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“Estamos segundos en ventas”

16 febrero de 2017

Entrevista a Ricardo Handziak, Presidente de Cooperativa Liebig

En diálogo con El Economista, Ricardo Handziak, presidente de la Cooperativa Liebig, famosa por sus yerbas Playadito, analizó la situación actual del sector yerbatero y contó cuáles son sus proyectos para este año, entre los que se destaca la construcción de un aserradero para procesar madera, lo que generará mano de obra en esa zona de la provincia de Corrientes.

¿Cómo se encuentra posicionada hoy la Cooperativa Liebig a noventa años de su fundación?

Empezando por el aniversario, hace muy poco cumplimos los noventa años, el diecinueve de diciembre de 2016. Sin embargo, parecería que toda esa cantidad de tiempo transcurrió tan solo en algunos meses. La cooperativa creció de tal manera que hoy nos encontramos en el segundo lugar en ventas a nivel nacional en el mercado interno con nuestra línea de yerbas Playadito. Esto nos llena de orgullo, ya que se trata de una entidad con ciento veintiún asociados y más de doscientos empleados, y todo lo que generamos se distribuye.

¿Qué otras producciones realizan además de yerba mate?

Ya hace algunos años diversificamos y producimos miel, hacemos ganadería, tenemos forestación. Asimismo, elaboramos para supermercados en nuestra localidad, Colonia Liebig. Tenemos una sala de apicultura que es una de las más grandes de Corrientes. Y, además, estamos próximos a instalar un aserradero cooperativo, para procesar la madera de la cooperativa y de los asociados en particular.

¿Qué proyectos tiene la empresa para este año?

En este 2017 queremos acrecentar los beneficios para el productor, el asociado, el personal y la empresa. Que la cooperativa siga creciendo y se afirme como ya lo está haciendo, dado que volcamos toda la ganancia aquí y en la localidad. Además del aserradero, que es muy importante para nosotros, también apuntamos a agrandar la planta de estacionamiento de yerba mate, para la que cada vez trabajamos más, ya que buscamos que el producto sea realmente lo que el consumidor se merece. Todo esto generará más mano de obra en la zona. En Colonia Liebig hay muy baja desocupación, hay muchas fuentes de trabajo, incluso llega gran cantidad gente desde otras zonas a instalarse porque la cooperativa genera mano de obra directa e indirecta. Paralelamente, relanzamos la yerba premium, que es un producto que sacamos a la venta con motivo de los ochenta años, pero en 2016 le dimos una especie de segundo nacimiento con una presentación en Coninagro. A mi criterio, es la mejor yerba que existe hoy en el mercado.

Hace poco se reavivó el reclamo por la baja rentabilidad que atraviesa gran parte del sector yerbatero. De hecho, el Instituto Nacional de la Yerba Mate le pidió a Agroindustria que se reduzca la cantidad de palo para subir los precios de la hoja verde. ¿Cómo lo analiza?

Esos problemas siempre existieron, son cíclicos. Lo que pasa es que en la actualidad se generó un conflicto que, a mí criterio, tiene que ver con la posibilidad de una pequeña sobreproducción de hoja, aunque tampoco sabemos si esto es cierto. Se espera que en 2017 y en adelante vuelva a suceder, cada diez años se registra una superoferta, aunque después se normaliza. Lo que ocurre en estos casos es que los precios de la materia prima se deprimen. En ese sentido, algunos productores sostienen que hay que mermar el palo y otros se fijan en la cantidad de polvo en el paquete. Nosotros somos una cooperativa que funciona muy bien, pero es cierto que los problemas son de todos: productores; tareferos, que son los peones que cosechan; secaderos, molinos. No somos ajenos a eso.

Las modificaciones macroeconómicas que aplicó el Gobierno Nacional en 2015, ¿tuvieron impacto en la cooperativa?

En el tema de las retenciones nos ayudó, pero solamente en la medida en que exportamos. Nuestras ventas externas son muy bajas: alcanzan nada más que el 1%. Somos pequeños y medianos productores. De cualquier manera, todo lo que sea para bajar costos y nos permita desembolsar menos nos ayuda.

¿Tienen vínculo con el Gobierno?

Todos los pedidos que tuvimos que elevar al Ejecutivo los hicimos a través de la Mesa de Enlace, ya que el vicepresidente de la Cooperativa Liebig, Orlando Stvass, es tesorero de la entidad por intermedio de la Federación de Cooperativas de Corrientes. En cuanto al INYM, la verdad es que tenemos pocos reclamos que hacerle, nos va muy bien, aunque vemos que en otros sectores, tanto en yerba como en otros segmentos, hay muchos pedidos.

El factor climático dañó y provocó pérdidas en gran parte de la actividad agropecuaria del país, ¿afectó también en esa zona de Corrientes?

No, para nada. El tema climático no nos afectó, porque estamos en una región en donde cuanto más llueve, más nos beneficia. El relieve de la tierra aquí se compone de lomas y bajos, y la yerba está ubicada en las lomas. Por supuesto que si se registra una sobre abundancia de agua la hoja querrá caer, pero no es algo grave. Lo cierto es que las precipitaciones en verano nos ayudan, porque la yerba brota más y crece mejor. Contrariamente, en invierno, cuando hay muchas heladas, o entre noviembre y diciembre, cuando suele haber alguna granizada, se producen perjuicios en la producción.

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