El Economista - 70 años
Versión digital

jue 18 Abr

BUE 19°C

El rumbo de las tasas de interés

Las perspectivas para los próximos meses

18 diciembre de 2015

Si bien en los últimos tres años las  tasas de interés mostraron un camino alcista no fue suficiente para ganarles a la inflación y salir del terreno negativo del que se ubican desde la salida de convertibilidad. En Argentina, las tasas de interés se mueven más al compás de los movimientos del tipo de cambio que de la inflación. Así, el constante estímulo monetario que realizó el Banco Central en los últimos tres años, en un contexto de restricciones a la compra de moneda extranjera, impulsó el crecimiento de los depósitos privados, principal fuente de fondeo del sistema financiero, permitió dinamizar el crédito y mantenerse líquidos.

Concretamente, en los últimos cuatro años las tasas de interés siguieron una tendencia alcista aunque siempre estuvieron por debajo de la inflación y, salvo raras excepciones como en 2014, apenas por encima de la devaluación. La variable clave era la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, pues a mayor brecha mayor riesgo de caída de depósitos que alimente aún más al mercado cambiario paralelo. Es por ello que, mientras que en 2011 y 2012 la tasa de plazos fijos se situaba en torno al 12%, en 2013 subió al 17%, en 2014 al 20% y terminó la era del cepo en torno a 25%, levemente por debajo de la inflación de los últimos 12 meses. Con el cepo mediante, esto permitió que los depósitos privados mantengan su dinamismo y este año cerrarían con un alza en torno a al 40%, con lo que su participación en el PIB subió al 17%, la más alta desde la salida de convertibilidad, aunque aún sigue bastante por debajo de los niveles de la región.

Tras la eliminación del cepo, la tendencia para la tasa de interés cambia notablemente. Con tanta emisión monetaria de los últimos años y con necesidades financieras del Tesoro, el objetivo del BCRA será evitar que esos pesos se vayan al tipo de cambio para no presionar en su cotización al tiempo que deberá aumentar sus esfuerzos de esterilización dada la abultada carga de financiamiento que tendrá el Tesoro. Es por ello que una de las primeras decisiones del nuevo equipo en el BCRA fue la de subir a casi el 40% la tasa por las Lebacs, lo cual se trasladará rápidamente a las tasas de interés de los plazos fijos. Como siempre, cuando se toma una medida, siempre hay damnificados y, en este caso, serán las tasas activas.

Hasta domar el mercado cambiario y lograr que el tipo de cambio alcance su nivel de equilibrio, las tasas de interés deberán mantenerse en torno al 40% al menos hasta el primer trimestre. Una vez estabilizadas las expectativas y con un programa económico integral que busque reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria, no sería necesario que sigan tan elevadas. Con el ingreso de capitales del exterior, la confianza se reestablecería y con ello mejora la demanda de dinero, con lo cual las tasas comenzarán a bajar gradualmente aunque difícilmente perforen el 30% anual. Todo dependerá del éxito que tenga el Gobierno en anclar las expectativas cambiarias.

últimas noticias

Lee también

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés