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Regulaciones laborales y mirada de género

Entrevista a Mariana Viollaz, Investigadora del CEDLAS.

22 junio de 2016

Para la doctora en economía Mariana Viollaz, existen diferencias en el cumplimiento de las regulaciones laborales cuando se trata de trabajadores hombres y trabajadoras mujeres, que responden no sólo a diferencias en el diseño de las regulaciones (como es el caso de la licencia por maternidad y la edad jubilatoria), sino también a las características disímiles que presenta el trabajo de hombres y mujeres y al contexto de débil control laboral existente en el país. En diálogo con El Economista, la investigadora del Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad de la Plata (CEDLAS) señala que “el resultado neto de la interacción entre las distintas regulaciones termina favoreciendo a los hombres” y alerta sobre el desplazamiento de las mujeres hacia la informalidad que esto puede propiciar.

Desde el sentido común uno creería que cuando se dispone una regulación laboral ésta afecta por igual a hombres y mujeres. ¿Esto es así o el impacto sobre cada grupo puede ser diferente en algunos casos?

Habría que diferenciar entre regulaciones laborales que difieren en su diseño para hombres y mujeres, y regulaciones que en su diseño no tienen la motivación de impactar de manera diferente según el sexo del trabajador.

En el primer grupo se puede ubicar la licencia por maternidad que suele ser más extensa para las mujeres. En Argentina, por ejemplo, es de 90 días para mujeres en el sector privado y solo 2 días para hombres. Otra regulación que puede ser diferente es la edad jubilatoria. En Argentina es de 65 años para hombres y de 60 para mujeres.

Por otro lado, están las regulaciones que en su diseño no plantean ninguna diferencia entre mujeres y hombres. Por ejemplo, el salario mínimo, la afiliación y contribuciones a la seguridad social, la indemnización por despido. A pesar de que no hay diferencias de diseño, en la práctica se pueden dar diferencias de cumplimiento.

¿De qué manera?

Pensemos cómo reaccionaría una empresa cuando implementa una nueva regulación laboral o cuando una regulación ya existente se vuelve más cara. La empresa podría decidir cumplir con esa regulación en mayor medida para las mujeres que para los hombres, o al revés. Por ejemplo, las contribuciones a la seguridad social son un porcentaje del salario, y el salario suele ser más bajo para mujeres que para hombres que realizan la misma tarea. Entonces, el cumplimiento será más barato entre las trabajadoras mujeres. La empresa también puede decidir cumplir en mayor medida entre los hombres, y evitar de esa manera el costo de la licencia por maternidad que es más extensa para las mujeres.

¿Puede haber diferencia al momento de ajustar personal?

El cumplimiento con las regulaciones implican costos para las empresas y si aparece una regulación nueva o una que ya existía se vuelve más cara, el aumento de costos asociado al cumplimiento puede llevar a que la empresa realice algún tipo de ajuste. Aquí, nuevamente, pueden aparecer diferencias entre hombres y mujeres. Por un lado, la empresa puede decidir despedir trabajadores. Para hacer eso tendrá que cumplir con la indemnización de despido que será más barata para una mujer porque es un porcentaje del salario y de la antigüedad laboral, que suelen ser menores para las mujeres. Un efecto asociado a este es que los trabajadores despedidos se pueden mover al sector informal. En Argentina, el cumplimiento de las regulaciones laborales es inspeccionado por el Ministerio de Trabajo, y las actividades de inspección se focalizan en las firmas registradas. Con esto, es perfectamente posible que trabajadores que pierden su empleo terminen obteniendo un empleo en el sector informal no inspeccionado. Otro tipo de ajuste que puede hacer la empresa es reducir salarios. Aquí podría esperarse que las reducciones salariales afecten en mayor medida a las mujeres que suelen tener menor poder de negociación. También puede haber reducción de beneficios no salariales, como comidas en el lugar de trabajo o mercadería, aunque en este caso es difícil predecir un efecto diferencial entre hombres y mujeres.

¿Hay alguna razón por la que las empresas tiendan a estar menos en regla con sus empleadas mujeres que con sus empleados varones?

Esto no es necesariamente cierto. En Argentina, por ejemplo, el porcentaje de trabajadores con contribuciones a la seguridad social es mayor entre mujeres que entre hombres. Detrás de esto puede estar la diferencia de sectores en los que hombres y mujeres se insertan. Por ejemplo, la violación a las regulaciones laborales es muy alta en el sector de la construcción donde tienden a estar empleados los hombres.

Volviendo a lo anterior, las diferencias de cumplimiento entre hombres y mujeres son el resultado generado por diferencias en el diseño de las regulaciones y diferencias de características entre trabajadores hombres y mujeres en un contexto donde el control del cumplimiento de las regulaciones es débil. Como mencionaba anteriormente, el sistema de inspecciones de Argentina sólo controla a empresas registradas, con lo cual queda una buena parte del universo de empresas fuera del radar de inspecciones. Esto quiere decir que hay espacio para el incumplimiento en general, más allá de las diferencias entre hombres y mujeres.

Un resultado que encuentro en un trabajo que realicé al respecto para Argentina, es que cuando el control de las regulaciones laborales se endurece, las empresas aumentan el cumplimiento entre los hombres y lo reducen entre las mujeres. Esto indicaría, que el resultado neto de la interacción entre las distintas regulaciones termina favoreciendo a los hombres. Termina pesando más el hecho de que la mujer puede ausentarse por más tiempo por maternidad, por ejemplo, que el hecho de que las contribuciones a la seguridad social son más caras para un hombre que suele tener un salario más alto que la mujer.

¿Qué efectos tiene esto en la situación laboral de las mujeres?

Una implicancia de este resultado es que hay mujeres que son desplazadas de su puesto de trabajo cuando se endurece el control del cumplimiento de las regulaciones. Esas mujeres terminan ingresando a un empleo informal, es decir, donde no están cubiertas por los beneficios laborales establecidos por ley y donde el sistema de inspecciones no ejerce control. Es decir, que las mujeres terminan cargando con el costo del ajuste que realizan las empresas al enfrentar una situación de mayor control por parte de las autoridades laborales.

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