Competir en primarias o en internas era visto como un hecho negativo en Cambiemos porque suponía una confrontación que desgastaba a la coalición y exacerbaba las diferencias. El que mejor medía en las encuestas debía ser el candidato a ocupar el principal cargo en disputa.
Argentina es un caso de federalismo extremo porque conviven en el país distintos sistemas políticos y esa realidad se expresa también en el diseño de estrategias electorales. Y por eso el oficialismo adoptó ahora una posición más flexible y ya no hay una receta única aplicable a distintas realidades, sino que se analiza caso por caso. Además, no hay en todas las provincias figuras excluyentes y, por otra parte, la Casa Rosada tiene menos poder de fuego que en 2017 para determinar a los candidatos. En varios distritos no habrá discusión y los postulantes sde Cambiemos ya están definidos o casi. Son los casos de Buenos Aires, CABA, Chubut, Neuquén, Formosa y Misiones, entre otros.
Pero queda todavía, mucho por resolver. En La Pampa, el 17 de febrero habrá una interna entre Daniel Kronenberger de la UCR y Carlos Mac Allister del PRO aunque se estima que cualquiera de los que gane perderá luego contra el candidato peronista a la gobernación.
Un esquema similar se repetirá en Mendoza en donde el 9 de junio pujarán por la candidatura del oficialismo el radical Rodolfo Suárez y el macrista Omar De Marchi. Quién gane en esa instancia tiene muchas posibilidades de ser el próximo gobernador. Salvo que las encuestas muestren una ventaja muy clara para Suárez, las primarias se concretarán.
Otro caso a analizar es el de La Rioja porque también allí podría haber una interna entre el actual senador radical Julio Martínez y el intendente de la capital Alberto Paredes Urquiza, un peronista con buena llegada a la Casa Rosada. Al estar dividido el peronismo en la provincia, crecen las chances de quien resulte candidato por Cambiemos. Un situación similar se plantea en Tucumán en donde los candidatos de Cambiemos abundan ya que están anotados los radicales Silvia Elías de Pérez y José Cano, el independiente Alfonso Prat-Gay y el peronista Domingo Amaya. La oportunidad se abre para Cambiemos a partir de la dura interna del peronismo tucumano entre el actual gobernador Juan Manzur y su antecesor, José Alperovich. Manzur propone que el peronismo haga una interna para elegir al candidato pero Alperovich se niega a participar y ratificó que competirá con su propio espacio. Por eso desde la Casa Rosada se hará el máximo esfuerzo para que Cambiemos unifique su oferta electoral en la provincia.
Por peso político y por ser el segundo padrón del país, la situación de Córdoba es especial y como además la provincia no tiene primarias se tuvo que acordar un mecanismo para definir al candidato que enfrentará a Juan Schiaretti el 12 de mayo. Como nada indica que vaya a haber un acuerdo, los radicales Mario Negri y Ramón Mestre competirán en internas el 17 de marzo.
En Entre Ríos también se perfila una interna entre los radicales Atilio Benedetti y Jorge Lacoste que cuenta con el apoyo de los intendentes. Mientras tanto, los jefes comunales, Pedro Gaimberti de Chajarí y Gustavo Hein de Basavilbaso podrían ser parte de alguna fórmula. Las primarias se realizarán el 14 de abril y la elección de autoridades provinciales será el 9 de junio.
En Santa Fe habrá primarias el 28 de abril y por lo tanto la candidatura de Cambiemos, sobre la que no hay consenso, se dirimirá en esa instancia. El radicalismo impulsa al intendente de la capital, José Corral, que enfrentaría al candidato macrista Federico Angelini. En el caso de Santa Cruz, la disputa también será entre radicales pero se resolverá en el marco de la ley de lemas vigente en la provincia aunque Eduardo Costa es amplio favorito para volver a competir contra Alicia Kirchner. En San Luis, el radical Walter Ceballos quiere competir en las primarias convocadas para el 21 de abril pero el exgobernador Claudio Poggi no quiere pasar por esa instancia y sostiene que en ese caso no será el candidato de Cambiemos sino de otro espacio.
