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Baja casi todo, la renta fija manda, y el dólar duerme

Resumen semanal de los mercados

31 enero de 2015

(Informe de Luis Varela)

Superada la elección presidencial griega, con el “cuco de izquierda” que se moderó al llegar al poder, pidiendo "tiempo para hacer reformas muy profundas", el mundo económico volvió a perder temperatura, con bajas de precios en muchos frentes.

Con reservas probadas de crudo en EE.UU. hasta el techo, el petróleo volvió a perder valor, achicando hasta US$ 44,50 por barril, su menor precio de los últimos seis años (tocó US$ 43,60 en la apertura del jueves). Y detrás de la continua baja del costo energético clave, un cúmulo de valores también apunta hacia abajo: hay perspectiva de oferta abundante de granos, y el trigo y la soja están hacia abajo en Chicago: el “yuyito” está en US$ 356, su peor precio de los últimos 100 días.

Con energía y alimentos encaminándose a precios regalados, el dato probablemente más importante de esta semana surgió en Alemania, donde se anunció que ese país entró en deflación (los precios bajaron 0,3% en enero) algo que no le pasa desde julio de 2009.

Esta tranquilidad en los precios globales hizo que la titular de la Reserva Federal de EE.UU., Janet Yellen, insistiera con que serán pacientes y tendrán cautela para subir la tasa de interés, algo que ya está casi descartado para el primer semestre.

Con todo esto, buena parte del nerviosismo cambiario que abundó en la primera parte de marzo desapareció: el euro y la libra esterlina recuperaron algo contra el dólar (el rublo no) y el franco suizo retrocedió levemente respecto del susto exagerando de hace dos semanas.

En la Argentina, mientras tanto, el patrón cambiario sigue siendo el mismo. El dólar es usado como ancla principal para frenar una inflación que se mantiene con un ritmo mensual del 2%: son cada vez más numerosos los analistas advirtiendo que el retraso cambiario está dañando a la economía. Frente a esto, se detuvo la firme suba de bonos que se venía registrando desde mediados de diciembre: esta semana los títulos públicos argentinos retrocedieron 0,4%, pese a que dos bancos externos le ofrecieron a Kicillof financiar al país con dos créditos por US$ 1.000 millones, con tasas inferiores al 10% anual.

Y, obviamente, la deflación de precios de casi todos los valores internacionales, con suba de tasas que siempre amenaza en el horizonte, volvió a encontrar otra semana con sensibles bajas para las Bolsas de casi todas partes. En la semana, mientras las Bolsas europeas siguen afectadas por el sube y baja del euro, la Bolsa de Buenos Aires fue la peor de todas con una caída semanal del 3,1%, seguida por un descenso del 2% en Nueva York y San Pablo, del 1,5% en México y del 0,6% en Santiago de Chile.

En suma, termina enero, primer round del año, y -con una inflación que sigue mordiendo a un ritmo del 2% mensual- los bonos fueron la mejor inversión del mes con un avance del 2,5%, seguido por la tasa de interés que rindió 2% promedio, mientras el dólar se mantuvo en 0% y las acciones se nublaron con una baja promedio del 1,5%.

¿Qué puede pasar a partir de ahora? Los expertos plantean las siguientes perspectivas.

DÓLAR EN EL EXTERIOR: El mercado cambiario mundial confirmó esta semana que muchas veces, la mayoría, el susto por lo que puede llegar a pasar es mayor que lo que realmente pasa en definitiva. La elección griega y el cuco de izquierda que llegaba a la presidencia helena determinaron que en las tres primeras semanas de enero se produjera un enorme oleaje monetario en toda Europa, con fuerte caída del euro, de la libra, también del rublo ruso y una notable sobrevaloración del franco suizo. Esta semana, sin embargo, superada la votación en Atenas, las monedas desandaron el camino: repuntaron el euro y la libra, achicó ventaja el franco suizo, pero el rublo sigue muy herido. Esta resistencia refleja que la fortaleza del dólar, que puede continuar otro tramo, hasta que se consolide la suba de tasas en EE.UU., puede tener un horizonte con utilidad cada vez más acotada. No hay que olvidar que el euro cotizaba a US$ 1,48 hace cuatro años y a US$ 1,40 hace 10 meses: hoy vale US$ 1,13,  nada menos que 23,6% menos que en 2011 y 19,3% menos que en el pico de hace ocho meses. Dentro de apenas 30 días Mario Draghi, el jefe del Banco Central Europeo (BCE), empezará con una compra de bonos por 60.000 millones de euros por mes, en una operación pautada entre marzo de este año y septiembre de 2016. Así como ocurrió con la elección griega, todo el mundo supone que esta compra destruirá el euro, llevándolo a una paridad de uno a uno. Pero, ¿no será una exageración? Con los valores actuales la economía de EE.UU. ya no funciona con tanto vigor.

