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El yin y el yang del mercado automotriz sudamericano

08 marzo de 2017

Desde hace años el sector automotriz vive un fenómeno caracterizado como Brasil- dependencia, en el que prácticamente la suerte de la industria está relacionada con la mayor o menor demanda del vecino país. Pero desde fines de 2016 se sumó un nuevo factor, y es que Brasil y Argentina tienen en este mercado un comportamiento inverso. Mientras aquí se observa fuerte caída en la producción, con caída de exportaciones pero buen nivel de patentamiento, en Brasil el mercado interno está deprimido, pero la fabricación crece y las exportaciones, literalmente vuelan.

La situación describe una especie de yin y yang entre ambos países, con un panorama que, todo indica, se mantendrá por los próximos meses. Según las últimas estadísticas de producción elaboradas por la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en febrero se produjeron 24.036 unidades, 10,2% menos que en enero y 29,7% de contracción frente al mismo mes del año anterior. Por su parte, las exportaciones alcanzaron los 12.931 vehículos, que representan una mejora de 32,6% comparado con enero, pero una caída del 8,8% en comparación a febrero de 2016.

En cuanto al patentamiento, de acuerdo al relevamiento de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), en febrero se registraron 57.205 unidades, un crecimiento de 19,1% interanual. Si se toman los datos del primer bimestre, el dato duro habla de 152.379 unidades, lo que representa un avance del 44,1% frente al mismo período del año anterior.

Panorama incierto

“Por el lado de la venta de autos hay ánimo de consumo de bienes durables, principalmente en algunos segmentos específicos de la industria, todo lo que es vehículos comeciales y livianos (para logística y distribución), que están traccionando mucho, sumado a un tipo de cambio que favorece posiciones al ingreso de vehículos importados, asegura Franco Roland, analista de mercado automotriz de Abeceb.

Agrega que “tuvimos una fuerte penetración de vehículos brasileños en Argentina durante el primer bimestre”, y aclara que esto se potenció porque en lo que son vehículos de entrada (autos de US$10.000/12.000) ya no se producen en el país y así “todo lo que es gama de entrada quedó radicado en Brasil”.

En cuanto al país vecino, la producción se está recuperando pero los patentamientos están cayendo mucho. “En cierta forma se nota que Argentina comenzó con una reversión de la tendencia bajista del ciclo económico y Brasil todavía no da señales claras de eso”, explica Roland.

Señal de ajuste

En estos momentos varias terminales han suspendido personal, frente a la caída de la actividad, y los empleados afectados ya se cuentan de a miles. Pese a ello, el analista prevé cierta recuperación en algunas empresas, aunque advierte que “todavía es muy incierto esperar un rebote a muy corto plazo”. Pronostica un segundo o tercer trimestre del año en los que “la producción recobre dinamismo, sobre todo en base a la exportación a terceros mercados, que no sean exclusivamente Brasil”.

El Gobierno reconoce que la caída del mercado brasileño arrastra a toda la industria. Y para contrarrestar ese impacto anunciará en las próximas semanas un ambicioso plan de competitividad

sectorial, para llegar a producir un millón de unidades y proyectos de inversión por US$5.000 millones en 2020, así como la diversificación de mercados. Dicen que el sector tiene capacidad instalada para eso. Habrá que ver si puede aguantar sin la tracción de demanda que significa Brasil, al menos por ahora.

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