“No creo que vaya a pasar un lapso importante de tiempo hasta que vuelvan las inversiones”, dice Damián Altgelt, ex gerente general de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). Por Facundo Matos Peychaux.
¿Cómo evalúa el impacto de las medidas del Gobierno sobre el sector?
Han sido medidas muy favorables, fundamentalmente la eliminación de las retenciones y la devaluación que se produjo en diciembre y las mini devaluaciones que hemos tenido a lo largo de febrero. Ambas cosas sumadas a otras como la posibilidad de volver a girar divisas al exterior favorecen claramente al desarrollo del sector, aunque no son suficientes. Las medidas van en buen camino, pero creer que ya con esto la situación del sector va a cambiar, es equivocado.
¿Qué falta?
Las cuestiones que impactan a la competitividad argentina son variadas. Tienen que ver con temas económicos como los que hablábamos, con contar con una infraestructura más desarrollada, y con aspectos más institucionales que hacen a la seguridad jurídica, a la previsibilidad, y también un aspecto que es ajeno al país que son los precios, que han venido bajando de manera importante en los últimos tres años, si bien en algunos casos como el del oro estamos viendo una recuperación desde que comenzó el año.
En el caso del petróleo, el problema es que deja de ser rentable invertir en el país con los nuevos precios internacionales. ¿En el caso de la minería sucede algo similar?
No son todos los casos iguales, depende de los costos de producción de cada empresa, que no son idénticos ni mucho menos. Pero claramente, la situación empeoró en los últimos años y empieza a parecer que mejora en lo que va de este año. Decir que ya se alcanzó el equilibrio es difícil, pero el precio mejoró, se sacaron las retenciones, el tipo de cambio es mucho más competitivo. La situación es mejor pero decir que esto ya soluciona las restricciones que había a la hora de invertir es un poco apresurado.
¿Es en la exploración donde se requieren más inversiones hoy?
Sí, sin dudas. La exploración es clave porque es lo que te va a marcar el ritmo y el volumen de la actividad futura. Venimos de años con bajísima exploración y estamos llegando a un punto en el cual hay algunos proyectos que debieran entrar en su cierre en los próximos tres o cuatro años y estamos muy en el límite para decir que ya va a haber proyectos que van a entrar en esa época en funcionamiento para compensar el cierre de los anteriores. Focalizar mucho en la exploración hoy es clave para que no caigan mucho los volúmenes de producción y de generación de divisas.
¿Qué se necesita para atraer esas inversiones?
En la medida en que el Gobierno muestre que la competitividad del sector va a ser la que corresponde, que la presión tributaria no va a ser la de hoy en día, que el tipo de cambio va a ser competitiva, que se va a dar la seguridad jurídica y el ambiente de negocios necesario para que inviertan las empresas y en la medida que se recuperen los precios, eso va a traer las inversiones. Tiene muchísimos proyectos conocidos y muy ricos. El inversor internacional los conoce y está esperando para poder venir a Argentina.
¿Con qué rapidez pueden reaccionar esas inversiones a los cambios que implemente el Gobierno?
Depende de cada caso, hay empresas con mayor y menor aversión al riesgo. Pero en líneas generales, el inversor minero es un inversor que sabe lo que es invertir a riesgo y en ese sentido, en la medida en que el Gobierno de las señales necesarias, no se me ocurre que vaya a pasar un lapso importante de tiempo hasta que vuelvan las inversiones. De todos modos, la inversión minera que parte de cero es de muy largo plazo. Salvo dos o tres que ya están muy avanzados, el resto puede tardar cuatro o cinco años en entrar en producción.
Con lo cual, los resultados de las medidas que tome el Gobierno no se van a ver durante este mandato.
Se puede ver a nivel exploratorio. En cuatro años pueden llegar muchas inversiones en exploración. El tema es que los números más importantes en inversiones, exportación y generación de divisas los tenés una vez que el proyecto pasa a la siguiente etapa.
¿Cuál es la meta a la que Argentina debería aspirar?
Siempre tomo como parámetro lo que pasa en Chile porque con ellos compartimos 4.000 km de Cordillera. Hoy Chile exporta diez veces más que nosotros. Los US$ 4.000 M anuales que está exportando Argentina podrían tranquilamente convertirse en US$ 40.000 M y más también en la medida que aumenten los precios. Con buena planificación y a largo plazo, Argentina puede exportar US$ 50.000 M. Pero estamos hablando de largo plazo: a 30 años y en la medida en que la política minera se mantenga favorable a la inversión y dentro de un ambiente de negocios favorable y no vayamos yendo y viniendo como durante tanto tiempo. Los recursos están. Argentina es riquísima en oro, en plata, en litio, en cobre, en potasio. No solo tenemos la Cordillera sino el resto del territorio. En la meseta de la Patagonia hay muchos proyectos y podría haber muchos más, y en el resto del territorio tenemos otro tipo de minería, no necesariamente metalífera. El potencial es gigantesco.
