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Por baja del riesgo país, debería crecer inversión

La caída del costo de financiamiento reduce las tasas con que se descuentan los flujos de fondos de los proyectos

25 abril de 2016

Cerrado el conflicto con los holdouts, la alicaída tasa de inversión privada debería empezar a crecer. “Los beneficios de la reducción del riesgo país trascienden el campo estrictamente financiero. En particular, debería tener un impacto claro y perceptible sobre la marcha de la economía real. Concretamente: la fuerte caída del costo de financiamiento reduce las tasas de interés con que se descuentan los flujos de fondos futuros al evaluar nuevos proyectos de inversión. Un gran número de proyectos que hace un año eran inviables ahora pasarán a ser rentables”, explica Federico Muñoz.

“No es este el único dato que mejora las perspectivas de la inversión. Hay que tener en cuenta, además, que llevamos no menos de cuatro años en los que la formación de capital estuvo fuertemente reprimida por la creciente incertidumbre macro, el cepo cambiario y el mal clima de negocios. Esta retracción de la inversión (y la consecuente escasez relativa del factor capital) llevan a pensar que, en muy diversos sectores, existen muchos proyectos rentables en carpeta aguardando por la mejora del contexto inversor que se empieza a verificar”, añade Muñoz.

“No nos olvidemos, finalmente del proceso en curso de saneamiento macroeconómico, que ?en tanto avance? evitará la gestación de nuevas crisis, extenderá el horizonte de decisiones y promoverá las apuestas expansivas a largo plazo. En suma, el abaratamiento del financiamiento, la escasez relativa de capital y la progresiva mejoría de la macro llevan a pensar que se abre una etapa muy propicia para la inversión en el país”, concluye Muñoz.

Salen provincias y empresas

“Varias provincias avanzaron con las gestiones para emitir deuda, entre ellas, la Ciudad de Buenos Aires, Chubut, Neuquén, Entre Ríos, Mendoza y Córdoba. Sumarían unos US$ 4.000 M en lo que resta del año.

En el ámbito privado son varias las empresas que se alistan para aprovechar las condiciones favorables. Suenan fuerte las energéticas y los bancos. Se estima que por esta vía ingresen entre US$ 2.500 M y US$ 3.000 M”, opina Gustavo Neffa desde Research for Traders (RfT).

“El éxito de la colocación le abre las puertas a las provincias y el sector corporativo para financiar gastos de capital a menores costos. Las provincias podrían colocar deuda a un costo anual de entre 7.5% y 8%, con emisiones totales que oscilarían entre los US$ 3.500 y US$ 4.000 millones. El nuevo escenario también representa una gran oportunidad para las empresas del sector privado, que percibirán una reducción en los costos de financiamiento y un mayor interés por parte de los inversores institucionales globales, ya hambrientos por triplicar el nivel de deuda corporativa argentina en sus carteras. En Puente creemos que esta relocalización de las carteras, que ya comenzó en el lado de los bonos soberanos, con una mayor participación de Argentina en las carteras de los inversores institucionales del exterior, también se va a dar con los bonos corporativos”, opina Alejo Costa, head of strategy de Puente Hnos.

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