DÓLAR EN LA ARGENTINA: El dólar cotiza hoy en la Argentina a $ 8,645 en el tipo de cambio oficial y a $ 13,60 en el mercado paralelo, con una brecha cambiaria del 57% entre ambos valores. Esto significa que en los últimos 12 meses el dólar oficial subió 7% y el blue 7,5%. ¿Cuál es la inflación que tiene la Argentina? El INDEC la acaba de calcular algo por abajo del 24% anual y los privados la ubicaron en el 38%. Medido contra las dos tasas de inflación, el dólar, tanto oficial como paralelo, ha sido tomado como elemento principal de freno para evitar que la gigantesca emisión de pesos de la Argentina se convirtiera en hiperinflación. Pero esta relación, ocultada en un crecimiento de la deuda nuevamente insostenible a largo plazo, le pone una espada de Damocles al comercio exterior, tanto que el país acaba de tener su peor superávit comercial desde 2001 (en el 2014 se lograron US$ 6.686 millones, 16,4% por debajo del superávit de 2013). Es en base a estos datos que los operadores ven al dólar claramente alcista en los próximos meses, con este Gobierno o con el que viene. El kirchnerismo, así como hizo Menem, procurará que devalúe el que viene (así se quemó rápidamente De la Rúa, con una herencia imposible). En la city, en voz muy baja, por las multas del BCRA, hablan de un precio de $ 18 para el blue, 31% arriba del valor actual. El ex ministro Domingo Cavallo ve dos escenarios, uno optimista con el paralelo de fin de año en $ 22 (60% arriba del valor de hoy) y otro pesimista con un valor cercano a los $ 50, con un aumento del 265% en los próximos diez meses. ¿Será? Gabriel Torres, director de calificaciones soberanas de Moody's, manifestó: "El peso prácticamente no se movió frente a una inflación que sigue aumentando. Por ahora el Gobierno parece tener la capacidad para matener la olla a presion, aunque está claro que no la podrá mantener a largo plazo. La presión sigue aumentando".

TASAS DE INTERÉS: Recesión con inflación, esa es la película que están mostrando los cines argentinos. Los precios están subiendo a un ritmo del orden del 2% anual y, por primera vez en mucho tiempo, las tasas que se consiguen en el sistema financiero se parecen bastante a la suba de los precios. Con horizontes bajistas para los bonos y las acciones, con el dólar fuerte pero en las alturas y con el euro sumergido en una zona de gran incertidumbre, colocar pesos a tasa de interés, a 9 meses vista del recambio del Gobierno, no parece ser la peor de las opciones. Pero el clima es de gran incertidumbre, por lo que las apuestas deben ser con opción de salida, en tasas cortas, o con chance de cancelación. Quien se haya olvidado debe recordar que las Lebac del BCRA pagan tasas que van desde un mínimo del 26,5% a 100 días hasta un máximo del 28,9% a un año. Y también hay tasas nada despreciables en las Lebac en dólares, del 2,5% anual a un mes y del 4% anual a un año. ¿Serán pagadas o habrá un canje?

BONOS: La fuerte inestabilidad mundial hizo que el grueso de los inversores huyera lentamente de posiciones de riesgo y que, a lo largo de los últimos tiempos, comprara bonos privados, con tasas a vencimiento de entre 3% y 5% anual. Ese movimiento generó una suba de corto para la mayor parte de estos activos, tanto que sus tasas a vencimiento ahora se redujeron en muchos casos a menos de 2% anual, justo en momentos en los que la Reserva Federal empezará a pagar, de manera mucho más segura, tasas que en cualquier momento pueden competir con estos valores. En base a esto, es altamente probable que la cotización de muchos bonos, sobre todo los de menor calificación, enfrenten una fuerte corriente vendedora, con debilidad en los precios de corto plazo, sobre todo en la deuda emergente. Esta misma película se está viendo con los bonos argentinos: hace un año rendían entre 10% y 13% anual y ahora rinden entre 8% y 11%. Estas tasas, por supuesto, no son en absoluto malas, la única gran incógnita es si se pagarán. En marzo se viene otra ronda de pulseada en torno al juez Griesa. El mediador está calculando la deuda total impaga en unos US$ 16.500 millones. Hay pagos trabados, de deuda performing, por una suma que empieza a congelar los bolsillos. No falta mucho para que la palabra canje empiece a aparecer en los titulares.

