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El agro busca nuevos mercados

18 noviembre de 2016

En los once meses que lleva al mando del país, el gobierno de Mauricio Macri dejó en claro que le interesa recuperar las relaciones internacionales, un objetivo que reflejó, principalmente, en el sector agroalimentario. Es que desde que desaparecieron las restricciones como los cupos para la exportación, el cepo cambiario y las retenciones, la actividad mostró un fuerte despegue que se observó en la liquidación de divisas, que en octubre con más de US$ 20.000 millones superó el total alcanzado en 2015.

Si bien esa es solo una parte de la historia, ya que las ventas corresponden a la producción de granos, el Ministerio de Agroindustria emprendió este año una serie de giras comerciales por distintos países para abrir mercados en distintos segmentos. La idea que sobrevuela es la de incentivar a las economías regionales, ya que resultó el sector más golpeado por los aumentos en las tarifas y la apertura de importaciones, además de la creciente brecha que existe entre el precio que cobra el productor y la góndola.

Nuevos negocios

En el marco de una misión por Latinoamérica, funcionarios del Ministerio de Agroindustria visitaron esta semana México y Colombia con el fin de buscar consensos para incrementar las exportaciones y “reinsertar a la Argentina en el mundo”, una de las frases que más repiten tanto el presidente como el ministro Buryaile en sus discursos.

En el primer destino, se negociaron cuestiones de acceso a mercados, medidas sanitarias, reglas, propiedad intelectual, inversión y comercio de servicios, y se habló de una posible ampliación y profundización del Acuerdo Comercial entre Argentina y el estado mexicano (ACE6). De hecho, a comienzos de mes una delegación de ese país visitó Buenos Aires para reforzar los negocios, dado que desde 2008 se registra una balanza bilateral comercial negativa, que en 2015 fue de US$ 1.004 millones y en los primeros ocho meses de este año llegó a US$ 638 millones. En ese sentido, se pretende conseguir el ingreso de lácteos, frutas y vinos locales, al tiempo que se espera concretar la venta de carne vacuna, semen y embriones bovinos, cítricos y trigo.

En Colombia, por ser la primera vez, las reuniones fueron algo más personalizadas, dado que participaron directivos de veinte empresas que dialogaron con pares y, además, los secretarios de Mercados Agroindustriales, Marisa Bircher; de Agregado de Valor, Néstor Roulet y de Mercados Agropecuarios, Jesús Silveyra, fueron recibidos por el viceministro de Agricultura, Juan Pablo Pineda, y el secretario de Comercio, Andrés de la Cadena, quienes aprovecharon para avanzar en acuerdos de cooperación agrícola a través de la transferencia de conocimiento y tecnología argentina para utilizar de manera eficiente las tierras que están en proceso de liberación por el acuerdo de Paz.

“Nuestra intención es obtener mejores accesos para poder tener similares condiciones de competitividad que las ofertas de otros países que exportan a Colombia”, señaló Bircher. En esa línea, Roulet subrayó que una de las maneras para que “recuperemos confianza es mostrando todo lo que somos capaces de hacer, y hoy el agregado de valor es un paso más para la evolución de los procesos productivos, con mayor empleo y tecnología”.

Buena proyección

Según la subsecretaria de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo, en 2025 la Argentina aumentará la elaboración de alimentos en el 1,5%, lo que marcará un superávit en ese aspecto. Esa industria constituye el 45% de los envíos con valor agregado y, sumada a las commodities, abarca el 60% de las ventas externas. Por eso, para la dirigente es importante que el país “redireccione en el futuro sus exportaciones agroalimentarias, ya que actualmente están dirigidas principalmente a los Estados Unidos y Europa, y en las próximas décadas los mayores demandantes de alimentos serán de Asia, África y países de América Latina”.

Nimo disertó ayer en una jornada de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y GS1, donde resaltó que en 2050 “la población mundial llegará a los 10.000 millones de habitantes, por lo cual habrá que hacer cambios fundamentales”. Si bien se refirió a la importancia del cambio climático y al uso de energías renovables, hizo un fuerte hincapié en la necesidad de desarrollar mejores estándares de calidad, ya que en el escenario comercial global cada vez hay mayores requerimientos, por lo que se vuelve muy difícil sobresalir. Por eso, mencionó como una nueva herramienta de diferenciación al sello de calidad “Alimentos argentinos. Una elección natural”, que será relanzado en 2017. Para ese entonces, el Gobierno apuntará a que esté presente en los envases de los productos, por lo que busca que las cadenas incentiven a los proveedores a incluirlo. Asimismo, citó al programa nacional Valoremos los Alimentos, que procura evitar pérdidas y desperdicios, y recordó el valor de la articulación público-privada en convenios que permitieron la reducción de sodio en alimentos procesados y la reducción de grasas trans.

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