Ninguno de los cuatro distritos gobernados por Cambiemos que eligen este año autoridades ejecutivas tiene todavía definido el calendario electoral. Más allá de los matices y las particularidades provinciales, la principal disyuntiva se reduce a si al oficialismo le conviene o no desdoblar las elecciones o si debe unificarlas con las nacionales. Disyuntiva que ya recogió algunas tensiones entre Casa Rosada y los mandatarios provinciales y entre el PRO y el radicalismo.
Ayer, el gobernador jujeño Gerardo Morales se manifestó a favor de “esperar un poco” para las definiciones y propuse marzo como fecha límite. “Es el peor momento en todo sentido, estamos saliendo recién de una crisis cambiaria, y en términos de imagen, se está pasando el peor momento”, fue el argumento que se utilizó para solicitar ese tiempo extra en las definiciones, en un mensaje que tuvo como destinatario a Casa Rosada.
“Hay que esperar un poco, no adelantarse. Sí creo que no debe ser una decisión unilateral, sino que las provincias que gobierna Cambiemos tomen decisiones por sí, sino que formen una estrategia de Cambiemos en todo el país”, explicó el dirigente radical, que participó junto al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo de un encuentro en Villa La Angostura, con el presidente Mauricio Macri. Allí, el Presidentehabía sugerido no desdoblar las elecciones, en nombre de esa estrategia integral de Cambiemos.
El caso que más acapara la atención pública, por cierto, es el de las provincia de Buenos Aires. Allí la gobernadora María Eugenia Vidal dejó abierta la posibilidad de desdoblar la elección y contribuyó a crear una comisión bicameral en la Legislatura para estudiar las posibilidades. Los intendentes de Cambiemos en el conurbano promueven la medida. En Casa Rosada, la resisten. La decisión de los legisladores no es vinculante y lo que resuelva lo evaluará Vidal, quien esta semana se mostró junto al Presidente durante un acto en la localidad de Suipacha, luego de un enfriamiento en la relación.
Desde Casa Rosada insisten en la necesidad de ordenar la oferta electoral de Cambiemos y no salirse de la estrategia global de la fuerza. Para eso promovieron el acuerdo entre las autoridades partidarias para que un candidato a gobernador no pueda luego presentarse a un cargo legislativo. Y aseguran que la decisión que cada provincia tome tendrá que tener la aprobación de la cabeza de la pirámide de Cambiemos, más allá de los discursos explícito respecto a la necesidad de respetar la autonomía de las provincias.
Por cierto, también preocupan las provincias en donde Cambiemos no es oficialismo y ya tienen decidido calendario. En especial, los casos de Córdoba y Santa Fe donde la coalición tiene varios precandidatos. En la provincia mediterránea, la situación es más compleja, porque no existen primarias abiertas previstas y la fuerza debe resolver como elegir a sus postulantes, cosa que todavía no ha sucedido y que sigue caldeando los ánimos.
