Por Mariano Espina
El presidente de la comisión de Presupuesto en la Cámara Baja, Luciano Laspina, tiene la tarea de consensuar con la oposición el destino del paquete de medidas en materia laboral. Argumenta su posición frente a esos proyectos y da un balance de la situación económica del país.
¿En qué instancia se encuentran los proyectos “antidespidos”?
El martes 3 trataremos la devolución de IVA y ahí se verá si nos ponemos de acuerdo en empezar a tratar los temas de empleo, con los proyectos sobre la mesa tratando de buscar una posición de consenso que evite la Ley “antidespidos”, que es un gran título para una pésima idea. Estamos trabajando para crear incentivos para el nuevo empleo, para los jóvenes. Lo último que queremos es aprobar una ley que le ponga un cepo al mercado laboral. La idea es trabajar en un proyecto superador dialogando con la oposición.
¿En ese diálogo aparece el proyecto del massismo?
Esa iniciativa va en la linea con nuestro proyecto de primer empleo. Tenemos algunas diferencias respecto a la población objetivo que queremos favorecer, estamos mas focalizados en el empleo joven, en los 70.000 chicos que no estudian ni trabajan. Hay una cuestión para pulir pero estamos en la misma linea, es una plataforma de negociación y de trabajo muy bueno.
¿Le parece que haya urgencia en tratar estos proyectos, como acusa la oposición?
Creemos que no, si es verdad que hay sectores puntuales como la construcción, las autopartes, la siderurgia que están golpeados por distintos factores internacionales. En una situación que hace cinco años que la economía no crea empleos en el sector privado, te da un saldo negativo. Queremos trabajar en una agenda que empiece a ampliar la cantidad de trabajo, la emergencia ocupacional protege a algunos y descuida a otros, porque los trabajadores en negro, que son el 40% de los trabajadores en la Argentina, no serían alcanzados por esa ley, y sí más bien perjudicados. Hay que ser prudentes.
¿Hay una escala de prioridades desfavorable a los sectores más vulnerables?
Creo que esa es una visión injusta considerando los esfuerzos que hace el Gobierno. La semana pasa anunciamos un paquete de medidas sociales extremadamente ambicioso, elevamos el mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, aumentamos las asignación familiares, hemos puesto $15.000 millones para que las provincias empiecen las clases a tiempo, tomamos medidas en un costo que supera lo que le pagamos a los holdouts.
¿Hasta cuándo se podrá justificar con la “herencia recibida” ciertas medidas?
No echamos culpa, hablamos con la verdad, le decimos a la gente que la energía no podía seguir siendo gratis, que había una gran injusticia con el interior que pagaba tarifas muy altas con respecto al área metropolitana, si hacés un diagnóstico realista y le explicás a la gente la verdad generás confianza. Más allá de ciertas decisiones incomodas o antipáticas, esa confianza generada te permite el respaldo de la población para seguir creciendo.
¿Hay una oposición que colabora o que estorba?
Tenemos una oposición que colabora y dialoga, que hace sentir sus reclamos. Hay algunos sectores más duros, más intransigente, que van por el lado de impedir al Presidente gobernar. Hay buen dialogo con el Frente Renovador, con el bloque Justicialista, gente con voluntad de dialogar.
¿El Frente para la Victoria es el sector que impide?
Me parece que hay un prejuicio contra Mauricio Macri, una posición de hacer política desde obstruir las soluciones de abrazarse a banderas que han defendido desde el primer año y los ha llevado al fracaso y la derrota electoral, ahí no podemos hacer nada.
