“Perdí yo. Mi gobierno termina acá”. Esas fueron las primeras palabras de Matteo Renzi cuando se confirmó que su propuesta de reforma constitucional había sido derrotada en el referéndum que se realizó ayer en Italia. El triunfo del no, que era alentado por fuerzas populistas, abre un nuevo interrogante sobre el futuro político italiano. Como era de esperar, los mercados financieros tomaron mal noticia y el euro cayó fuerte cado se empezaron a conocer los primeros resultados. Y todo indica que hoy no será un día tranquilo para los mercados europeos. Fue otra mala jornada para el Círculo Rojo porque la mayoría del establishment, empezando por la poderosa Confindustria, apoyaba la propuesta del Gobierno.
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Europa vive una etapa de elecciones relevantes. Ayer, hubo un empate porque en Austria perdió el populismo aunque el peso de uno y otro es incomparable. Y el año que viene será el turno de Francia, Alemania y los Países Bajos. Y ahora habría que sumarle a Italia a partir del camino que decida recorrer el Presidente, Sergio Mattarella.
El fantasma que recorre Europa en estos momentos es el del populismo asentado en datos económicos decepcionantes. Los números de Italia son concluyentes al respecto. Fue uno de los países con peor desempeño en los últimos años y eso agudizó el cuestionamiento hacia la dirigencia política tradicional. Por eso, ayer el rechazo no fue sólo a un proyecto de reforma de la Constitución.
