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Bono: pagará Ganancias y sólo compensará 17,4% de lo perdido

Además, el plus salarial de $5.000 sólo lo cobrará una pequeña porción de los trabajadores

15 noviembre de 2018

Por Juan Strasnoy Peyre

El bono de fin de año, que el Gobierno estableció con el objetivo de desactivar el quinto paro general que amagaba a convocar la CGT y sacar del primer plano la agenda del ajuste, tendrá un alcance y un impacto limitado. Tras la publicación del decreto, el nuevo eje de la polémica fue la confirmación de que el plus de $5.000 estará alcanzado por el Impuesto a las Ganancias y, por ende, los trabajadores de mejores ingresos que lo reciban deberán tributar. En paralelo, un informe de Cifra advirtió que, para el salario promedio, el bono apenas compensaría el 17,4% de la pérdida de poder adquisitivo sufrida en los últimos doce meses.

Como publicó ayer El Economista, sólo el 35% de los trabajadores tendría garantizado recibir en forma directa el plus salarial o en forma indirecta, como parte de las revisiones paritarias selladas o por sellar, tal como habilita la medida oficializada ayer. Según un análisis de OJF & Asociados, quedarán excluidos el sector informal y los cuentapropistas, y tanto los asalariados registrados de las pymes -que ya alertaron que la mayoría no podrá pagarlo- como los estatales provinciales y municipales corren serio riesgo de no percibirlo.

Ganancias

Pero entre los que sí lo reciban, la compensación podría ser menor a la pautada. Es que, por el bono, más empleados tendrán que pagar Ganancias. El bono será no remunerativo desde el punto de vista previsional, pero sí se verá alcanzado por el impuesto a los altos ingresos. Actualmente, las personas solteras y sin hijos lo tributan a partir de un salario mensual de bolsillo de $29.855; para las personas casadas y con dos hijos de hasta 18 años, se tributa a partir de los $39.495. Así, alguien que esté levemente por debajo del mínimo no imponible y cobre el bono deberá pagar Ganancias por la diferencia. Incluso algunos trabajadores que ya tributan subirán de categoría y tendrán que pagar una mayor alícuota. Rápido de reflejos, el senador Miguel Angel Pichetto presentó un proyecto de ley para eximir esta suma del pago del impuesto.

Desde Producción, negaron que el Ejecutivo esté barajando una exención y minimizaron el problema. “De acuerdo a nuestras estimaciones, el universo de contribuyentes a los que el bono podría dejarlos por encima del mínimo no imponible no es significativa; por la actualización anual de ese piso y las deducciones en el impuesto a las ganancias casi no hay cambios en el universo alcanzado”, le dijo a este diario una fuente cercana al ministro Dante Sica. Sin embargo, no precisó cuantos serían los trabajadores afectados.

Precisamente, aunque con motivaciones sectoriales, Ganancias será el principal reclamo del paro de 36 horas que convocarían los gremios del transporte para la próxima semana. La protesta, que será el trampolín para el relanzamiento de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), tendrá como eje el pedido de exención del pago del tributo para los colectiveros, camioneros, aeronáuticos, ferroviarios, marítimos y portuarios.

Por otra parte, en la cartera destacaron el acuerdo alcanzado con bancos públicos y privados para ofrecer una línea de financiamiento para que las pymes puedan afrontar el pago de los $5.000. Para ello, el Estado pondrá $22.000 mllones para una línea de descuento de cheques para capital de trabajo con tasas del 38% en los bancos oficiales y del 45% en los privados -menores que las del mercado pero aún muy elevadas para empresas en crisis-.

Poder adquisitivo

El alcance del bono y su capacidad para compensar el derrumbe salarial de 2018, en el momento más agudo de la crisis, no da lugar a grandes esperanzas. Primero porque 35% de los que cobrarían el bono según OJF, no todos recibirán $5.000. Un cálculo de Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, muestra que una buena porción de ellos recibirá menos de ese monto o incluso nada. Es que el decreto autoriza a las empresas a tomar el bono como parte de pago de las revisiones paritarias ya firmadas en los últimos meses o a cuenta de futuros aumentos. Así, los montos adicionales por sobre la pauta paritaria original acordados en las reaperturas se descontarán de los $5.000. Campos señaló que en las categorías bajas de la UOM el bono será de $3.642; en las de la Uocra, $2.820; en las de Utedyc, $2.243; en las de Sanidad, $2.160; en las de Comercio, $1.829; en las de Aceiteros, $850; y en las de Estacioneros, $412. Los trabajadores de prensa, textiles, gastronómicos y de la alimentación, por ejemplo, sí deberían cobrar el monto completo porque sus convenios todavía no fueron actualizados.

Pero incluso los que cobren los $5.000 sólo lograrán compensar un pequeña parte del poder adquisitivo perdido durante el año. Según un informe de Cifra, el centro de estudios de la CTA de los Trabajadores, el salario promedio perdió $26.963 en los últimos doce meses (medido en pesos de octubre de 2018). El bono sólo permitiría recuperar el 17,4% (ver gráfico). Sobre un salario de $20.000, la compensación sería del 32,8%. Y sobre el salario mínimo, vital y móvil -hoy en $10.700-, sería del 58%, aunque muy pocos trabajadores que perciben ese ingreso cobrarán el plus de fin de año.

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