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Macri ratificó estilo, rumbo y gabinete en el retiro de Cambiemos

05 diciembre de 2016

Nada nuevo bajo el Sol, podría decirse. Por la ausencia de cambios en la impronta del Gobierno. Y por la continuidad del presidente Mauricio Macri con una línea histórica en su forma de hacer política, ya mostrada en sus ocho años en el Gobierno de la Ciudad. Aquella que persiste en la idea de trabajo en equipo, más allá de los contrapuntos que puedan existir entre algunos de sus miembros; y que ratifica nombres, más allá de las controversias respecto de sus desempeños. En el retiro espiritual en Chapadmalal, Macri no hizo algo distinto: intentó mostrar unidad en su gabinete, consustanciación con su idea de Gobierno y optmismo luego de un año de gestión donde el balance tiene varios nubarrones.

Entre las ratificaciones, más explícitas en este caso, la de los contornos de la propia alianza de gobierno, luego de las declaraciones del reelecto presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Con presencia de socios radicales y una apuesta por revalidar el espíritu de Cambiemos. Lo mismo que el rumbo de la política. “Para mí, 8 es una buena nota, que siempre marca también que uno puede y debe seguir mejorando, pero está basada en que hemos logrado cosas importantes en este año”, dijo el Mandatario, al cerrar la conferencia de prensa que brindó junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el complejo turístico ubicado a 100 metros del mar y a 23 kilómetros al sur de Mar del Plata.

Expectativas

Los indicadores económicos y sociales no fueron buenos para el país durante este primer año. Como lo muestran las propias cifras del Indec en varios ítems. Y la percepción de la sociedad, en la mayoría de las encuestas de opinión. En esos mismos sondeos, no obstante, el Gobierno sigue mostrando buenas performances en términos de expectativas respecto del año próximo. Al respecto, Macri consideró que “lo principal del aprendizaje de 2016 es entender que esto es un proceso que requiere cambios pero requiere tiempo”. Y señaló que durante la campaña electoral del año pasado “se generó una expectativa de cambio mágico” y pidió alejarse de “cualquier atajo” porque, de otra forma, el país se va “a volver a pegar la piña”. En cuanto a los logros de su gestión, el Presidente destacó el hecho de “volver a relacionarnos entre los argentinos, dialogando y diciéndonos la verdad”, “lograr el diálogo también con el mundo” y “haber sincerado todas esas bombas que nos habían dejado en la economía” para “estar listos para crecer el año que viene”.

En cuanto a los desafíos, señaló que una de las “prioridades” del gobierno para el próximo año es “ratificar este compromiso de servicio público”, y destacó la importancia de seguir “una agenda de cambios”. Y pidió “no tener miedo a las corporaciones y poderes que quieren conservar sus privilegios”, y alentó la construcción de espacios de diálogo como la mesa por el empleo y la producción, de la que dijo que “hay que darle cada vez más contenido” y “generar trabajo de calidad para reducir la pobreza”.

Armados

El encuentro tuvo exposiciones de ministros, informes de situación especialmente preparados, momentos de relax y diálogo ameno entre los integrantes del gabinete de Macri y algunos dirigentes especialmente invitados. Todo, en un contexto de informalidad. Los radicales tuvieron, por caso, tuvieron su presencia, con los presidente de los interbloques de Cambiemos en el Senado, el chaqueño Angel Rozas, y en Diputados, el cordobés Mario Negri, además de los ministros Oscar Aguad, José Cano, Julio Martínez y Ricardo Buryaile. No así, dirigentes de la Coalición Cívica. La diputada nacional Elisa Carrió, su líder, partió el mismo viernes a Estados Unidos para disertar sobre blanqueo. La cuestión de los armados para el año próximo, precisamente, había generado algún recelo entre los aliados. En especial, a partir de las declaraciones de Monzó y su intención de incorporar dirigentes peronistas a la estrategia de Cambiemos. La especie fue desechada de plano en el encuentro, con distinto nivel de énfasis. Tanto como la idea de realizar cambios para “oxigenar el gabinete”. “Es la visión de él, pero no la comparto. Estoy contento con el equipo”, fue la respuesta de Macri sobre los dichos de Monzó. “Cualquier incorporación tiene que compartir nuestros valores”, agregó, y dijo que Cambiemos es “un espacio abierto” al que jamás dejará de “convocar a gente maravillosa”, pero que “no se trata de amontonar, sino de coherencia, compromiso en objetivos, ética y capacidades”.

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