El Economista - 70 años
Versión digital

vie 29 Mar

BUE 22°C

Los economistas esperan un rebote tibio para 2019

Los especialistas esperan que la economía repunte en 2019, pero será apenas una leve recuperación que se sentirá poco en la calle

06 noviembre de 2018

La crisis financiera que azota a Argentina desde comienzos de 2018 golpeó duro, y golpea aún, a la actividad económica. Mirando hacia adelante, ¿cómo y cuándo llegará la recuperación?

El primer paso (la estabilidad financiera), el Gobierno confía en lograrla a la brevedad: el plan doble 0% ha comenzado a guiar el dólar hacia el piso de la banda y la tasa (aún en niveles incompatibles con la actividad económica) ha comenzado a mostrar un sendero a la baja. Ayer la tasa promedio de corte de las Leliq fue de 68,197% y el dólar mayorista cerró en $35,680.

Si se mantiene la estabilidad, algunas consultoras comienzan a observar un piso de la caída en diciembre. Por cierto, no todos confían en que la pax cambiaria llegó para quedarse y, aún si lo hiciera, dé origen a una recuperación.

A esperar

Según Martín Alfie, economista jefe de Radar, en el segundo trimestre de 2019, cuando empiecen a registrarse los datos del agro, la economía va a tener un impulso (estadístico). “El tema es que no necesariamente se sentirán en el resto de los sectores mientras los efectos de la aceleración de la inflación y el ajuste fiscal seguirán sintiéndose”, dijo en diálogo con El Economista.

La principal causa será la recuperación de la cosecha gruesa que comparará contra un año de sequía. “A menos que haya otra inclemencia climática, lo que es poco probable, todo indica que el agro va a traccionar y las exportaciones reflejarán eso”, expresó Alfie pero aclaró que tanto la inversión como el consumo seguirán con malos resultados.

Según Gabriel Caamaño Gómez (Consultora Ledesma), las buenas noticias podrían llegar antes, y se observaría el piso de la actividad tan pronto como en diciembre. “Esto dependerá de si el proceso de estabilización termina de cuajar ahora en noviembre, lo que daría pie a que las tasas se reduzcan aún más, combinado con una tracción de Brasil sin la incógnita política y la cosecha fina, sobre todo de trigo, podrían marcar un piso y a partir de allí acelerar”, dijo el economista y agregó que “si se logra estabilizar se recuperará parte del salario real de la mano de la apreciación, que siempre hay en cualquier proceso de estabilización”.

“La combinación de fenómenos recientes hace difícil pensar en una pronta recuperación de la economía”, opinó, en contraposición, Agustina Gallardo (UBA) y agregó que “el frente externo presenta una vulnerabilidad estructural, profundizada por la sostenida apertura comercial y financiera de estos años”.

De esa manera, y sin otro tipo de medidas en la agenda del Gobierno, para la economista de la UBA, los recursos del FMI ya se han convertido en una condición necesaria para la sostenibilidad de corto plazo de las cuentas externas, pero lejos están de ser una condición suficiente. “Aún en el 'mejor escenario posible', y en el que el Gobierno recibe todos los desembolsos del FMI en tiempo y forma, los montos de los vencimientos están por encima de los desembolsos previstos, profundizando las tensiones sobre el tipo de cambio y la tasa de interés. A ello se le suma un conjunto de medidas adoptadas (reducción del gasto público, aumento de la presión tributaria, ajuste de tarifas, retenciones a la industria, reducción de reintegros) que continúan minando las posibilidades de una expansión de la producción y el consumo para el año que viene”, explicó Gallardo.

Panorama para 2019

Con la propia proyección del Presupuesto del Gobierno, que espera una caída de 0,5% de la economía en 2019 y el 1,6% del FMI, el panorama no es muy alentador. Los economistas esperan que el año próximo sea de recuperación, y no de crecimiento genuino.

“Todo indica que en el mejor de los casos se podría aspirar a un crecimiento 0% en 2019, pero el consenso ve un número negativo en el promedio del año entrante”, aclaró Caamaño Gómez y agregó que podemos esperar por el lado de las exportaciones algunas buenas noticias. “Brasil va a traccionar y podrá dar un impulso, además de en el sector automotriz, en plásticos y químicos y es de esperar una creciente exportación de industrias de servicios que tendrán un impulso interesante con el abaratamiento de la mano de obra en dólares”, ejemplifica.

El hombre de Consultora Ledesma señaló que la recuperación será tibia, pero será difundida. “Todos los sectores tienen espacio y razones para recuperar, tanto agro como industria, pero eso sí, con distintas intensidades”, concluyó. Para Alfie, la recuperación será tibia, y poco difundida al resto de los sectores: se concentrará en el agro.

Gallardo explicó que entre los posibles drivers de la recuperación, el panorama es negativo tanto para el consumo como la obra pública. “Por el lado del consumo no se espera una recomposición, dado el sistemático deterioro del salario real y el ajuste en las transferencias previsto en el Presupuesto y por el lado de la obra pública el presupuesto 2019 muestra un recorte que representa aproximadamente la mitad del ajuste en el gasto previsto”, aclaró.

La producción agrícola y algunos sectores industriales con capacidad de profundizar su inserción en los mercados externos (hoy los mejor posicionados son metales básicos y el automotriz) pueden presentar algunos números positivos para la economista de la UBA, pero no hay una perspectiva de una dinamización generalizada de la producción, el empleo y el consumo. “Es difícil visualizar una recomposición de la economía para 2019”, concluyó Gallardo.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés