La provincia de Buenos Aires se consagra como el jugador más importante de las carnes argentinas, según informó ayer el Ministerio de Agroindustria bonaerense. El informe difundido por la cartera agroindustrial revela que la provincia es la mayor productora de carne bovina y porcina, ya que aporta al total nacional 52% y 53% respectivamente, seguida por Córdoba, y la segunda productora de carne aviar con 33%, después de Entre Ríos. Al respecto, el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, enfatizó: “La provincia de Buenos Aires tiene el potencial real más grande de Argentina, por eso trabajan en conjunto con el sector productivo y el Ministerio de Agroindustria para potenciar las carnes de la provincia y así crear más empleo y acelerar la actividad económica”.
Exportaciones por US$ 737 M
Los autores del informe señalan que la producción de carne bovina, aviar y porcina, desde la cadena primaria hasta su comercialización impacta en la economía de la provincia, generando empleo, actividad económica y recaudación tributaria, entre otros. En este sentido, si se consideran los aportes que realiza el desarrollo de la actividad de producción cárnica aviar, bovina y porcina, la comercialización desde la producción al consumidor final de estos tres tipos de carne equivale a $ 185.095 millones volcados a la economía de la provincia de Buenos Aires. Si a este dato se le suman las exportaciones realizadas por las tres cadenas que alcanzan a US$ 737 millones, las carnes bovina, aviar y porcina aportan US$ 11.964 millones. A su vez, en el estudio, indican que en 2017 la provincia producirá 2,3 millones de toneladas de carnes, el 59% correspondería a carne bovina, el 29% a carne aviar, el 11% a carne porcina y el 0,16% a carne ovina. En este sentido, informan que “para mover esa producción se hacen un total de 268 mil viajes en camión, si se consideran el transporte de animales vivos y faenados. Estos viajes generan alrededor de 1.900 puestos de trabajo directos y fletes equivalentes a $ 3.405 millones”.
Destinos
De acuerdo a los datos informados por la cartera agroindustrial, Buenos Aires produce 1,4 millones de toneladas de carne bovina, el 71% va a consumo interno, el 13% a exportación y el 16% se comercializa con otras provincias. En cuanto a la carne porcina, también primera productora del país con el 53% del total nacional, destina el 90% de su producción a consumo interno, comercializando con otras provincias el 7% y el 3% para exportación. En el caso de la carne aviar, produce el 33% del total nacional. Aquí subrayan un hecho llamativo, aún siendo la segunda productora, los bonaerenses consumen más de lo que producen, por ello deben “importar” desde otras provincias parte de su consumo. Es así que, entre producción propia y de otras provincias, alcanzan 805 mil toneladas de carne aviar, de las cuales consumen el 94% y exportan el 6% restante.
Por su parte, Sarquís se refirió al trabajo que hacen desde el Ministerio para fomentar la expansión de cada cadena: “Se están realizando acciones para impulsar el desarrollo de las carnes en la Provincia de Buenos Aires, con acciones para incrementar el peso de faena bovina, créditos a la producción a través del Banco Provincia, el plan Megaba (Mejor Ganadería BA) con foco en el sector porcino y productores no bancarizados, además de trabajar en mesas sectoriales que se reúnen periódicamente con todos los actores de la cadena”.
Crecimiento interanual
Un dato no menor es que más allá de los problemas que generaron las inundaciones a cientos de productores, el crecimiento de la cadenas continuó a buen ritmo con respecto a 2016. En este sentido, detallan que el stock bovino creció 4%, la producción 3% y el ingreso de divisas 9%. En el caso de la carne aviar, la faena creció 5% y el ingreso de dólares por exportación, 24%. En carne porcina, las exportaciones crecieron 73%, aunque desde un valor bajo y la ovina se incrementó 64%. Según sostienen en el informe, producir carnes significa agregarle valor a los granos y es sinónimo de generación de empleo, dado que es una de las actividades del campo que más mano de obra requiere, tanto en la producción primaria como en la faena.
