La clase media que salvará al mundo

La clase media mundial (es decir, aquellas personas con un consumo diario promedio de entre US$ 10 y US$ 100 a precios PPP de 2005) crecerá desde 1,8 billones de personas a nada menos que 4,9 billones para 2030. Los datos corresponden a un estudio de la OCDE de 2010. Además del cambio de magnitud, la novedad es que dos tercios de esa clase media vivirán en Asia. En 2009, eran apenas el 28% del total. Otro estudio, en este caso de Brookings Institution, muestra que la clase media china, para 2030, podría superar al billón de personas. En 2009, eran “apenas” 157 millones. Esto constituye, según Lee Jong-Wha, ex economista jefe del Banco de Desarrollo de Asia, una muy buena noticia para la economía mundial. “Esta convergencia ?dice Jong-Wha? contribuirá a un crecimiento económico más sustentable, con las economías de Asia rebalanceándose hacia la demanda interna, especialmente hacia el consumo de los hogares, convirtiéndose en menos vulnerables a los shocks externos. Dado el declive en la demanda de importaciones desde la Gran Recesión, este cambio no podría venir en un mejor momento. Los beneficios no sólo estarán confinados a Asia. A medida que las importaciones de la región crezcan, los desequilibrios globales declinarán, mejorando la sustentabilidad de la economía global”. La clase media asiática, continúa el economista, transformará a la región de ser un nodo manufacturero global a un polo mundial de consumo. China, añade, ya es el principal consumidor mundial de autos y de teléfonos celulares. Pese a ello, aún hay un amplio margen para que crezca su apetito por bienes y servicios. A medida que los salarios se acercan a los del mundo desarrollado, la demanda de otro tipo de bienes, más sofisticados, que creen empleos no sólo en la región sino en todo el mundo, irá en ascenso. La expansión de la clase media también aumentará la demanda por regímenes políticos más democráticos, como ocurrió en Corea del Sur en los '80, que tendrán un efecto positivo sobre el crecimiento potencial porque fortalecerá las instituciones y el Estado de Derecho.