El Economista - 70 años
Versión digital

vie 29 Mar

BUE 22°C

"Para desarrollar Vaca Muerta se necesitan US$ 20.000 M anuales y se están invirtiendo cerca de US$ 5.000 M"

Entrevista a Rodrigo Álvarez, director de Analytica

20 enero de 2016

(Entrevista a Rodrigo Álvarez, director de Analytica. Por Facundo Matos Peychaux) ¿Cómo se modifican las perspectivas para Vaca Muerta con el barril petróleo en torno a los US$30?

El futuro de Neuquén y de Vaca Muerta tiene más que ver con el gas que con el petróleo y los precios del gas dependen del mercado interno, son no transables. En ese sentido, los valores argentinos siguen siendo interesantes. Aunque todavía no está claro el nuevo esquema de precios, da la sensación de que Argentina va hacia un precio único en torno a los US$ 5 por millón de BTU, que sería uno de los más elevados de todo el mundo. En Estados Unidos está por debajo de US$ 2 por millón de BTU. La operación puede ser rentable, el problema que estás teniendo hoy es que las empresas petroleras tienen menos liquidez, entonces el potencial todavía sigue lejos de desarrollarse.

¿Desde el boom de hace algunos años, se fue apaciguando el entusiasmo inicial?

Entre 2013 y 2014 tuviste una suerte de burbuja en la industria, después en 2015 se estancó y la perspectiva para 2016 es que el sector entre en una suerte de meseta. Veníamos de una dinámica donde no había reacción de la oferta, con lo cual la inyección de inversión -que hizo básicamente YPF- generaba presión sobre la demanda de servicios. La industria petrolera en general -y el shale gas y shale oil en particular- generan una demanda muy importante de servicios conexos: por cada puesto directo se generan entre tres y cuatro indirectos. Entre 2012 y 2015, el empleo privado registrado en Neuquén creció 25%, mientras que en el total del país lo hizo en un 4%. Algunos indicadores del mercado laboral que tenés en Neuquén no los tenés en ninguna otra parte del país. Hay una realidad de crecimiento muy importante en todos los aspectos. La infraestructura está colapsada, la situación es de pleno empleo (más allá de que en los últimos meses en algunas empresas se produjeron algunos despidos), en 2011 se perforaban alrededor de 197 pozos convencionales y 51 no convencionales y para 2014 se estaban perforando 239 convencionales y 310 no convencionales, un salto de escala muy importante. En 2011 se invirtieron cerca de US$ 1.500 M en Neuquén y ahora estamos hablando de alrededor de US$ 5.000 M, claramente hubo un salto importante. Pero se estima que para comenzar a desarrollar en serio Vaca Muerta se necesitan US$ 20.000 M anuales y se están invirtiendo cerca de US$ 5.000 M, y también hay que pensar que la industria está teniendo una suerte de depuración, en el sentido de que antes venía con una vorágine que llevaba a convalidar cualquier costo, cualquier margen y cualquier nivel de rentabilidad y hoy la misma gente de Neuquén dice que están en un proceso de amesetamiento y de concientización.

En algunas empresas están buscando reducir sus dotaciones, algo que no venía pasando estos años en Argentina pero sí en el resto del mundo. ¿Llegó el ajuste al país?

Lógicamente va a haber un impacto. La industria petrolera a nivel mundial es muy flexible y cuando los precios caen, toda la industria ajusta. En Argentina, esta flexibilidad es menor, pero el país no está ajeno a lo externo. De todos modos, en la medida en que este proceso no sea una tendencia permanente, nosotros vemos potencial para que la industria mejore. La baja de precios, además, es una depuración saludable que la industria tiene que hacer porque concientiza a todos de que los márgenes no son infinitos; concientiza a las operadoras de que tienen que ser eficientes para bajar los costos de exploración y producción y también empieza a alinear a los sindicatos y a los empleados, que dada la demanda de trabajo que existía generaba una convalidación de cualquier conducta. Si cada eslabón va a pedir cualquier cosa, la ecuación se vuelve más difícil. Por eso esta concientización es saludable.

¿Las petroleras que tienen su actividad concentrada en el petróleo para exportación son las más perjudicadas ahora que el precio externo del barril es menor al interno?

Exactamente, se dio vuelta la ecuación. Antes el que vendía para el mercado doméstico perdía plata y hoy cheap prices: es al revés. Pero lo que está sucediendo más vale es que las empresas que tal vez no tenían estructuras tan arraigadas, no eran tan profesionales o no tienen una estructura de financiamiento adecuada, en los últimos meses terminaron muy golpeadas. Es una cuestión de darwinismo.

¿En qué plazo es razonable que empecemos a ver un despegue más visible de Vaca Muerta?

Todavía es difícil plantearlo, hay muchos interrogantes a nivel mundial, vinculados a precios, y a nivel local, en función de las medidas que vaya a implementar el nuevo Gobierno. El proceso de convergencia al autoabastecimiento va a ser lento. Hoy el precio bajo del petróleo nos favorece porque somos importadores pero desfavorece al desarrollo del sector. Mientras tanto, Argentina tiene que enfrentar dos frentes: el interno, con la consolidación del proceso de normalización de la economía y con paritarias razonables, y el internacional, con el tema de los holdouts, que es lo que están mirando con más atención los inversores externos. Resueltos estos dos asuntos, en el segundo semestre podremos estar viendo nuevos compromisos de inversión. Las perspectivas que tenemos son más positivas que negativas. Lo malo ya está incorporado en el escenario, salvo que se dé un escenario caótico como tener el precio del petróleo a nivel global a US$ 10, lo que no está en la previsión de los analistas. El buen dato es que en dólares, las inversiones comprometidas para 2016 son más o menos iguales a las de 2015, lo que te garantiza una base de trabajo aceptable. La torta no se achica, se mantiene.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés