La secuencia no parece casual. Primero fue el presidente Mauricio Macri en una entrevista televisiva, el domingo por la noche. “Debería hacer una autocrítica. Estuvo en todos los gobiernos anteriores”, sostuvo. Y le endilgó responsabilidades en la crisis energética por el congelamiento de las tarifas, además de criticar la renegociación de la deuda que encabezó junto al entonces presidente Néstor Kirchner. “Cuando el Presidente logre una economía creciendo al 9%, una inflación debajo del 10, con superávit fiscal, con superávit en las cuentas en dólares y con un millón y dos millones de puestos de trabajo creados, volvemos a hablar”, fue la respuesta del economista.
Ayer fue el turno del jefe de Gabinete Marcos Peña, en una entrevista con el portal Infobae, quien se ocupó del exministro. En esta ocasión para emparentarlo con la expresidenta. “Creo que Cristina y Lavagna son propuestas antiguas, conservadoras, incluso en algunas cosas reaccionarias, porque es volver al 2002, volver al 2005, volver al 2007”, dijo Peña al trazar una frontera entre Cambiemos y la oposición. “Cambiemos es el futuro y las opciones peronistas una variable aggiornada de un pasado que ya no volverá”, agregó Peña en el mismo sentido.
¿Inquietud ante su irrupción en el tablero o necesidad de subirlo al ring para moderar la polarización con el kirchnerismo? Por lo pronto, la posible candidatura del ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Kirchner no parece romper el amperímetro. Apenas obtiene unos pocos puntos más que Sergio Massa, el líder del Frente Renovador que pretende enfrentarlo en primarias. Si las elecciones fuesen hoy, al menos. Pero ni Massa, ni el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey recibieron esa atención del Gobierno. Preocupado por los números de la economía en crisis, considera en la pelea de modelos también el economista ingresa en el duelo. Entre otras cosas, porque intuye que no habrá acuerdo posible entre kirchneristas y lavagnistas.
El ministro del Interior, Obras Públicas y Viviendas, Rogelio Frigerio, planteó matices, menos confrontativo. “Celebro que haya dirigentes que piensen que se puedan generar acuerdos. Esto es lo que necesita la Argentina: mayor nivel de consenso sobre cuestiones básicas tal cual lo planteó el Presidente hace un año en el CCK”, sostuvo el funcionario en una entrevista televisiva. Y agregó: “Precisamente por el dialogo al que hace referencia el exministro, pudimos llegar a acuerdos con la oposición, que posibilitaron muchas leyes. Estamos dispuestos a sentarnos en una mesa y celebro que, en este caso, Lavagna también”.
Tras la crítica de Peña, Massa salió en su defensa con una ironía. Dijo que no cree que esté “viejo” porque “hace abdominales todos los días”. Pero, de manera indirecta, volvió a convocarlo para que participe en las primarias abiertas de Alternativa Federal, algo que Lavagna resiste. Massa dijo que el economista “suma mucho” porque “pone certidumbre” en uno de los grandes temas de la Argentina “que es el desarrollo”.
