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Restricciones externas

El sector externo, bajo la lupa.

04 julio de 2012

(Columna de opinión del economista Jorge Ingaramo)

El saldo de la balanza comercial de mayo, de US$ 1.517 millones, es el segundo más alto del año pero 11,3% inferior al de mayo de 2011. Se sabe que los meses de mayo a julio tienden a ser muy superavitarios por la salida de las exportaciones del complejo de aceites-biodiesel. El mencionado excedente es 17% inferior al del mes pasado, que fue forzado por una restricción violenta de las importaciones.

Las compras externas cayeron en abril 14% y, en mayo, apenas 5% interanual. Por otro lado, en mayo no se pudieron mantener las limitaciones a las importaciones que fueron US$ 6.039 millones (el nivel más alto en lo que va del año, 24% superior al del mes anterior). Deberíamos relativizar abril en la comparación: de esta manera, se obtiene que el saldo está 26,6 %por encima del promedio del primer cuatrimestre, mientras que las compras fueron superiores en 19,7% a las de igual período. Pese a la restricción de importaciones, éstas cayeron 5% interanual en mayo y apenas 1% en el acumulado con respecto a los primeros cinco meses de 2011.

Por su parte, las exportaciones de mayo subieron por razones estacionales (13% superiores a las de abril), pero cayeron 7% con respecto a las de mayo de 2011 y llevan acumulada una suba de apenas 1% en relación a enero-mayo de 2011. Podemos decir que el superávit acumulado de US$ 6.312 millones supera al del año anterior en 32,4%. En el mismo lapso, el incremento de las reservas externas del BCRA fue de US$ 1.453 millones, lo que estaría revelando que el control de cambios no tiene un gran efecto para la acumulación de reservas. ¿Por qué? El Tesoro toma parte de dichos fondos para pagar capital e intereses de la deuda. La diferencia entre superávit e incremento de reservas (US$ 4.859 millones), difícilmente haya ido toda a pagar compromisos del Tesoro.

Seguramente ha habido fuga de divisas por una cifra bastante significativa.

Ya se dijo que las exportaciones permanecen estancadas con respecto al año anterior, en que habían tenido un excelente desempeño, por la combinación de una muy buena cosecha y la mejora evidente en los términos del intercambio. En lo que va de 2012, los términos se están deteriorando respecto a 2011. En mayo los precios ponderados de las exportaciones crecieron apenas 1% mientras que los de las importaciones lo hicieron al 7%. Empleando los cinco primeros meses para la comparación interanual, se obtiene que no aumentaron los precios de exportación, en tanto crecieron 5% los valores ponderados de las compras externas. Los números más llamativos, en las variaciones, se registran para los productos primarios (8% de caída en mayo y 7% de baja para los cinco meses), en razón de los menores precios de los cereales y algunas otras commodities agrícolas (no todas).

Llama la atención el crecimiento de los precios de los bienes de capital importados (9% en mayo y 10% en los cinco meses) en momentos de sobreoferta mundial. También lo hacen los precios de combustibles y energía que, en mayo, cayeron muy poco: 1% tanto para las importaciones como para las exportaciones (considerando la baja en el precio del barril de petróleo de US$ 104 a US$ 87 en los últimos dos meses). No obstante ello, en los cinco meses acumulados, las importaciones de combustibles y lubricantes son 8% más caras: un punto más que nuestras exportaciones del mismo rubro. En lo que hace a las cantidades, las exportaciones cayeron 8%, con una notoria baja en las manufacturas de origen industrial del 14% y pese a la impactante suba del 17% en combustibles y energía.

El rubro petróleo crudo, de no exportar prácticamente nada en mayo de 2011, pasó a una venta mensual de US$ 193 (mayo de 2012) y registra 69% de suba en los cinco meses del año. Se viene exportando mucho más petróleo crudo, a fin de reducir el saldo comercial en el rubro energético. En lo que hace a las cantidades importadas, la suba en combustibles y lubricantes es de 40% para mayo y del 11% para los cinco meses. Los bienes de consumo cayeron 11 y 4% en períodos similares, mientras que los bienes de capital lo hicieron 35 y 24%, respectivamente. Llama la atención que en los primeros cinco meses del año, los rubros que mejor desempeño tuvieron en materia de exportaciones (medidas en dólares), sean en primer lugar, el petróleo crudo (69,5% más) y en segundo lugar el trigo (23,6%). Salta a la vista que la necesidad de divisas ha obligado a liberalizar la comercialización de ambos. Lo mismo ha ocurrido con el maíz (31,4% más), pese a que aún no está cosechado el de la nueva campaña.

Se ha permitido una mayor exportación, que lo coloca en el quinto lugar de los rubros de mejor desempeño en los cinco meses considerados. Como ocurre hace algunos años, el biodiesel tiene una impactante suba del 31,4% interanual, mientras que también aportan los vehículos de transporte de mercancías, con una mejora del 25,6%, que contrasta con los de transporte de personas, cuya caída es del 16,3%. El complejo de aceites y biodiesel es muy importante en nuestras exportaciones. Para los cinco meses, el consolidado de sus cuatro grandes rubros, es decir, granos, aceites, harinas proteicas y biodiesel, presenta una caída del 4,3% interanual y pasa de representar el 29,4 al 27,8% del total de las ventas externas del país. Los tres subrubros mencionados en primer término caen: 13%, 4% y 7%, respectivamente, probablemente por la menor cosecha (se había sembrado soja para obtener 53 millones de toneladas y se lograron apenas 39 y, como se sabe, este rubro es netamente exportable). La baja en aceites (4%) está más que compensada (por lo menos en dólares) con la suba del 31,4% interanual en las ventas de biodiesel. Particularmente, en el mes de mayo, hay caídas del 11% y 18% para semillas y frutos oleaginosos y sus aceites, respectivamente y una suba del 16% en harinas proteicas.

Otros sectores son llamativos por su performance exportadora: a) El rubro minerales metalíferos (primarios) registra disminuciones del 80% y 23% para mayo y para los cinco meses, respectivamente, mientras que “Piedras, metales preciosos, monedas” (MOI) cae 71% y 3% en los mismos lapsos considerados. Convendría analizar el impacto que ha tenido la intervención cambiaria en las empresas de estos sectores, ya que tamañas mermas en mayo difícilmente puedan ser explicadas por razones de estacionalidad en la oferta o en la demanda. b) Combustibles y energía. Las exportaciones crecieron (en dólares) 15 y 8% en mayo y en los cinco meses, respectivamente, mientras que las importaciones lo hicieron al 39% y 21% en iguales lapsos. Aunque el desequilibrio creció 155% para los cinco meses, la magnitud de lo acontecido en mayo refleja el clásico agravamiento por la inminencia del invierno y la incorporación a la oferta de combustibles más caros o traídos del exterior con fletes más elevados, como ser el gas. c) Las manufacturas de origen industrial (MOI). Como se sabe, seis (de trece) rubros a tres dígitos, representan el 90% de nuestras ventas externas. Se logró desalentar las exportaciones de valor agregado industrial, que ya habían caído 9% interanual en abril y volvieron a hacerlo 12% en mayo. Contrastan los valores positivos en 2011 con los negativos para mayo de 2012 y para los cinco meses de 2011.

El lector, que ha tolerado la lectura de tantos números, seguramente sacará sus propias conclusiones.

(De la edición impresa)

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