Tras varias idas y vueltas, anuncios y cancelaciones, finalmente el Gobierno Nacional logró sentarse a la mesa con los supermercadistas ayer en el Palacio de Hacienda. En lo que fue una especie de cumbre de ministros, Alfonso Prat- Gay, titular de Hacienda y Finanzas; Ricardo Buryaile, de Agroindustria y Francisco Cabrera, de Producción se reunieron con los representantes de las asociaciones de supermercados ASU (Asociación de Supermercados Unidos), CAS (Cámara Argentina de Supermercados) y FASA (Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios). Según trascendió, el objetivo concreto del encuentro fue monitorear al sector para lograr “transparentar los precios y normalizar todos los eslabones de la cadena de comercialización, desde el productor hasta el consumidor final”, según informaron fuentes oficiales.
Inflación en alimentos
Si bien para Prat- Gay la inflación ya comenzó a bajar, el segmento de los alimentos aún no refleja señales de desaceleración, algo que preocupa cada vez más al Ejecutivo. Por eso, el funcionario se animó a exigirles a los empresarios una distribución más equitativa, sobre todo en lo que se refiere al sector primario. Es que hace tiempo que actividades como la lechería reclaman achicar la brecha que existe entre el precio pagado al productor y el de la góndola. En ese sentido, se habló de establecer reuniones de seguimiento y de trabajo en conjunto, con el fin de que al consumidor le lleguen mejores precios.
Leche y aceite, sobre el tapete
Buryaile se ocupó de los temás más candentes de los últimos días: la leche y el aceite. Por un lado, los tamberos piden menos compensaciones ? como las que se les otorgó a principios de año a modo de subsidio por el bajo precio percibido por litro de leche ? y mayor ordenamiento en la cadena, ya que los supermercados “se están llevando toda la ganancia”, según aseguran dirigentes del sector. Sucede que los productores están convencidos de que “la plata está en la cadena”, y afirman que no tienen por qué recibir dinero del Estado. En esa línea, el ministro destacó la necesidad de optimizar los tiempos de pago a las industrias, un punto que los empresarios se comprometieron a analizar. “Los lácteos vienen de una situación complicada originada fundamentalmente por los desastres climáticos que sufrió la cuenca lechera, a lo que hay que sumar los problemas en el mercado internacional, con el precio más bajo de leche en polvo de las últimas dos décadas. Se está trabajando en forma articulada para ver en qué medida podemos dar una mano en esta situación de crisis”, dijo Juan Vasco Martínez, de ASU.
En cuanto al aceite, se acordó que se mantendrán los precios acordados hasta fin de año y la extensión del fideicomiso. Así, se confirmó que los valores tendrán un tope del 4% para los productos tipo mezcla y del 6% para los de girasol. Además, se garantizó el normal abastecimiento de aceite y manteca.
