¿Cómo evalúa los primeros dos meses de gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal?
La política económica que ha seguido hasta ahora el Gobierno Nacional es preocupante porque avanza en una agenda de desregulación que va de cara a golpear el mercado interno. Como ya se discutió en la provincia de Buenos Aires con el Presupuesto, donde se frenó un endeudamiento injustificado, se bajó a la mitad y se consiguió autonomía para los municipios; es decir, se creó una gobernabilidad doble vía. Hay gobernabilidad para la provincia porque se sancionó su Presupuesto pero también para los municipios.
¿Cómo ve lo que dejó la visita de Macri a Davos?
Lo que lleva adelante Macri es una política económica de desregulación de la economía en un contexto primero a escala internacional muy complicado y además, de debilitamiento del mercado interno que ha sido el que ha sostenido -sobre todo en los últimos años de restricción externa- la economía en el país. En ese marco, vemos con preocupación la liberación del mercado cambiario, que definió una devaluación del 40%; vemos también con preocupación que se ha aflojado la regulación sobre los precios sobre todo en insumos básicos, donde vemos aumentos en alimentos básicos que van del 40% al 60% en algunos casos; vemos que se está preparando un aumento de tarifas para completar el cuadro; y que la caída de las DJAI y el cambio de posiciones arancelarias protegidas de 9.000 a poco más de 1.000 habla de desempleo. Por el otro lado, el último Presidente argentino que fue a Davos fue Fernando de la Rúa, que también fue jefe de Gobierno como Macri y que también volvió de Davos cargado de 'buenas noticias', como el blindaje. Esas 'buenas noticias' son la nada misma y no sé si son buenas para el pueblo argentino. Por eso recuerdo que el último Presidente en ir a Davos fue De la Rúa, que volvió diciendo que traía 'buenas noticias', el blindaje y nadie sabía bien qué era eso. Ahora estamos viviendo algo parecido.
Uno de los desafíos del Gobierno, en el que Davos tenía mucho que ver, es abrir la cuenta capital para acercarse a sus objetivos de reducir la inflación y realizar un ajuste fiscal gradual. En ese sentido, ¿fueron escasos los anuncios concretos de inversión que trajo el Presidente?
La apertura de la cuenta capital en esta etapa puede parecer razonable porque las exportaciones se revelan como insuficientes no para mantener este nivel de actividad pero sí para crecer. Por cantidad, la debilidad de compra de Brasil impacta en los bienes industriales que Argentina exporta, y por precios, afecta la caída de los productos primarios y commodities que el país exporta. Abrir la cuenta capital es razonable, el tema es si lo que se va a financiar es una agenda de desarrollo o se va a financiar es la fuga de capitales o las ganancias de las grandes empresas. Me parece que los anuncios que el ministro está haciendo respecto de la cuenta capital, primero, en hechos concretos todavía no se han producido. Recordemos que salieron a tomar US$ 1.000 M y tuvieron que declararla desierta porque las tasas de interés que ofertaban eran muy altas, lo que quiere decir que los agentes económicos más poderosos están viendo si el cambio de precios relativos contra el salario es suficiente para invertir o no. Por otro lado, lo otro que preocupa es la desregulación financiera. Es decir, el vincular el mercado de capitales y financiero argentino al mercado internacional en un ida y vuelta que viene provocando fuga de capitales. ¿Qué es lo que le están diciendo las cerealeras a Macri? 'Nosotros no vamos a liquidar los dólares para que algunos bancos europeos se los lleven a Europa'. La propuesta es endeudar al país y así habrá dólares para todos y todas. Ahora, él no lo ha conseguido porque me parece que hay una presión del poder económico de armar un esquema de precios relativos en contra del trabajador mayor que el que hubo hasta ahora. Por ese punto, también, pasa el atropello de Macri de querer instalar a Massa como presidente del PJ , porque para llevar adelante esa política necesita un peronismo domesticado. La gobernabilidad del ajuste requiere una mayor amplitud política y eso implica una fractura dentro del peronismo o un líder peronista dócil.
La apuesta del equipo económico parece ser apostar a que un crecimiento en la rentabilidad y las ganancias empresariales reactive la inversión y por ende, el crecimiento. ¿Lo ve factible?
No, acá hay una discusión muy grande que tiene que ver con los tres componentes de la demanda agregada argentina, que son la inversión, las exportaciones y el consumo interno. El gobierno anterior sostuvo el consumo interno como contraparte de la caída de las exportaciones y de una inversión que venía débil. El hecho de apostar a la inversión contra el consumo interno va a llevar a un fracaso de la política económica. Hay un desequilibrio económico entre oferta y demanda, pero la apuesta debería ser expandir la oferta, no ajustar la demanda. El rumbo que tomó el Gobierno es ajustar la demanda.
