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Las 3 preguntas

¿Qué pasará con la inflación?

25 abril de 2012

Mariano Lamothe, econmista jefe de abeceb.

Enrique Déntice, economista de la Unsam.

Rodrigo Alvarez, director de Analytica Consultora.

1) En 2009, la economía se frenó bruscamente y la inflación bajó varios puntos. Este año, el crecimiento caerá a la mitad. ¿Qué pasará con la inflación?

Mariano Lamothe (M. L.): Este año la economía se desacelerará. No habrá una recesión como la que hubo entre el cuarto trimestre de 2008 y los primeros dos trimestres de 2009. Ese año, la economía cayó entre 2,5% y 3%. Un escenario así no es posible este año, aunque sí habrá una fuerte desaceleración. Vamos a crecer la mitad de lo que lo hicimos en 2011, aunque no habrá problemas de empleo ni fuertes caídas en la demanda. Además, la economía está más sobredemandada que entonces. Por lo tanto, las presiones sobre la inflación siguen estando. Continuará la inercia inflacionaria, tal como ocurrió en 2009 cuando, a pesar de la caída de 2,5-3% de la economía, la inflación fue de 13,5-14%. Este año la inflación podrá bajar dos o tres puntos con respecto a 2011, pero no perforará el 20%. Además, la política monetaria, luego del cambio de la Carta Orgánica del BCRA, no estará acorde con el objetivo de bajar la tasa de inflación.

Enrique Déntice (E. D.): En teoría, debería darse una reducción en el deslizamiento de precios, de la mano de la caída del consumo, que operó como motorizador del proceso de crecimiento en el 70% de PIB. En la práctica, sin embargo, la inflación va a responder más a las expectativas que a otra cosa. En mi opinión, va a primar el efecto de las importaciones.

Rodrigo Alvarez (R. A.): La inflación se mantendrá en los niveles actuales, en torno de 21%. El proceso de desaceleración iniciado a fines de 2010 se frenó. Si bien es evidente que la economía está moderando su ritmo de crecimiento, en ningún escenario estamos proyectando una recesión para este año. El PIB va a crecer alrededor de 4% lo que representa una pérdida de 3 puntos porcentuales respecto de 2011. La crisis de 2009 fue mucho más violenta: se perdieron 8 puntos. De todas formas el fuerte impulso de la demanda es sólo uno de los factores que explica la inflación, no es el único.

2) Dos de los principales factores explicativos de la alta inflación de los últimos años fueron el tipo de cambio competitivo, que es potencialmente inflacionario, como han demostrado economistas como Roberto Frenkel y el alto nivel de crecimiento. Hoy, sin embargo, el tipo de cambio es menos competitivo y el crecimiento es menor y, sin embargo, persiste la alta inflación. ¿Por qué?

M. L.: La falta de políticas antiinflacionarias hace que la inercia termine siempre más arriba. A eso hay que sumarle las políticas expansivas, tanto fiscales como monetarias, sobre una oferta que ya está dando señales de llegar a un límite y una economía que está tendiendo a cerrarse. Hoy, el tipo de cambio es la única ancla nominal.

E. D.: Creo que esos temas no son las únicas causales para explicar la inflación en nuestro país, aunque coincido en que son parte de la explicación. Para mí, la inflación resulta explicable en la poca inversión que se percibe claramente en la utilización de la capacidad instalada y que genera una oferta limitada. Además, no hay que olvidar, tampoco, el tema fiscal ya que el ahorro vía caída de subsidios aún no opera. Todos estos elementos van a mantener presión sobre los precios.

R. A.: La inflación se explica por una multiplicidad de factores. Dentro de los componentes de base destaco un crecimiento muy elevado de la demanda con inversión insuficiente y una puja distributiva en evolución. También hay que considerar el componente inercial y de expectativas, pues la economía está indexada de facto. El Gobierno está impulsando un proceso gradual de reducción de la nominalidad. De hecho, las políticas fiscal y monetaria mantienen cierto sesgo expansivo, aunque éste se modera respecto al de 2011. La conjunción de elementos hace poco probable un cambio abrupto en el ritmo de suba de los precios.

3) Las restricciones a las importaciones, en teoría, aumentan la inflación al achicar la oferta de bienes. ¿Ya se está operando ese efecto?

M. L.: Yo creo que va a empezar a operar. Hay muchos mercados que son cautivos de una oferta local restringida. De ese modo, pierde efecto el tipo de cambio fijo. Hay una suba de costos que ya no se puede compensar más con las cantidades o los márgenes de rentabilidad y, por lo tanto, se traslada directamente a los precios.

E. D.: En algunos sectores ligados a consumos suntuarios sí, como en aquellos en los que los insumos intermedios son importantes y actúan como disparadores de expectativas y ello se vuelve un tema difícil de manejar. Esto influirá en otros sectores, aún en aquellos que sustituyen importaciones y eso espiralizará el proceso interno.

R. A.: En algunos rubros estamos detectando restricciones que lógicamente generan presión adicional sobre los precios. También se observan conductas especulativas de algunos proveedores que aprovechan este contexto para captar ganancias extras. De todas formas, el impacto todavía es marginal desde una perspectiva agregada. Puede acentuarse si no hay reacción de la oferta local para compensar los faltantes externos. También es probable que el Gobierno relaje los controles sobre ciertos rubros sensibles y administre el freno a las importaciones de manera más eficiente. En el límite, no va a estar dispuesto a ahogar el crecimiento.

(De la edición impresa)

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