El Presupuesto 2018 empieza a filtrarse en las discusiones. Es lógica: el último trimestre del año es la temporada alta para la “ley de leyes”. El proyecto será presentado el viernes de la semana que viene por Nicolás Dujovne (será su primer test presupuestario) y ya trascendieron algunos de los supuestos sobre los cuales estará basado. A tono con la visión del Gobierno por estos días, es optimista. Aunque, dicen los expertos, realizable y cumplible.
Números gruesos
“El mismo será optimista con el crecimiento, que se ubicará en 3,5%, algo que vemos posible debido al arrastre que esperamos deje el año 2017 una vez que la economía se acelere en el segundo semestre, y la actividad se expanda en el orden del 3,1%”, dicen desde ACM.
“En lo que refiere a inflación, el Presupuesto trabajará con una inflación promedio de 15,7% para cerrar el año en torno al 10% tal como proyecta el BCRA y aquí sí creemos que puede haber una desalineación”.
En cuanto al supuesto de tipo de cambio, “estimamos que se ubicaría en torno a los $19,50 en promedio”, agregan en ACM.
El agujero
En materia de financiamiento, dice ACM, “y proyectando un déficit fiscal de US$ 19.000 millones (3,2% del PIB) a lo que hay sumar intereses y amortizaciones (incluyendo los vencimientos de Letes y el Repo contratado con los bancos privados por US$4.200 M), las necesidades de financiamiento para 2018 ascenderían al equivalente a unos US$ 52.000 millones”. “Descontando la asistencia del BCRA, que podría ascender hasta US$7.000 millones y la refinanciación de las Letes y el Repo, el Gobierno necesitará financiar aproximadamente US$32.000 millones, que deberán ser buscados con colocaciones en el mercado tanto local como extranjero y con préstamos de organismos internacionales (Banco Mundial, BID, entre otros) y en menor medida, organismos públicos”, dicen desde ACM.
