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El FpV le puso fecha límite al Gobierno

15 diciembre de 2016

Por la mañana, el jefe de Gabinete Marcos Peña y el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, convocaron a una serie de reuniones para retomar el diálogo y encauzar las negociaciones por Ganancias a partir de los “pisos de acuerdo” existente. La CGT, entre ellos. “Fuimos los primeros que mandamos un proyecto al Congreso y lo incluimos en las extraordinarias. Queremos abrir mesas de trabajo y llegar a un acuerdo, siempre dentro de la responsabilidad institucional que todos tenemos”, señaló Frigerio, en un tramo de la conferencia.

Por la tarde, llegó la respuesta de una parte de la oposición. El Frente para la Victoria, que había intentado avanzar con un dictamen propio y ratificar la media sanción de Diputados, marcó algunas condiciones al diálogo y le puso una fecha límite al Gobierno para presentar una propuesta que pueda ser consensuada. “Este tema no puede dilatarse indefinidamente”, señaló Miguel Angel Pichetto, presidente del bloque y actor clave para que el oficialismo ganase tiempo en la negociación. La presión de algunos gobernadores justicialista había hecho posible la ampliación del margen para el Gobierno; la presión de algunos senadores para no extender indefinidamente la discusión, marcó esos límites. El miércoles 21 sería la fecha límite. Si el Gobierno no presenta un proyecto superador, que pueda ser consensuado, la oposición avanzaría “con o sin dictamen” con el proyecto que llegó de Diputados.

Más tarde, se supo que el presidente Mauricio Macri había recibido en la Quinta Presidencial de Olivos al exsecretario general de la CGT, Hugo Moyano. Con ascendencia entre gremios importantes de la central unificada y peso propio en el mundo sindical, la reunión pareció un gesto para abrir la nueva ronda de negociaciones, que el Gobierno considera clave para destrabar la discusión, sufrir el menor costo político posible y recibir el menor impacto en términos fiscales, preocupación que también comparte con las provincias.

Convocatoria

“Es evidente que el Gobierno tiene la intención de mejorarlo. Fuimos los primeros que mandamos un proyecto al Congreso y lo incluimos en las extraordinarias. Queremos abrir mesas de trabajo y llegar a un acuerdo, siempre dentro de la responsabilidad institucional que todos tenemos”, señaló Frigerio, junto a Peña, al abrir la convocatoria. Venían con el mandato del presidente Macri y con el producto de la reunión previa en la que también participaron la vicepresidenta Gabriela Michetti y los vicejefes coordinadores Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. “El Presidente nos planteó la necesidad de convocar a los distintos sectores involucrados en esta discusión a buscar un acuerdo, una solución en el marco de la responsabilidad y seriedad”, sostuvo Peña. Michetti y Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, fueron los encargados de transmitir, en persona, el mensaje a los senadores.

En la misma conferencia, Peña valoró a los mandatarios provinciales, claves para que no prosperase el dictamen opositor el día anterior. “Queremos resaltar la actitud de los gobernadores que ayer expresaron su disenso con la ley, por la importancia de poder poner la importancia en estos debates de la seriedad, la sustentabilidad de todas las políticas y destacar la actitud del Senado, de Miguel Pichetto de plantear una vocación de diálogo”, señaló.

“Vamos a debatir de nuevo si hay consenso para gravar al juego con alguna alícuota extraordinaria y no desfinanciar al Estado. Tenemos que ser consistentes, hace pocas semanas se votó un Presupuesto y ahora tenemos que respetarlo”, sostuvo Frigerio. Y pidió buscar “fuentes alternativas del financiamiento si queremos modificar lo que está planteado en todos los proyectos”.

Respecto a Sergio Massa, líder del Frente Renovador, las declaraciones también fueron conciliadoras. “Sergio es el líder de uno de los bloques más importantes de la Cámara de Diputados, tiene permanente contacto con nuestro presidente de la Cámara de Diputados (en referencia a Emilio Monzó) y es uno de los dirigentes políticos más importantes de la oposición. Tenemos un diálogo permanente con él”, sostuvo Frigerio.

Límites

La convocatoria del Gobierno tuvo su eco en la oposición y no fue todo lo bienvenida que el oficialismo esperaba. Lo que le cuestionan varios bloques es la modalidad elegida de las reuniones, que traerían una dilatación mayor de las definiciones. El FpV, por caso, pretendía que fuese multisectorial: que confluyeran al mismo tiempo los gobernadores, los legisladores y la dirigencia sindical. La propuesta del Gobierno fue ofrecer, en cambio, reuniones bilaterales, mano a mano con cada uno de los representantes de los sectores involucrados. “Queremos hacer mesas de trabajo que puedan ofrecer una solución. Si juntamos a 300 personas es difícil trabajar”, había dicho Frigerio, en uno de los tramos cuestionados de la conferencia.

“Este tema no puede dilatarse indefinidamente”, señaló Pichetto, ya en recinto, antes de que se tratase la ley de Emergencia Social. “Esto no es un instrumento de coacción, pero entendemos que antes del miércoles debe haber un instrumento sobre la mesa que permita al Senado articular una solución al tema”, señaló Pichetto al comienzo de la sesión. “Antes del miércoles tiene que haber un instrumento en la mesa que tenga consenso de los sectores de trabajo y de los gobernadores de provincia. Y que permita que el Senado pueda articular una solución que sea tratada también en Diputados antes de fin de año”, señaló Pichetto al comienzo de la sesión. El miércoles 21 es la fecha límite, con pedido de preferencia para debatir el tema “con o sin dictamen”.

Actores

Como se dijo, los gobernadores fueron clave en la postergación del tratamiento en el Senado. El perjuicio fiscal a sus arcas provinciales, dado que Ganancias es un impuesto coparticipable, fue el motor de los resguardos. Azuzados, de alguna manera por el Gobierno y el trascendido que dejó correr de que no vetaría la ley que surgiese. Ayer algunos de ellos volvieron a mostrar su inquietud. El del Chaco, Domingo Peppo, por ejemplo, aseguró que al proyecto “le falta un análisis más profundo de los números” y reivindicó la posición tomada junto a otros gobernadores “en beneficio de la gobernabilidad de las provincias y no en contra de los trabajadores”. “No podemos estar cambiando las reglas cada cinco minutos,” sostuvo el sanjuanino Sergio Uñac, mandatario de una de las nueve provincias mineras argentinas. Y afirmó que si el Senado aprobaba la media sanción del proyecto de Diputados “ninguna provincia minera podía ir a decirle al sector inversor extranjero que nosotros somos un país serio”.

El mandatario chubutense, Mario Das Neves, a su vez, se mantuvo en sus críticas. “Hay que pensar un poquito más en la gente. Es una cuestión muy de fondo porque está afectando a miles de trabajadores”, sostuvo. Y volvió a cuestionar al Gobierno: “Se tomaron decisiones de beneficiar a las mineras, al campo, a Edesur y Edenor, y no nos consultaron. A mí me molestó eso. Fui yo el que fue a la Casa Rosada a decirlo”, señaló.

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