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Inflación, ¿prueba superada?

El debate está abierto.

31 agosto de 2011

“La tasa de inflación amagó con convertirse, desde hace tiempo, en el verdugo electoral del Gobierno Nacional”, empieza el último informe del Banco Ciudad. “Los pronósticos más agoreros

llegaron a proyectar un aumento de precios del 40% para 2011. Pero nada de eso ocurrió y, muy por el contrario, la mayoría de los analistas ubican a la bonanza económica entre las principales

razones del éxito electoral del kirchnerismo”. Los números mandan y en eso le dan la razón al informe del Ciudad.

Los datos muestran que: 1) la inflación se mantuvo no muy por encima del 20% anualizado; 2) el aumento de los ingresos nominales (salarios y jubilaciones) superó holgadamente esas cifras

de manera sistemática durante el último año; 3) la tasa de pobreza (bien medida) no disminuyó sustancialmente pero tampoco aumentó ?hoy promedia el 20-25% de la población total según estimaciones privadas?; y 4) el consumo registró un aumento constante, incentivado por una tasa

de inflación que castiga el ahorro, por un salario real en ascenso y ayudado por la fuerte expansión del crédito.

“Este escenario económico fue suficiente para barrer la cuestión económica del debate electoral”, concluye el informe. Sin embargo, la situación no es tan clara, reconocen los analistas. “En defensa de los economistas más pesimistas, conviene decir que la brecha que mantienen las principales variables nominales de la economía con la inflación oficial y privada es sorprendentemente elevada”. La expansión monetaria ronda el 40% anual, los salarios el 30% y la recaudación tributaria el 35%. “Son cifras enormes si se las compara con una inflación del 22% anual”.

La brecha entre inflación y expansión monetaria es uno de los enigmas teóricos más debatidos

de la actual coyuntura por los especialistas. No son pocos quienes creen que el actual 22% de inflación refleja la tasa de la expansión monetaria de 2010 (28%) neta del crecimiento real actual (6-7%). Además, muchos creen que el actual 40% de crecimiento de la emisión monetaria anticipa la tasa de inflación 2012-13. “Es una discusión que todavía no tiene respuestas contundentes”.

La inflación es un proceso que apenas entorpece el corto plazo pero que promete convertirse en

un dolor de cabeza a largo plazo, ponen los economistas del Banco Ciudad. En los últimos años, la estabilidad del tipo de cambio permitió sostener las tasas de interés en niveles bajos (incluso siguen siendo fuertemente negativas en términos reales) y doblegar cualquier atisbo de aceleración inflacionaria. “La pregunta del millón sigue siendo por cuánto tiempo puede sostenerse una devaluación del 5-10% anual con una inflación del 20-25%. Los costos en dólares han seguido en aumento aquí y ?por suerte? en toda la región y en prácticamente la mayoría de nuestros socios comerciales. Pero en los últimos años la Argentina aventajó largamente al resto de los países con una inflación en dólares de las más altas de Latinoamérica”.

Todos los economistas coinciden: en algún momento habrá que bajar la inflación y/o comenzar a depreciar más rápidamente el peso para compensar la inflación pasada. Cuándo llegará ese día y cómo será la dinámica del tipo de cambio y la inflación son preguntas a las que nadie tiene hoy

una respuesta cierta. “Sólo sabemos que, en ese momento, la cuestión inflacionaria volverá al

centro de la escena”.

(De la edición impresa)

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