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Aranguren anuncia suba y economistas miden impacto

31 enero de 2017

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, hoy despejará la incógnita que preocupa a economistas y consumidores por igual: cuál será el porcentaje en qué aumentarán las tarifas de energía eléctrica para usuarios residenciales de la Ciudad de Buenos Aires y alrededores. La suba, primera del año para los servicios públicos y segunda para la energía eléctrica desde el fin del congelamiento de tarifas a principios del año pasado, comenzará a regir a partir de mañana mismo, primer día de febrero.

¿Qué esperar?

En la audiencia pública de mediados de diciembre en la que se puso en discusión el cuadro tarifario para los próximos cinco años para el segmento de distribución en el marco de una Revisión Tarifaria Integral (RTI) más amplia, en la cual se debatieron también el transporte y la generación las empresas reclamaron subas muy dispares según el nivel de consumo.

En aquella oportunidad, Edenor solicitó subas de entre 36% y 100% para siete de cada diez de sus usuarios. Edesur, por su parte, había propuesto incrementos de un mínimo de 91% a un máximo de 130% y 91% para buena parte de sus clientes. De todos modos, lo que todavía se desconoce, y es lo que el ministro Aranguren develerá hoy, es cuál será la suba resuelta finalmente y el impacto medio que terminará teniendo la mayoría de los hogares. Algo que en los últimos días calibraban además del ministro, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y sus vicejefes y coordinadores de la política económica, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.

Durante la audiencia de diciembre pasado, el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, anticipaba que los usuarios de menor consumo (hasta 150 kW/h por mes) tendrían una suba de $ 30, los de entre 150 kW/h y 300 kW/h por mes percibirían un aumento de $ 110 promedio, los de entre 300 y 600 kW/h pagarían $ 150 más, y los usuarios de mayor nivel de consumo, recibirán una suba de $ 430 mensuales. El promedio, según el ministro, sería un incremento de $ 130 en las facturas, con picos de hasta $ 430 para los de consumos más altos.

El esperado anuncio estará a cargo del ministro Aranguren y será a partir de las 11.30 en el Palacio de Hacienda. Como en oportunidades anteriores, probablemente lo acompañen Sruoga y el subsecretario de Política Tarifaria, Andrés Chambouleyron, entre otros funcionarios de su gabinete.

Impacto inflacionario

Cuando el año pasado el Gobierno anunció las primeras subas de tarifa de energía eléctrica y gas, la inflación se disparó por varios meses. La corrección de diferentes precios relativos desde la salida del cepo cambiario con devaluación hasta la suba de tarifas de servicios públicos mantuvieron el índice de precios mensual por encima del 2% todo el año, hasta el último trimestre.

En contraste, las consultoras privadas esperan que esta nueva suba tenga un efecto mucho menos sobre la tasa de inflación, tanto porque la suba sería menor esta vez, como porque estará dividida entre febrero, con el incremento en las facturas de electricidad y abril, cuando aumentarán las correspondientes al gas. Y el dólar estará quieto.

Así, según Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis, el impacto sobre el IPC de la suba de tarifas que comenzará a regir desde mañana será de apenas 0,4% en febrero. Del mismo modo, Martín Polo, economista jefe de Analytica, calcula en entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales el traslado a precios de la modificación tarifaria. Ambos, por su parte, estiman que la suba de combustibles habrá sido amortiguada casi por completo durante enero y apenas habrá un efecto de alrededor de 0,08%.

Según Federico Furiase, del Estudio Bein, el impacto sería algo superior. “Nuestra estimación preliminar se ubica en torno a 0,63%”, dice, y lo vincula con la tarea del BCRA. “Parece que va a tener que seguir manteniendo el sesgo contractivo de la política monetaria para acotar los efectos de segunda ronda de la corrección tarifaria que queda por delante y para reducir el componente de la inercia en las negociaciones paritarias que se acercan, intentando así acercar las expectativas de inflación hacia la meta de este año”.

De este modo, dada una inflación núcleo de alrededor de 1,4% a 1,5%, la inflación mensual en el segundo mes alcanzaría rondaría algún lugar entre 1,7% y 2%.

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