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Hay motivos para creer que continuará la pax cambiaria

Tras una dolarización de más de US$ 26.000 millones en 2018, y con elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, la gran pregunta es si el BCRA tiene espaldas para aguantar otra corrida contra el peso

14 enero de 2019

Hay una vieja costumbre por estos pagos. Esperar las elecciones con dólares en los bolsillos. Los que pueden, claro. Como todos los gobiernos tratan de postergar las devaluaciones y llegar a las urnas con el dólar atrasado, las devaluaciones son clásicos poselectorales. Pero la edición 2019 puede traer algunos cambios y algo de eso se está viendo en los primeros días del año, con el “billete” bajando (ya está debajo de $37 en el segmento mayorista) y el BCRA, por primera vez desde 2017, comprando dólares.

¿Por qué 2019 puede ser distinto y ser un año con relativa pax cambiaria?

Primero, porque el ajuste cambiario ocurrió hace unos meses.

Segundo, porque hay pocos pesos dando vueltas, es decir, combustible para una nueva corrida.

Tercero, y quizás más importante, porque la oferta de dólares en el mercado será abundante.

Los años de elecciones presidenciales suelen disparar bruscamente el atesoramiento de dólares”, dice Delphos en su último informe y apunta que, hasta noviembre de 2018, la cifra escaló hasta US$ 26.000 millones. “Los años 2007, 2011 y 2015 la formación de activos externos del Sector Privado No Financiero se incrementó por lo menos 90% y, de hecho, en 2011 derivó en el cepo cambiario”.

Sin embargo, según Delphos, “lo sucedido durante 2018 plantea un punto de partida en niveles elevados de dolarización de stock, mitigando el riesgo de repetir el shock de demanda privada experimentando el año pasado”. Especialmente, dice, cuando se tiene en cuenta el deterioro del salario real. El informe no descarta un escenario de demanda de cobertura intensa, máxima si las encuestas no caen bien en los agentes, pero también señala que la oferta de divisas será generosa.

En primer lugar, una cosecha ya encaminada aportaría unos US$ 5.200 millones más que en 2018.

En segundo lugar, un crecimiento moderado desde Brasil generaría unos US$ 1.400 millones adicionales por exportaciones, principalmente del sector automotriz.

Finalmente, días atrás, Santiago Bausili, secretario de Finanzas, dio a conocer que el Tesoro venderá entre US$ 6.000 millones y US$ 11.000 millones para hacer frente a gastos en pesos.

Esa oferta, dice Delphos, podría hacer que la demanda preelectoral se financie sin pérdida de reservas ni un abrupto ajuste del tipo de cambio nominal. “Creemos que, en 2019, la situación es otra. Si bien no esperamos flujos de inversión de portafolio positivos, la depuración de activos locales por parte de los inversores internacionales ya la atravesamos. Asimismo, se espera una importante caída de la demanda de dólares para importaciones, tanto de bienes como de servicios (particularmente viajes), como consecuencia de la depreciación y el estancamiento económico. Es por esto que creemos que estos niveles de atesoramiento podrían ser compensados por otros conceptos sin pérdidas de reservas significativas”, sostienen.

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