ACCIONES: ¿Es momento de jugar a la Bolsa? Con los Estados Unidos a punto de empezar a ponerle un precio más alto a los dólares, hay grandes chances de que Wall Street atraviese un año con marcada debilidad y ese faro puede complicar la marcha de las Bolsas de todo el mundo. O sea, si alguien quiere pescar en la Bolsa con medio mundo, pareciera que este semestre no es el sitio más indicado. Sin embargo, la palabra que manda es la selectividad: saber elegir y tener cuidado. En enero, por ejemplo hubo diez papeles que subieron más de 20%. La inversión del mes fue Endesa Costanera con casi 37% de suba. TGN logró 29%, Pampa y Camuzzi 27%, Colorín 25% y las otras elegidas fueron Boldt, Banco Patagonia, Transener, Autopista del Sol y Central Puerto. Del otro lado, en la oscuridad, hubo una decena de compañías que cayeron más del 5%. La peor de todas fue Andes Energía, que se desplomó 35%, Petrolera del Conosur 15%, mientras que Introductora, Santander y Repsol achicaron 14%, Petróleo Brasileiro 9% y las otras del tope negativo fueron Inversora Juramento, Celulosa, YPF y Dycasa. ¿Qué nos indican estas gruesas diferencias? Que la renta de este año no estará en los bonos ni en las tasas sino en los activos bien elegidos. Para sobrevivir y llegar en buenas condiciones al 2016 habrá que seguir balances con bastante precisión. "La actividad económica se está expandiendo a un ritmo sólido", avisó Janet Yellen, la número uno de la FED, y cuando las tasas abandonen el ciclo bajista el mundo será otro. La tasa larga de la FED estuvo algo arriba del 5% anual a comienzos de 2008 pero desde 2009 hasta ahora están muy cerca de 0%. Varios analistas creen que la Bolsa de Nueva York experimentará una toma de ganancias consistente, de más de 10%, para retomar el rumbo alcista recién una vez sean asimiladas las nuevas tasas.

ORO Y PLATA: Con tasas de interés mundiales por el piso y con emisión múltiple de euros, rublos y yenes, el oro y la plata parecen ser los primeros commodities que levantan algo la cabeza. El oro llegó a rozar los US$ 1.900 en julio de 2011, derrapó hasta US$ 1.140 el 5 de noviembre de 2014 y ahora pelea en la zona de los US$ 1.260, 10% arriba del último piso y 34% abajo de su máximo histórico. La onza de plata hizo cumbre en casi US$ 49 a fines de abril de 2011, desde allí se derrumbó hasta US$ 15,70 a mediados de noviembre último y hoy vale 17,8% más que el último piso y 65% abajo de su cumbre histórica. ¿Por qué están repuntando estos metales preciosos? En general son un refugio tradicional donde empiezan a posicionarse los inversores más conservadores que desconfían "de bancos centrales cuya única arma parecería ser una casi permanente y repetitiva emisión masiva de moneda" (Germán Fermo dixit). ¿Serán las onzas de oro y plata el bastión donde se refugiarán todos si las economías en problemas tardan en despegar? Un sondeo de Reuters entre 38 especialistas determinó que durante 2015 los metales preciosos seguirán débiles porque enfrentarán la suba de tasas de interés de los Estados Unidos. "En el corto y mediano plazo, dado el diferencial entre los rendimientos de bonos europeos y de Estados Unidos, sólo podemos anticipar nuevos flujos de capital hacia el dólar, poniendo presión alcista sobre esa moneda y presión bajista sobre el oro", dijo el analista de Mitsui Precious Metals David Jollie. Sin embargo, otros operadores sospechan que las expectativas de alzas de tasa ya están incorporadas ampliamente en el oro y la plata y que estos dos valores tienen gran potencial, sobre todo a medida que llegue el 2016.

COBRE: El cobre ha sido uno de los valores que más ha perdido en esta crisis económica mundial que no termina. La tonelada de este metal llegó a costar casi US$ 10.000 a comienzos de 2011 y en este momento cotiza algo por debajo de los US$ 5.500, y sigue retrocediendo. La segunda mayor productora de cobre de Europa, KGHM, planea elevar su producción anual del metal a más de 1 millón de toneladas al 2020 desde las 567.500 toneladas logradas en 2014. La producción de KGHM es alimentada por su activo clave en Chile, la mina Sierra Gorda, que controla en conjunto con la japonesa Sumitomo. Se calcula que esa mina, cuya producción arrancó a fines del año pasado, producirá este año 120.000 toneladas de cobre y 50 millones de libras de molibdeno. KGHM espera que el precio promedio del cobre sea de US$ 7.600 la tonelada en el periodo 2015-2020 y que este mismo año se toquen los US$ 6.800. De cumplirse ese pronóstico, el cobre y sus inversiones vinculadas crecerían más de 23% en dólares este año.

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