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Menos consumo obliga a ajustar estrategias

Según especialistas, la gran mayoría recurrieron a incorporar descuentos en los productos

21 enero de 2019

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas registraron caídas todos los meses de 2018. En diciembre, las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 9,9% frente al mismo mes de 2017. El mes de mayor caída fue noviembre, con una reducción de 10,1%. El acumulado anual mostró una contracción de 6,9%.

Esta caída del consumo de productos masivos durante el año pasado, que también afectó a las segundas y terceras marcas, obligó a los distintos canales de comercialización a establecer nuevas estrategias de venta, que en su mayoría recurrieron a incorporar descuentos en los productos.

“El 70% de lo que se vendió en consumo masivo en 2018, en algún momento tuvo promoción, descuento, oferta, beneficio por tarjeta de fidelización o mecanismo de financiamiento. Cinco recursos a los que apelaron marcas de todos los rubros y canales de ventas ante la crisis”, afirmó el especialista en comercio minorista Damián Di Pace, titular de la consultora Focus Market.

“Así los comercios terminaron canibalizándose los clientes, ya que la única forma de mover el stock disponible fue generando cada vez más ofertas a costa de la pérdida de rentabilidad, porque era preferible para las pymes y grandes cadenas vender a un precio de equilibrio para ganar liquidez a tener que financiarse a tasas del 60%”, explicó el especialista.

El panorama justifica que los hábitos de consumo masivo así como las estrategia comercial de marcas y canales de venta se hayan visto afectados con distinta intensidad durante los últimos doce meses.

“Uno de los mitos que se derrumbó el año pasado es que la gente desplazó sus compras al canal mayorista, algo que no se puede corroborar ya que todos los canales de comercialización registraron la retracción en sus ventas, quizás a excepción de las ferias barriales”, afirmó Di Pace. “El mayorista amerita estoqueo cuando hay disponibilidad de pesos en el presupuesto doméstico, pero en la actualidad se observa que la gente concentra sus recursos en el consumo inmediato porque vive al día”, añadió.

Para que se produzca un cambio de perspectivas para 2019, el analista planteó que se deben ir sucediendo cambios en cinco variables principales: paritarias que permitan que los salarios vuelvan a ganarle a la inflación, una desaceleración real del aumento de precios, una reducción de tasas para financiar el consumo y el crecimiento de la economía con impacto en las decisiones de compra de los clientes.

Sin embargo, el especialista advirtió que no hay perspectivas para que estas variables cambien sustancialmente durante el primer semestre del año, e identificó que al menos durante el primer trimestre el índice de precios minoristas estará por encima del mayorista, contrario a lo que ocurrió el año pasado, con una fuerte brecha mediante.

“Esta disparidad en el movimiento de los indicadores se explica en que el canal mayorista se indexa muy rápido con la devaluación y de manera fuerte, mientras que el minorista no puede trasladar todo ese peso a precios de manera tan inmediata por la contracción de la demanda”, explicó Di Pace.

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