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Ojo con las buenas noticias

Los mercados tras los holdouts

24 abril de 2016

(Columna de Julián Yosovitch)

La velocidad de los acontecimientos, y en especial de los mercados financieros, es cada vez mayor en este mundo globalizado donde las noticias parecen llegar incluso antes de que se emitan en los principales diarios y medios de comunicación. La situación de Argentina parece haber cambiado de la noche a la mañana luego de la salida del default y la histórica colocación de deuda, que recibió cuatro veces el tamaño de endeudamiento que planeaba Argentina y eso permitió acceder a un nivel de tasa históricamente bajo para nuestro país, respecto de endeudamientos previos, tal como anunció el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay.

Es cierto que el mercado venía especulando con esta situación no sólo desde comienzos de 2016 sino también desde 2013, luego de las elecciones PASO, cuando el FpV pierde las elecciones e imposibilita a Cristina Fernández de Kirchner a realizar una reforma constitucional y ser reelecta por tercera vez. A partir de entonces las yields de los bonos argentinos generaron un gran ajuste con el EMBI+, pasando de niveles de 1.300 a cerca de 450 puntos, con el Merval en pesos pasando de 2.000 a 14.000 puntos y con el Merval en dólares pasando de 300 a casi 1.100 puntos evidenciados meses atrás.

Todo este avance ocurrió dentro de un escenario de deterioro económico y sin la confirmación de que finalmente el FpV vaya a salir del Gobierno ya que Daniel Scioli se mantenía en carrera y prometía continuar con el modelo de Néstor y Cristina. La inflación continuó escalando, las inversiones siguieron cayendo en picada, nuestro alejamiento del mundo financiero internacional se profundizó y el comercio se siguió deteriorando, así como los indicadores sociales, que continuaron en franco deterioro. Lo único que subía era el déficit fiscal que permitía financiar un consumo para las clases populares y solventar subsidios a la energía y transporte generando una vulnerabilidad en las cuentas públicas mientras que el dólar paso de casi $6 a más de $15 entre 2012 y 2016. A comienzo de 2016, con el inicio de mandato de Mauricio Macri, estos problemas se acentuaron ya que la corrección de dichos desequilibrios no iba (ni serán) gratis.

Insistimos. El mercado financiero generó un enorme bull-market dentro de un contexto económico y financiero de deterioro y por momentos parecía ser que el Merval era adicto a malas noticias ya que, incluso con malas noticias como los relacionados con el default, seguía subiendo con un nivel de verticalidad importante.

Ahora bien, hoy el escenario parece estar cambiando y la velocidad del cambio es abismal ya que hemos solucionado el conflicto del cepo cambiario, salido del default, regresado a los mercados financieros con una colocación histórica a una tasa de endeudamiento histórico con ofertas de casi cuatro veces mayor a la deuda que se quería emitir, con calificadoras de riesgo mejorándonos la nota crediticia, con los portales financieros y bursátiles del mundo hablando bien de Argentina (cuando en el pasado éramos casi motivo de burla) y con una intención de inversión en el país altísima no sólo desde el punto de vista financiero sino también desde las inversiones en la economía real. Mucho de todo esto que está ocurriendo hoy ha sido especulado en el pasado en el mercado y lo que estamos evidenciando actualmente es la materialización de dicha especulación previa. La pregunta que surge es cuánto de todo esto ya está en los precios de las acciones y es bueno que el mundo financiero internacional hable tanto y tan bien de nosotros.

En ese aspecto, me permito levantar la bandera de la cautela. Nuevamente, si el mercado entró en un bull-market con malas noticias y con la cuasi burla de todo el mundo financiero internacional y con el visto negativo de las calificadoras, creo que el hecho de que dicha visión haya cambiado tan rápido y tan rotundamente obliga, cuanto menos, a tener un poco de cautela en el horizonte. Consideramos que el bull-market de Argentina tiene aún margen de suba y que aún existen oportunidades. Lo que también consideramos es que la volatilidad del mercado local es importante y está en el ADN de la Bolsa argentina y que probablemente, antes de que veamos una continuidad alcista de mediano plazo, evidenciemos un ajuste importante para luego sí retomar la tendencia alcista.

En poco tiempo, el humor financiero sobre Argentina cambió, y radicalmente. Tapas de diario con Alfonso Pray-Gay festejando en el lobby del hotel luego de haber resuelto el juicio sobre el default, sumado a la felicidad de haber colocado este endeudamiento tan exitoso y el cambio de humor de las calificadoras de riesgo sobre Argentina son, sin dudas, elementos de psicología en los mercados financieros que debemos considerar para estar atentos ante la inminencia de un ajuste en los próximos meses ya que, probablemente, dicho ajuste sea importante. Durante años el mercado se comportó de manera irracional subiendo en un contexto de malas noticias. Hoy, que abundan las buenas noticias, no sería descabellado pensar que habría que incrementar la cautela y ser sumamente selectivos a la hora de invertir en una acción. Salvo algunos casos particulares, consideramos que para gran parte de las acciones la estrategia es más de trading que de un “buy and hold”. Como muchas veces hemos mencionado, Warren Buffet suele decir: “Me pongo codicioso cuando todos están temerosos y me pongo temeroso cuando todos están codiciosos”.

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