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Pronósticos estables para la economía brasileña

26 marzo de 2019

Los pronósticos económicos de los analistas del mercado que releva semanalmente el Banco Central de Brasil para elaborar el informe Focus, mostraron mínimas variaciones.

La única mejora se produjo en el plano fiscal dado que el déficit primario esperado para este año pasó de 1,37% del PIB a 1,32% mientras que el desequilibrio nominal proyectado se ajustó de 6,30% a 6,22%. En materia de inflación, no hubo cambios y la suba del Indice de Precios al Consumidor Amplio en 2019 se mantuvo en 3,89%, por debajo de la tasa central de la meta del BC que es de 4,25%. En ese contexto de estabilidad, los analistas estiman que la tasa Selic seguirá hasta fin de año en 6,50% mientras que el dólar se cotizaría a 3,70 reales en diciembre, un valor menor al actual. De todas maneras, lo pronósticos en materia cambiaria están condicionados a lo que ocurra en los mercados internacionales y su impacto en las monedas emergentes.

En cuanto al nivel de actividad, hubo una ínfima corrección y el crecimiento proyectado del PIB pasó de 2,01% a 2,00 mientras que hace cuatro semanas se ubicaba en 2,48%. Por su parte, el Gobierno, había ajustados su proyección de 2,5% a 2,2%. En los últimos años, la expansión terminó siendo menor a la esperada al comienzo, tanto por los analistas privados como por las autoridades. Recuperar tasas de crecimiento elevadas luego de la última recesión le está costando mucho a Brasil y las estimaciones de suba del PIB para 2020 se ubican en 2,78%.

La suba pronosticada para la producción industrial se mantuvo en 2,57% para este año y en 3,0% para 2020. Como siempre, el frente externo es proveedor de buenas noticias y el superávit comercial sería de US$ 50.500 millones y el déficit de la cuenta corriente alcanzaría a sólo US$ 26.000 millones.

Una baja tasa de inflación, leve apreciación cambiaria y un crecimiento débil es el escenario que se consolida para la economía brasileña durante este año.

Para las economías de la región que tienen en Brasil a su principal socio comercial, el cuadro se presenta moderadamente favorable. Luego de la fuerte recesión de 2015 y 2016 y las modestas subas del PIB, apenas superiores al 1%, en los dos años siguientes, un crecimiento del 2% es un avance. A su vez, para Argentina, es clave la expansión de la producción industrial porque la industria local es proveedora de insumos de la brasileña.

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