Riesgo político, dolarización, más riesgo político, más dolarización. Esa es la secuencia que temen en el mercado y, por cierto, también en la Casa Rosada, cuyo objetivo central es acotar la volatilidad.
“El reciente brote de volatilidad es deletéreo para el capital político del Gobierno y, precisamente por ello, complica aún más el escenario financiero al aumentar las chances de un resultado electoral indeseado por los mercados. Quizás algunos meses antes de lo esperado, el riesgo político irrumpe con fuerza en los tableros financiero y económico”, sostiene Federico Muñoz en su último informe.
Por cierto, a eso se suma otro flagelo que no cede: la inflación, que habría sido de 4% en febrero y, dado el respingo del dólar, podría mantenerse en esos niveles en marzo.
“Nos preguntamos si la cúpula de Cambiemos no comenzará a evaluar en algún momento el Plan V (de Vidal), como posible alternativa electoral frente a la ?acaso irremontable- pérdida de popularidad de Macri”, concluye Muñoz.
