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El plan fiscal de Brasil estará en dos semanas

La iniciativa es la columna vertebral del programa de Temer para recuperar la confianza en la economía.

31 mayo de 2016

La propuesta de enmienda constitucional para limitar el crecimiento del gasto público de Brasil será enviada en dos semanas al presidente interino Michel Temer, que luego la pasaría al Congreso para su aprobación, dijo ayer el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles. Pese al avance de las reformas, la calificadora de crédito Moody´s se mostró cauta sobre la evolución del programa de la nueva administración.

Meirelles habló ayer tras participar en un evento en San Paulo y, más allá de dar alguna precisión sobre los tiempos de la modificación del gasto que el gobierno centrista reveló la semana pasada, no hizo anuncios nuevos. Su presentación se enfocó en la importancia de recuperar un sendero razonable para las finanzas públicas y la deuda estatal a fin de mejorar la confianza y retomar el crecimiento económico, pero expresó prudencia sobre cuándo empezaría a verse el resultado.

“El crecimiento volverá en los próximos trimestres. Estamos en un momento de inflexión y es un error tratar de fijar las fechas para algo que depende de una conjunción muy grande de factores”, dijo el ministro. “Hay que liberar las fuerzas productivas del país, que los ciudadanos sientan confianza para volver a consumir, que los empresarios vuelvan a tener confianza para producir, contratar e invertir”.

El ministro volvió a enfatizar que la administración de Temer se moverá de forma gradual, buscando reducir la relación deuda/ PIB, que se disparó durante la gestión de la suspendida mandataria Dilma Rousseff.

Por su parte, Moody´s dijo en un informe fechado el viernes pasado: “Las propuestas no dieron muchos detalles y su potencial implementación probablemente resultará un proceso largo y arduo”. Según la calificadora, la nueva meta de déficit primario, de 170.500 millones de reales o 2,8% del PIB, es la mayor en más de 25 años y resalta la gravedad de los desafíos fiscales que enfrenta el país.

Samar Maziad, un analista de Moody´s, dijo: “Si bien prevemos que la actual administración tendrá una mayor probabilidad de trabajar con el Congreso que el gobierno anterior, todavía no vemos un sendero claro para implementar reformas estructurales”. El reporte de la agencia dijo que está por verse si el gobierno de Temer podrá suministrar el “shock de credibilidad” necesario para mejorar las perspectivas de crecimiento económico.

El responsable del Tesoro, Otavio Ladeira, anunció ayer que el gobierno brasileño registró un superávit presupuestario primario en abril que superó las expectativas, pero eso se debió a un incremento estacional de la recaudación de impuestos y una disminución de los subsidios. El resultado positivo alcanzó 9.751 millones de reales (U$S 2.720 millones), aunque Ladeira reconoció que la cifra no cambiaba el panorama sombrío para el déficit anual.

Mientras tanto, el frente inflacionario volvió a asomar como una amenaza ayer, cuando la Fundación Getulio Vargas dijo que su Índice General de Precios de Mercado (IGP-M) se aceleró a un alza de 0,82% en mayo, desde el aumento de 0,33% en abril. El subíndice de precios mayoristas, que explica el 60% del indicador general, creció 0,98%, con un fuerte avance de los productos agropecuarios, al tiempo que el componente de los precios al consumidor se incrementó 0,65%.

El índice de precios al productor oficial se dará a conocer hoy, al igual que la tasa de desempleo nacional. La última lectura de la desocupación de Brasil arrojó un salto a 10,9% en el primer trimestre desde 9,0% al final del año pasado, en momentos en que la mayor economía latinoamericana enfrenta una recesión grave que podría causar una caída del PIB de casi 4% este año.

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