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El boom corporativo en el exterior habría llegado a su final

30 noviembre de 2016

por Lenadro Gabin

Para gran parte del mercado financiero, lo mejor de las emisiones corporativas argentinas ya quedó atrás. Lo que sea que venga será menos cantidad y aceptando tasas más altas. A estas conclusiones llegaron hace pocas semanas especialistas de Wall Street que se reunieron en un evento de Emerging Markets Traders Association (EMTA) sobre el futuro de los bonos corporativos, en la ciudad estadounidense de Boston.

“La historia de los corporativos argentinos ya está”, decretó Sam Epee-Bounya, de Wellington. “En años anteriores, estas empresas se habían ajustado a las realidades económicas, y vivían dentro de sus posibilidades, con un bajo nivel de apalancamiento. Firmas como YPF siguen siendo buenas compañías, pero ya no tiene tanto potencial al alza”, recalca.

Paolo Valle, de Asset Management de Manulife, estuvo de acuerdo en que es “difícil ser muy optimista después de la cantidad de deuda argentina que se ha emitido”. “Tenemos que ser pacientes y realistas acerca de lo que pueden lograr”, agregó. Mientras que, en sintonía con los dos, Jacob Steinfeld, de JPMorgan afirmó que los retornos de 2016 para empresas argentinas serían difíciles de lograr en 2017.

Las empresas argentinas colocaron en los mercados internacionales US$ 6.000 millones este año. Entre los emisores más importantes están YPF, con US$ 2.100 millones (líder de todas las emisiones corporativas sujetas a Ley de Nueva York), seguido por Banco Hipotecario, Petrobras Argentina y Cablevisión con US$ 500 millones cada una. A la lista se sumaron Banco Macro con un bono de US$ 400 millones a una tasa de 6,75% anual, y Compañía General de Combustibles (controlada por Corporación América), con otros US$ 375 millones.

“Hemos tenido un año agotador hasta ahora: la Argentina regresando al mercado, el drama petrolero venezolano sin saber si tenían dinero para pagar hasta unos días antes ... y quién habría adivinado que las emisiones brasileñas rebotarían 20% en noviembre “, comentó Anne Milne de Bank of America Merrill Lynch, en su discurso de apertura. Con buenos resultados desde el año hasta la fecha, superando las expectativas del consenso, pidió a los panelistas opiniones sobre la dirección futura del mercado.

“Esperamos una compresión de spreads en 2017, pero más gradual y con más volatilidad”, añadió Sarah Leshner Carvalho, de Barclays Capital. La estabilización general en los países emergentes, incluyendo Brasil, fue también favorable a los activos corporativos. Y especificó que “no estamos muy preocupados por una burbuja emergente en corporativos”. Mientras que Epee-Bounya expresó quizá la postura más cautelosa del panel, cuestionando algunas valoraciones corporativas aunque él también reconoció que la compresión adicional era “bastante posible”.

Para las empresas argentinas, que el contexto internacional no sea el mejor resulta un problema. Según la calificadora Moody's, las empresas argentinas aún deben refinanciar cerca de US$ 1.500 millones en lo que resta de 2016 y otros US$ 1.976 millones en 2017. La cifra se elevaría a US$ 7.115 millones si se consideran los vencimientos de obligaciones financieras más allá del 2017. Esto hace que sea un tema relevante para las empresas el acceso a los mercados externos a precios atractivos dado el abultado vencimiento que tendrán que manejar el año próximo.

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