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Los versos verdes del relato oficial

El rumbo necesita correcciones.

01 junio de 2012

Cristina Kirchner dijo que el mundo se nos cayó encima, cuando en realidad nos tropezamos con los cordones de nuestros zapatos cual nene distraído. El FMI pronostica crecimiento de 3,5% para 2012 contra 3,9% en 2011. Chile, Perú, Uruguay, Colombia y México siguen creciendo al mismo ritmo que el año pasado. Hay problemas en Europa que se pueden agravar, pero EE.UU. se recupera. Hay señales de alerta en China, pero por ahora su locomotora no se detiene. En todo caso hay riesgos de desaceleración global, pero no hay crisis. La receta frente a los riesgos es ahorrar, pero desde 2007 no acumulamos reservas , mientras que Brasil las duplicó y en Chile crecieron 130%.

El jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina dijo que tenemos que dejar de pensar en dólares, igual que su antecesor Aníbal Fernández. Dicen que somos el único país que piensa tanto en dólares, que tenemos una obsesión, un problema cultural. Claro, lo que no dicen es que también somos uno de los pocos países con inflación. De 182 países con datos, sólo 6 tuvieron una inflación mayor a 20% el año pasado. Y el promedio mundial fue de 6,8%, según tuiteó el economista Federico Bragagnolo. Nadie ahorra en un activo que pierde 25% de valor por año como un helado que se derrite. Dirán que hay que generar instrumentos de ahorro en pesos, pero éstos sólo existieron en países en vías de estabilización (la UF en Chile) o con inflación estable (Colombia, donde los plazos fijos tenían una tasa de interés real positiva).

Con inflación creciente y un mercado de cambios desdoblado, y por lo tanto incierto, no habrá ahorro en pesos. La ley de gravedad tampoco es cultural. Dicen los voceros oficialistas que sólo el 11% ahorra en dólares. Si este dato fuera cierto, sería trágico: después de 9 años de modelo, ¿el 89% de los argentinos no puede ahorrar? La realidad indica que cerca de 30% de los mayores de 18 años compraron dólares, pero lo importante es que los controles que adoptó el Gobierno les pegan a todos.

Primero, las trabas a las importaciones frenaron la inversión, ayudadas por la incertidumbre macroeconómica y la creciente arbitrariedad del Gobierno. En abril cayó 35% la importación de bienes de capital, y más grave, cayó 16% la inversión. Segundo, el cepo cambiario hizo colapsar el mercado inmobiliario, lo cual afecta la construcción y, por lo tanto, el empleo. Son parches que cerraron la sangría de dólares de corto plazo a costa de paralizar la economía.

Estamos entrando en estanflación: estancamiento con inflación. El Gobierno está a tiempo de corregir el rumbo: hay que combatir la inflación con un plan de metas de inflación conducido por un banco central independiente, arreglar el INDEC, unificar el mercado de cambios y generar un entorno macroeconómico estable y previsible.

Estamos a disposición del equipo económico para discutir ideas y acercar nuestras propuestas, aunque la verdad no creo que nos llamen, así como la Presidenta se niega a juntarse con Mauricio Macri para resolver los problemas de gestión comunes. Es una pena que, después de salir del infierno de 2001, terminemos en un estancamiento ochentoso causado por una sucesión de torpes tropezones.

(De la edición impresa)

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