experimentar una reducción de 99.000 trabajadores entre agosto de 2015 y junio del 2016, dice Maurizio, “el empleo asalariado formal del sector privado ha venido registrando una tendencia creciente que implicó la creación de 75.000 puestos de trabajo a octubre de 2017 (serie desestacionalizada)”. Ese último valor (6.243.700), dice, supera en 22.0000 el registro de diciembre de 2015 pero es inferior en 24.000 al correspondiente a agosto de 2015.

No obstante, la situación es heterogénea según los sectores de actividad.

El empleo asalariado formal en la construcción registra variaciones positivas desde julio de 2016 (+51.000 y +13% a octubre de 2017), lo que le ha permitido recuperar la mayor parte de los puestos perdidos entre julio de 2015 y junio de 2016 (-59.000 o -13%). “Este sector explica el 70% de la recuperación del empleo total mencionada en el párrafo anterior”, dice Maurizio.

Las ramas de comercio (+18.000), servicios sociales y de salud (+13.000), enseñanza (+10.000) y hoteles y restaurantes (8.000) también contribuyeron al aumento del empleo formal desde junio de 2016.

“Por el contrario, el empleo industrial registró una tendencia decreciente desde septiembre de 2015 hasta igual mes de 2017. En este período el sector perdió 69.000 puestos de trabajo asalariado (-5%), siendo la rama con mayores reducciones netas de personal. Esta caída se detuvo en el mes de octubre, donde el empleo desestacionalizado resultó sólo levemente superior al del mes anterior (+0,1%). Los próximos meses permitirán conocer si esto marca el comienzo de un cambio de tendencia del empleo industrial”, dice Maurizio.

Salarios

Si bien desde 2012 el salario mínimo real ha venido reduciéndose, acumulando hasta hoy una baja del orden del 20%, “la remuneración real promedio de los asalariados formales del sector privado ha registrado variaciones interanuales positivas durante todo el año, luego de una caída sistemática durante 2016”, dice la economista. El salario real promedio de enero-octubre 2017 supera en 3,6% la correspondiente a igual período del año previo. “Sin embargo, aún se encuentra 2% debajo del promedio de 2015”, añade.

Informalidad

La informalidad laboral sigue siendo una de las características distintivas del mercado de trabajo local (y regional), a pesar de que el proceso de formalización verificado durante los 2000 significó una reducción de 10 puntos porcentuales del empleo no registrado en el total del empleo asalariado (desde 44% en 2003 al 34% actual). Ello contrastó con el aumento sistemático verificado durante los '90 y los primeros años del nuevo milenio (desde 37% en 1991 a 44% en 2003). “Ese proceso, sin embargo, se ha debilitado significativamente en los últimos años”, dice Maurizio.

La persistente penalidad salarial asociada a la informalidad hace, a su vez, que ésta sea una de las causas más importantes del llamado “fenómeno del trabajador pobre”, dice (ver más).

¿Hacia más empleo formal?

La rebaja de aportes patronales contenida en la reforma tributaria (a través del Mínimo no Imponible vigente desde el 1º de enero de 2022) y el plan de regularización (“blanqueo”) de trabajadores no registrados incluido en la propuesta de reforma laboral son planteados como herramientas para combatir la informalidad. “En una nota anterior de Alquimias Económicas que escribimos con Luis Beccaria discutimos en profundidad ese punto. En particular, allí señalamos la naturaleza multicausal de la informalidad y planteamos las dudas respecto de la eficacia de estas propuestas para modificar este panorama por sí solas, vis-a-vis el efecto negativo de las mismas sobre los recursos de la seguridad social”, dice Maurizio.

Otro aspecto relevante en esta discusión es la composición actual de la informalidad: el 64% de la misma se concentra en firmas de hasta 5 ocupados que operan, a su vez, en el sector informal de la economía. “Ello sugiere que la estructura productiva genera restricciones importantes para la reducción de la informalidad y que el logro de la misma requiere de medidas más integrales que incluyan, entre otras posibles, aquellas tendientes a apuntalar un proceso de crecimiento de la productividad y de la competitividad de las firmas más pequeñas”, explica.

Además, agrega, en los proyectos de reforma mencionados no se hace referencia específica al rol de la inspección laboral como estrategia relevante para el combate de la informalidad en empresas medianas y grandes (el 26% de la informalidad aún se concentra en establecimientos de entre 6 y 40 ocupados y el 10% en firmas de más de ese umbral). “Más aún, la fórmula propuesta para el cómputo de las multas asociadas a la no registración puede hacer que para cierto nivel salarial las mismas terminen siendo inferiores a las que surgirían del cálculo actual”, advierte.

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