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Más integración, la respuesta a la antiglobalización

23 diciembre de 2016

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó ayer su informe anual sobre el panorama de la inserción internacional de la región en 2016, en el que convoca a los países a adoptar “una respuesta proactiva” ante “las tensiones de la globalización y la creciente incertidumbre en el escenario económico mundial”, reflejadas en fenómenos como el triunfo de Donald Trump, el Brexit o el ascenso de líderes populistas con discursos adversos al libre comercio y la globalización. En ese sentido, el informe también llama a salir del “persistente sesgo recesivo y proteccionista que ha llevado a una coyuntural especialmente difícil para las economías de la región” y convoca a los países a apostar por la “integración intrarregional”, la diversificación y la inserción en las cadenas de valor.

“Debemos diversificar la estructura productiva de América Latina y el Caribe para impulsar la recuperación económica. Hay que seguir apostando a la diversificación, a las cadenas de valor, a las cadenas productivas como fundamento y a la integración intrarregional, que hoy son más necesarias que nunca”, declaró en Santiago de Chile, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, durante la conferencia de prensa en la que se presentó el documento.

La situación actual

Según el organismo, el proteccionismo de los países de la región en los últimos años ha llevado a “una coyuntura especialmente difícil para las economías de la región, que deberán rediscutir su patrón de inserción internacional, el que desde hace años se ha transformado en una restricción estructural al crecimiento de largo plazo”. El riesgo de no hacerlo, advierte, es perder los “logros sociales” de la década previa.

En ese marco, la dinámica del comercio exterior en la región mostrará su peor desempeño en ocho décadas este año, con una contracción ?por cuarto año consecutivo? de 5% en el valor de sus exportaciones, como consecuencia del menor dinamismo de la demanda mundial. Una cifra menor a la que se registró el año pasado, de 15%, y menor a la contracción que sufrirán las importaciones en 2016, de 9,4%.

Pero más preocupante aún, señala el informe, es que la reducción del comercio intrarregional, de 10% según las estimaciones del organismo para este año, será mayor a la caída de las exportaciones al resto del mundo, como viene ocurriendo consecutivamente en los últimos tres años.

“Esta situación afectará al comercio de todas las subregiones y esquemas de integración, en especial en América del Sur, y es particularmente preocupante si se considera que América Latina y el Caribe es el principal receptor de los envíos manufactureros de la propia región”, señala, por lo que “la debilidad del comercio intrarregional limita el potencial para avanzar en materia de diversificación exportadora”.

El futuro

Hacia adelante, pronostica el informe, las exportaciones se seguirán viendo afectadas por el impacto de la desaceleración de China sobre la demanda y los precios de las materias primas, así como el bajo dinamismo de la economía mundial, mientras que las importaciones estarán limitadas por la lentitud con que se dará la expansión económica regional. Por ende, para los próximos tres años la Cepal proyecta una modesta recuperación del comercio regional, con una tasa media anual de crecimiento cercana al 3%, tanto en las exportaciones como en las importaciones.

Es en este contexto en el que el informe señala que “es urgente la implementación de políticas públicas y proyectos de inversión que promuevan el desarrollo de sectores exportadores más sofisticados y menos sujetos a la volatilidad de precios que la actual canasta exportadora regional” y “retomar con mayor fuerza la agenda de integración regional, explorando la convergencia entre las iniciativas en curso y superando los bloqueos políticos que la dificultan”.

“Ello implica reconocer los cambios tecnológicos en la estructuración de las cadenas de valor y la organización de las actividades productivas, incorporando plenamente las tendencias hacia la manufactura avanzada y la Internet”, propone sobre el primer punto. La integración, por su parte, “permitiría aprovechar economías de escala en sectores que las requieran, responder proactivamente a la conformación de macrorregiones a nivel mundial y desarrollar un mercado digital regional que siente las bases para crear plataformas de búsqueda y distribución de contenido, así como redes sociales, capaces de competir mejor en el escenario regional”.

Estas políticas, concluye el informe, son particularmente relevantes en un momento en el que “es manifiesta la ineficacia de la gobernanza global para enfrentar los persistentes desequilibrios comerciales, financieros y regulatorios que ya afectan fuertemente a los países desarrollados y comienzan a impactar a la región”.

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