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El agro y el 2013

¿Hay que moderar el optimismo?

28 septiembre de 2012

“El valor de la cosecha fue históricamente y sigue siendo el principal factor que explica los ciclos en la Argentina”, sostiene el economista Ricardo Arriazu. En esa lógica, el ciclo debería retomar la expansión en 2013 pues se espera un combo de más producción y mejores precios.

“La producción de los tres principales productos del agro: soja, trigo y maíz pasará probablemente de 77 millones de toneladas en la campaña 2011-2012 a 94 millones en 2012-2013. El efecto neto positivo de esta mayor producción será un aumento de US$ 4.448 millones en las exportaciones. Retenciones mediante, este incremento aportará alrededor de US$ 1.500 millones adicionales de ingresos fiscales”, sostiene la consultora Finsoport .

La consultora cree que la cosecha de soja crecerá, en comparación con la actual campaña, 34%; la de maíz, 33% y la de trigo, en tanto, caerá 20%. En términos de saldos exportables, la gran estrella será la soja: se exportarán 13,5 millones de toneladas del “yuyo”, 73% más que este año. En los tres productos, los precios del año entrante serán mejores a los de 2012: “En el caso del trigo, puede esperarse un precio promedio por tonelada de US$ 324 (+29%), en el maíz el valor sería US$ 338 (+17%) y en la soja se aprecia una tendencia firme, aunque por debajo de los valores actuales, que para el período sería de US$ 590 por tonelada (+17%)”, dice Finsoport. “

Si bien hay motivos reales para entusiasmarse, no podemos dejar de tomar ciertas precauciones”, matiza un informe de la consultora Federico Muñoz & Asociados. ¿Por qué hay que ser cautelosos? “Primero, se aprecia cierta tendencia a 'gastar' anticipadamente los dólares que traería la soja en 2013, olvidándonos quizás que ese aporte es contingente a la concreción de varias condiciones (climáticas y de mercado). Sin ir más lejos, la inundación bonaerense quizás ya obligue a revisar las muy optimistas proyecciones de cosecha (los 23 partidos afectados aportaron en la última campaña 8 millones de toneladas).

En segunda instancia, las distorsiones y desequilibrios macroeconómicos ya han adquirido una entidad demasiado importante como para que la soja, por sí sola, nos salve en 2013. El flagrante retraso cambiario, la inflación galopante, los problemas fiscales y la crisis energética seguirán poniendo obstáculos a la marcha de la economía”. Según la consultora, “el campo puede motorizar una tibia recuperación de la economía en 2013 (si el clima y Chicago acompañan) pero no hay margen para ilusionarse con una expansión siquiera cercana a la de los años precedentes”.

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