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“El PIB crecerá 2,9% en 2017”

"El mercado se encuentra midiendo el pulso de las elecciones y sigue muy de cerca las encuestas", afirma Martín Vauthier

30 junio de 2017

Entrevista a Martín Vauthier Analista en Estudio Bein y profesor de la Maestría en Finanzas de UTDT

En diálogo con El Economista, Martín Vauthier, uno los economistas jóvenes más avezados del mercado, dio su visión sobre el recalentamiento (en el margen) de la inflación, el pulso volátil del nivel de actividad, la marcha de las cuentas públicas (acaso la madre de todas las batallas del área económica) y, por supuesto, de las derivaciones económicas de las elecciones legislativas venideras.

Luego del IPC de 1,3% de abril, la inflación volvió a calentarse en el margen durante junio, que entregaría una cifra cercana a 1,5%-1,6%. ¿Cómo lo explica?

No hubo ajustes tarifarios, las tasas están altas, no hay exceso de demanda? En principio hay que aguardar a la publicación para conocer cuáles son los rubros que traccionaron la suba en la medición oficial. Por el momento, y tal cual comentó el BCRA en su último comunicado de política monetaria, la inflación relevada por los indicadores de alta frecuencia que mide la entidad se ubica en línea con la inflación de mayo aunque por encima de lo esperado para esta época del año, lo que justificó la decisión de mantener las tasas. De confirmarse un número en esa zona, la inflación se acercaría a la tendencia (atraso cambiario mediante) luego del salto en el primer trimestre vinculado a la corrección tarifaria, aunque ya hacia el último trimestre del año las subas en gas natural y electricidad ya estipuladas por el Ministerio de Energía, junto a una eventual corrección en transporte público podrían generar algún impacto adicional sobre la inflación mensual en un período de alta estacionalidad. En cualquier caso, es evidente que quebrar la tendencia utilizando sólo el instrumento de la tasa de interés es mucho más complejo en una economía que presenta distorsiones heredadas a nivel macroeconómico (precios relativos y alto déficit fiscal), un alto grado de indexación a la inflación pasada y con expectativas adaptativas en la formación de precios y salarios (puja distributiva), lejos todavía del final del camino del esquema de metas de inflación que representa la transición hacia expectativas forward-looking.

¿Cómo viene el nivel de actividad? El dato de las Cuentas Nacionales del primer trimestre fue muy positivo, pero el miércoles el EMAE de abril mostró un estancamiento versus marzo?

Respecto al dato del EMAE, si bien reflejó un estancamiento en abril respecto a marzo, debe tenerse en cuenta que se trata de un dato preliminar, sujeto a revisiones, y del cual recién se dispondrá de un dato definitivo con la segunda revisión de las cuentas nacionales del segundo trimestre. En el segundo y el tercer trimestre, con la aceleración en la ejecución de la obra pública, las inversiones en sectores que recibieron señales de precios (como el sector energético) y la mejora del salario real frente a la combinación del impacto de las paritarias con la desaceleración en la inflación general, veremos una mejora en los números de crecimiento trimestral desestacionalizado, consistentes con una expansión del PIB de 2,9% para todo 2017.

¿Cómo están las cuentas públicas? Hacienda jura y perjura que la situación está mejorando, pero los consultores no ven señales de consolidación fiscal y dicen que es la pata más floja del modelo M?

El dato de mayo reflejó una suba en los ingresos tributarios de la Nación de 14%, frente a un crecimiento del gasto primario de 24%, las prestaciones sociales de 35% y las jubilaciones propiamente dichas de 43%. Aun cuando en el mes operaron factores puntuales que ubicaron la recaudación por debajo de la tendencia (como el cambio en el calendario de pagos de Ganancias y Bienes Personales), la dinámica de ingresos y gastos refleja el desafío que implica, con la actual presión tributaria y estructura del gasto primario, avanzar en una corrección fiscal en simultáneo a una desinflación acelerada. Vale recordar que actualmente alrededor de la mitad de las erogaciones primarias (jubilaciones, asignaciones y otras prestaciones sociales) se encuentra indexada a la nominalidad pasada vía la Ley de Movilidad Previsional, mientras una parte considerable de los ingresos se encuentra vinculada a la nominalidad presente (por definición, menor a la pasada en un contexto de desinflación). Agregando complejidad al “sendero” de corrección fiscal, se suman los senderos de reducción en la presión tributaria en Ganancias Personas Físicas, Derechos de Exportación y Bienes Personales, y la devolución gradual de recursos a las provincias que hasta 2015 se destinaban a financiar al sistema previsional.

El futuro, es decir, octubre o, mejor dicho, noviembre estará muy influido por lo que digan las urnas. ¿Qué pasa si gana Cambiemos y qué pasa si CFK da un batacazo?

En términos de activos financieros, ciertamente el mercado se encuentra midiendo el pulso de las elecciones, y es posible que (antes de octubre) siga muy de cerca la evolución de las encuestas en las próximas semanas y el resultado en las PASO. En principio, la confirmación de los precandidatos el último fin de semana no registró mayor impacto sobre los precios de los activos de renta fija y variable, aunque puede haber registrado un impacto inicial acotado en el mercado de cambios. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que se trata de una elección legislativa, cuyo resultado termine probablemente sujeto a la interpretación de cada parcialidad, y en un contexto en el que existen factores estructurales como el exceso de liquidez a nivel global, los bajos niveles de deuda en el mercado a PIB (a pesar del considerable aumento en el último año y medio) y valuaciones relativas de la mayor parte de los papeles de renta variable (en la comparación con la región) y la magnitud de la brecha fiscal que seguirá financiándose con ingreso de divisas desde el exterior (dando amplio margen, no sólo al BCRA sino también al Tesoro, para moderar una volatilidad excesiva del tipo de cambio) frente a la reducción en el financiamiento monetario.

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