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Los factores internos

¿Límites para el crecimiento 2013?

18 diciembre de 2012

En 2013, la economía argentina recibirá dos shocks favorables que aumentarán su tasa de crecimiento con respecto a la de este año. El primero será el incremento en la tasa de crecimiento de Brasil. Según la encuesta que realiza el Banco Central de Brasil al sector privado, el PIB del vecino país pasará de una expansión de 1,03% en 2012 a una de 3,50% en 2013, es decir, más que se triplicaría. Asimismo, la cosecha agropecuaria local sería mayor y, por lo tanto, se valorizaría, aumentando el caudal de divisas comerciales y permitiría, bajo el actual esquema, abrir más las importaciones, vitales para el crecimiento.

Sin embargo, la potencia esperada de estos shocks podría ser menor a la esperada. Por ejemplo, hace tan sólo cuatro semanas se creía que el PIB brasileño crecería 4% y, dada esta tendencia, no deberían descartarse nuevos recortes. La industria no crecería 4,1%, como se prevía a comienzos de noviembre, sino 3,75% (la correlación entre la industria brasileña y la argentina es muy elevada). Asimismo, el real estará más cerca de 2,10/US$ que de los US$ 2/real. Por el lado de la cosecha, se puede decir que los precios, si bien altos, se desinflaron: en octubre, el Indice de Precios de las Materias Primas (IPMP) disminuyó 4,6% contra septiembre. A la vez, las intensas lluvias ponen en duda si, efectivamente, el volumen de la cosecha llegará a los guarismos más optimistas de hace unos meses. Sin dudas, las lluvias serán una de las novelas del verano.

Factores internos

Pero si bien la menor potencia esperada de los shocks externos invita a un optimismo menor sobre el crecimiento 2013, los economistas locales (al menos algunos) ponen cada vez más el foco en los limitantes internos a la hora de explicar por qué la recuperación del año entrante será moderada. “Aunque la desaceleración que registra la economía argentina desde mediados de 2011 encontró su valle en el segundo trimestre del 2012, en lo que va del segundo semestre la actividad económica sigue sin dar señales positivas, poniendo en evidencia que, además de la caída en la cosecha agrícola y el estancamiento industrial de Brasil, otros limitantes persistentes y de origen interno están retrasando la recuperación económica. Alrededor del 70% de los veinte principales rubros de producción industrial muestra una contracción interanual en el tercer trimestre, poniendo en evidencia que el freno manufacturero es generalizado y excede la presencia de factores exógenos”, dice la consultora Empiria en su último informe.

Para el sector industrial, por ejemplo, esperan un repunte de 2,4% en la producción. Sin embargo, hay tres factores que le ponen un techo a esa performance: la falta de competitividad, restricciones a las importaciones y reducción de las posibilidades de financiamiento. La construcción podría crecer 1,5% en 2013, “aunque la construcción privada mantendría la atonía mientras no se relajen los controles cambiarios”. El repunte constructor vendría explicado, principalmente, por la obra pública.

Pero el Estado, un actor clave del actual y de peso creciente en el modelo económico, tampoco tiene espaldas como para apuntalar una recuperación fuerte: “El déficit fiscal creciente no deja mucho margen para un impulso importante vía gasto e inversión del Estado (la obra pública aparece como variable de ajuste) y el financiamiento público por la vía exclusiva del Banco Central pondrá un piso de emisión monetaria que presionará sobre los precios (y sobre el poder adquisitivo del salario, la competitividad de las exportaciones y la incertidumbre para la inversión)”.

En el informe, Empiria menciona otros dos limitantes. Por un lado, las subas impositivas provinciales, que les restará competitividad al sector privado e ingreso disponible a los consumidores. Y, por el otro, más atraso cambiario, “que será difícil de poder ser absorbido por el sector productivo privado, resintiendo los niveles de producción y empleo”.

El consumo privado, en tanto, crecería, pero la escasa creación de empleo y las menores alzas en el salario real le pondrán un techo al desempeño de esta variable “vedette” de los últimos años. Una suba de la inflación, un escenario probable para varios consultores, podría aumentar aún más el consumo pero, en términos netos, sería desfavorable para la economía. El Gobierno ha dado señales claras de que buscará que dicha aceleración no se produzca, pero la incógnita sobre cuál será la tasa de aumento de los precios se mantendrá algunos meses más. La confianza de los consumidores, medida por la Universidad Torcuato di Tella (UTDT), hoy es 24,7% menor a la de un año atrás.

La consultora Ecolatina, en tanto, pone la lupa en otro de los principales componentes de la demanda agregada, la inversión: “Esperamos que la Argentina vuelva a crecer en 2013 gracias a una mejora de los factores exógenos. Pero la recuperación va a ser acotada (cercana al 3%) por la falta de incentivos a invertir”.

Griesa, ¿de qué lado estás?

Hay otro potencial limitante, y la clave está en la Gran Manzana: “Una evolución negativa a lo largo del año del juicio que se tramita en Nueva York con los holdouts impactaría negativamente en el financiamiento empresarial, ya comprometido por la falta de acceso a mercados internacionales y por las provincias e YPF actuando como una aspiradora del crédito interno”. Para la consultora Federico Muñoz & Asociados, “a juzgar por la estrecha correlación negativa que mostraron en los últimos años la tasa de crecimiento anual del PIB (según proxies privados) y la prima de riesgo país (medida por el spread EMBI de JPMorgan), nos cuesta mucho coincidir con los colegas que avizoran para 2013 un repunte sensible en el dinamismo de la economía”. Y, según el informe, por el conflicto sin saldar con los holdouts, es posible que el riesgo país merodee los 1.000 puntos básicos durante 2013. Otro factor adicional que podría ser una piedra en el zapato para la actividad económica: “La continuidad (acaso la aceleración) del progresivo ascenso de las tasas de interés pasivas y activas”.

La Casa Rosada

La economía argentina es volátil y muy difícil de predecir. La política económica del Gobierno, como admitió recientemente la Presidenta, también, quien reprodujo una conversación con su ex presidente del BCRA Martín Redrado: “¿Y vos para qué te pensás que estoy sentada acá? ¿Para ver las cosas pasar?”. Por lo tanto, puede haber nuevas medidas (sumadas a algunas puestas en marcha recientemente, como una mayor moderación fiscal o guiños a potencial inversores energéticos) que podrían cambiar ese panorama. Por ejemplo, el último informe de Ecolatina dice: “Si el Gobierno implementa una política económica más previsible, si logra recuperar el acceso al financiamiento externo para fondear obras de infraestructura cada vez más necesarias y comienza a atacar el problema inflacionario que llevó a la pérdida de competitividad externa, es posible mejorar el panorama del año que viene”.

Por ahora, son posibilidades. Este año, los números de la economía le dieron la razón a los consultores más pesimistas. El tiempo dirá de qué lado caerá la moneda en 2013?por si acaso, varios ya tiraron la primera piedra.

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