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“Se descuidó la economía”

Entrevista a Fabio Rodríguez (Economista y director de M & R)

22 abril de 2016

El Gobierno proyecta un segundo semestre con más actividad y menos inflación. ¿Se están cumpliendo las precondiciones para que eso ocurra?

Había una precondición, que era fundamental, y se terminó de saldar esta semana con la salida del default. El plan gradualista del Gobierno para corregir el déficit de las cuentas públicas necesitaba financiamiento y ahora estaría empezando a aparecer. Asimismo, el plan oficial de que el motor de la economía sea la inversión, y luego las exportaciones, también requiere financiamiento. Sin embargo, no veo que ese escenario que palpita el Gobierno se materialice en la primera parte del segundo semestre sino hacia finales de año y, sobre todo, a comienzos de 2017.

¿Cómo afectará la recomposición tarifaria?

Hasta el tercer trimestre se sentirán los coletazos de la recomposición tarifaria y el tipo de cambio, que también generan efectos de segunda vuelta porque esas recomposiciones le pegarán a las empresas, eso traducirá a los costos y, luego, en los precios. Dicho esto, si continúa la corrección fiscal y se mantiene la política monetaria, la inflación tenderá a bajar a mediano plazo. Asimismo, e contexto recesivo, que es importante, tenderá a poner una presión bajista sobre los precios. No es la manera más virtuosa. Todavía tenemos inflaciones que cuesta domar abajo del 3% por un tiempo más. Quizás en la última parte del año sea posible y recién allí la inflación baje a una zona de 25% anualizada.

Las autoridades están intentando encender los motores de la ¿Qué deberían hacer en los próximos meses?

Es fundamental trasladar el shock de confianza que hemos tenido en el relacionamiento con el mundo, que comenzó con la agenda de visitas y se consagró con la salida del default, hacia adentro. Necesitamos que el inversor local, el empresario y el ahorrista empiece a tener más confianza en el plan. Lo más importante que dijo el ministro Alfonso Prat-Gay el miércoles fue cuando mencionó que una empresa agroalimentaria consiguió un crédito de US$ 80 M del Banco Mundial. Esos ejemplos se tienen que multiplicar para que los motores que ha elegido el Gobierno empiecen a reaccionar. El financiamiento local también es muy importante, y hoy no está porque tenemos las tasas de interés de 38-40% que impone el BCRA con esta política durísima de contracción monetaria. La clave es que la llegada de capitales financieros se transforme en capitales que lleguen a la economía real, por ejemplo, a comunicaciones, infraestructura, logística y energía. Asimismo, hay que lograr que los propios argentinos desdolaricen sus tenencias y sus ahorros. Ese será el indicador más fuerte de que esos motores pueden empezar a funcionar. Estos indicadores aún no están.

¿Qué puede fallar en este esquema ?

El Gobierno necesita replicar esa confianza en el plano interno y la reunión del lunes con los empresarios fue en ese sentido. El Gobierno debe hacer un esfuerzo muy grande para extender el horizonte para que el sector privado entienda hacia dónde va. Es decir, que nos siga explicando cómo bajará el déficit, con qué instrumentos, metas y políticas. Lo mismo en el plan monetario y financiero. Eso, a quienes toman decisiones, los va ayudar a dar más certidumbre. También debe armonizar mejor el Gobierno lo político con lo económico. En sus primeros meses, le fue bien en lo político y sacó las leyes que se propuso, pero descuidó lo económico y lo social. Por eso los anuncios del sábado pasado.

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