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El Congreso abre con la economía en agenda

Los intereses de las provincias están alineados con los del Ejecutivo

01 marzo de 2016

(Columna de Matías Carugati, economista jefe de Management & Fit)

Parte del éxito o fracaso de la estrategia económica se va a dirimir en el Congreso Nacional, que reabre con una agenda cargada. Mientras avanzan las negociaciones con los holdouts, los legisladores de Cambiemos lucharán para levantar el bloqueo legal que impide una solución al litigio. Si el arreglo es la llave para recuperar el acceso al mercado financiero internacional y fomentar inversiones del exterior, quien tiene el poder para dar vuelta esa llave es el Congreso. Pero no es el único tema económico que Macri deberá pasar por el filtro legislativo.

A priori, el panorama luce complicado para el oficialismo. Gracias al desgajamiento del FpV, el oficialismo es la primera minoría en la Cámara de Diputados, lo cual mejora su posicionamiento al momento de definir la integración y presidencias de las comisiones pero le impide alcanzar el quórum propio. Por otro lado, el peronismo tiene una holgada mayoría en la Cámara de Senadores. Cambiemos cuenta con 92 diputados y 16 senadores cuando precisa 130 y 37, respectivamente, para derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y así allanar el camino para terminar con la deuda en default.

El Gobierno podrá negociar cada proyecto de ley con el resto del arco político en Diputados. A pesar de que la oposición es mayoría, su fragmentación en diversos bloques le permite a Cambiemos conseguir apoyos puntuales. En este sentido, los 35 diputados del espacio liderado por Sergio Massa pueden inclinar la balanza a favor del oficialismo en cuestiones importantes. También puede esperarse algún apoyo de sectores opositores como el PJ disidente o el FAP. Por otra parte, el bloque de 17 legisladores que se alejaron del FpV para montar una oposición constructiva (número que podría aumentar con el paso del tiempo) reduce el poder del kirchnerismo dentro de la cámara, facilitando el trabajo para Cambiemos.

La relación con los gobernadores será clave para aumentar el apoyo en la Cámara Alta a las iniciativas del Poder Ejecutivo. Los senadores son los representantes de las provincias ante el Congreso y, al margen de sus intereses políticos, buscan obtener beneficios para sus distritos. Es por ello que se los asocia a los gobernadores, a quienes en los hechos terminan respondiendo.

La fragilidad financiera de las provincias aumenta el poder de negociación del Gobierno Nacional. De acuerdo a datos oficiales para 2014 (últimos disponibles), los gobernadores tienen la mitad de su presupuesto comprometido en remuneraciones y dependen de las transferencias discrecionales del Gobierno Nacional, uno de sus más importantes acreedores, para equilibrar las cuentas. Este panorama los vuelve más susceptibles a influir a sus senadores y diputados para facilitar la aprobación de leyes sensibles.

El reclamo por los fondos de la Anses se inserta en la puja política entre Nación y provincias. Conscientes de su dependencia, los gobernadores están impulsando la restitución de los fondos de la coparticipación que financian a la Anses, lo que daría un viraje de 180 grados en su situación fiscal (aunque si se eliminasen las transferencias discrecionales el balance neto sería neutro ?o negativo para algunos distritos?). Cuentan con tres aspectos a su favor: (1) el fallo de la Corte Suprema a favor de la devolución a las provincias de Santa Fe, Córdoba y San Luis, que judicializaron el reclamo; (2) el DNU firmado por Cristina antes de finalizar su mandato acatando el fallo, y (3) capacidad en el Congreso para rechazar el DNU de Macri que anulaba lo dispuesto por la gestión anterior. Por estas razones, el Presidente firmará un nuevo decreto para implementar un esquema de devolución gradual de fondos a las provincias, que se completará en 2021.

Al margen de lo anterior, es probable que el Gobierno consiga aprobación del Congreso para resolver el tema de la deuda con los holdouts. Gran parte del arco político está de acuerdo con esto, más allá de posibles diferencias en cuanto a los términos del acuerdo.

Además, los intereses de las provincias están alineados con los del Ejecutivo, ya que si el país sale del default selectivo podrán salir a tomar deuda a menor costo. Entonces, el año legislativo podría comenzar con una buena noticia para Macri, aumentando en el camino las probabilidades de éxito del gradualismo económico.

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